𝑷𝒆𝒓𝒐... 𝑬𝒔 𝒖𝒏𝒂 𝑴𝒂𝒍𝒇𝒐𝒚 || 𝑯𝒆𝒓𝒎𝒊𝒐𝒏𝒆 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓 (𝒈𝒙𝒈)

Capítulo 18

Los estudiantes ya estaban corriendo por los pasillos, sin querer llegar tarