Siete.

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Llegué y lo primero que hice fue pedirle a la señora que nos ayuda en casa que fuera a comprar unas cosas para la cena y además, una prueba de embarazo. La señora abrió los ojos y le sonreí tímidamente. Debe estar pensando que estoy esperando un hijo de Manuel. Y bien, no tiene por qué enterarse aún que no es de él.
Manuel no estaba y los niños estaban en el jardín con la niñera. Me fui un rato al jardín con ellos, jugamos, comimos unas meriendas y al ratito llegó la señora con la prueba de embarazo.
Subí a mi habitación y me encerré en el baño. Puse la prueba de embarazo en el lavamanos y me quedé unos minutos mirándome al espejo. No sé si estoy lista para esto. La verdad es que me hubiese encantado hacerlo con Poncho a mi lado, pero no quiero que me vuelva a pasar lo mismo y desilusionarme. Después de unos minutos decido abrir la caja y hacerme la
prueba. Sin salir del baño la puse boca abajo en el lavamanos y me senté en el piso. En lo que esperaba los 5 minutos le escribí a Poncho.
"Ya me haces mucha falta, mi amor. Te amo." - Any
Juego un poco con mi teléfono y decido voltear la prueba. Cierro los ojos y me digo a mi misma:
"No importa el resultado, tienes que agradecer todo lo lindo que tienes y todo lo que has logrado."
Cuando volteo la prueba me tardé en reaccionar. No lo podía creer. 
- Positivo -
Sonreí. ¡Estoy embarazada! Y no solo estoy esperando un bebé, si no que es un bebé de Poncho. Del amor de mi vida. Las lágrimas comienzan a salir y me tapo la boca tratando de controlarme. Claro está, son lágrimas de felicidad. En medio de tanta oscuridad, una noticia así me hace tan y tan feliz. Quiero darle la noticia a Poncho, pero quiero hacerlo de una manera especial. Mientras estoy en el baño escucho que alguien entra a la habitación.
- Manuel: "Anahí, ¿eres tú?" dice tocando a la puerta del baño.
- Any: "Sí, soy yo. ¿Puedes retirarte de la habitación? Si necesitas decirme algo te encuentro en la sala cuando salga. Necesito privacidad."
Escucho como cierra la puerta de un cantazo. Manuel y yo habíamos quedado en que yo me quedaría en el cuarto principal y él se iría al cuarto de huéspedes. Escondí la prueba de embarazo en mi bolso, me retoqué el maquillaje que se me había corrido con las lágrimas, y bajé.
Manuel me esperaba sentado en el sofá de la sala.
- Any: "¿Qué necesitas decirme?"
- Manuel: "Voy a salir de viaje unos días. No estaré para ayudarte con los niños. Ya hablé con la niñera para que esté pendiente."
- Any: "¿Eso es todo?" Manuel asintió. "Bien. Me retiro." Me di la espalda, pero Manuel interrumpe mis pensamientos.
- Manuel: "Sé que irás a verlo. Por favor, aquí no lo traigas."
Me di la vuelta mirando al piso y sonriendo con un poco de cinismo.
- Any: "A ver, Manuel. Yo estoy bastante grandecita como para que me estés diciendo lo que tengo que hacer. Si viene a mi casa o no, porque te recuerdo que esta también es mi casa, no es tu problema. Yo tengo la madurez para decidir."
- Manuel: "Sí, tienes razón. Es tu casa, pero están mis hijos. No tienen por qué sentirse confundidos porque su mamá trae a otro hombre a nuestra casa."
- Any: "Mejor me quedo callada. No voy a perder mi tiempo contigo. Buen viaje." me di la espalda y regresé al jardín con los niños. Ya se está haciendo de noche y es hora de la cena así que mando a los niños a bañar para yo ir preparando la cena y arreglando la mesa. Le pedí a la niñera que se fuera a descansar porque quería estar sola con los niños. Al otro día ella regresará en la mañana para entonces yo poder irme a desayunar a mi apartamento con Poncho.
Voy a la cocina y comienzo a preparar la cena. Siento mi teléfono vibrar.
"Yo también te extraño, princesa. ¿Puedo llamarte?" - Poncho
"Dame un ratito, ¿sí? Manuel va a salir de viaje y los niños van a cenar conmigo para luego irse a dormir. Te llamo en un rato." - Any
Cené con los niños. Mientras comíamos Manuel se despidió de los niños y cuando fue a despedirse de mi le di un abrazo forzado sin ni siquiera mirarlo. Era solo para que los niños no cuestionaran. Luego subimos para que se cepillaran los dientes y se fueron a dormir. Me di un baño y no pude evitar sonreir mientras me caía el agua caliente por el cuerpo. Me acariciaba el vientre y pensaba en la posibilidad de tener una niña. Una mini yo.
*Flashback*
Estábamos en una entrevista para Univisión en la que nos preguntaron que cómo nos veíamos en un futuro. Yo no dudé en decir que me veía siendo mamá. Con un gordito en mis brazos. La vida me bendijo de tal manera que no me dio uno, si no dos. Y ahora me regala un tercero o tercera. Cuando acabamos la entrevista Poncho se me acerca.
- Poncho: "¿Así que te ves siendo mamá?" Me dice abrazando mis hombros con su brazo.
- Any: "Es lo que más deseo. ¿Y tú? ¿No quieres ser papá?"
- Poncho: "Claro que sí. Me haría el hombre más feliz del mundo."
Nos detuvimos y nos paramos frente a frente. Nos mirábamos con tantas preguntas detrás de nuestras miradas. Preguntas que yo creo que nunca nos atrevimos vocalizar, pero siempre han estado ahí.
- Poncho: "Oye, Any...¿tú crees que yo sea parte de ese futuro?"
- Any: "Yo...tú...no... bueno, sí. Ay, Poncho..."
- Poncho: "¿Qué pasa?" sonrió tiernamente y me acariciaba la mejilla.
- Any: "¿Te imaginas un gordito con mis ojos pero con tu pelo?"
- Poncho: "Y con tu nariz, que tanto me gusta." Dijo mientras me agarraba la nariz.
Me sonrojé. La verdad es que un hijo con él sería perfectamente hermoso. Además, si lo hacemos con todo el amor que sentimos, será el bebé más hermoso del mundo.
*Fin del flashback*
Terminé de bañarme, me vestí y me acosté. Apagué las luces del cuarto y le marqué a Poncho.
-Poncho: "Te tardaste mucho, mi amor." rió.
- Any: "Perdóname, es que me distraje mientras me bañaba."
- Poncho: "¿Ah sí? ¿y qué hacías que te distraía?"
Sentí su tono coqueto y reí.
- Any: "Ya quisieras tú." Reí. "No, en serio. Es que pensaba en ti... en nosotros. En lo mucho que hemos crecido. En nuestras aventuras cuando éramos jóvenes. ¿Sabes? Hay conversaciones que recuerdo tan claramente."
- Poncho: "¿Sí? ¿Como cuales?"
- Any: "¿Te acuerdas de cuando salimos de la entrevista de univisión que nos preguntaron que cómo nos veíamos en un futuro?"
- Poncho: "Claro que me acuerdo. Si supieras que cuando anunciaste que estabas embarazada de Manu, fue en lo primero que pensé. Recordé nuestra conversación cuando salimos. No te voy a negar, me dio rabia. Sentí rabia porque se supone que fuera yo quien te diera tu primer hijo, no un imbécil como Manuel."
- Any: "Ya, Poncho. No pienses en esas cosas. El pasado no se puede cambiar, pero el futuro siempre nos puede sorprender." dije sonriéndome imaginando la reacción de Poncho cuando le diga que estoy esperando un hijo de él.
- Poncho: "Tienes razón. Hablando de futuro, mañana, ¿a qué hora nos vemos?"
- Any: "A las 9 estaré en mi apartamento. Llega cuando quieras."
Nos despedimos y colgamos. Al otro día le daré la sorpresa a Poncho. ¡Me muero de la emoción! Ya me imagino A los 4 niños: Dani, Nico, Manu y Emi corriendo por toda la casa y a un príncipe o una princesa en nuestros brazos mientras los vemos jugar. ¡Seríamos 7! Eso sí que es un sueño.

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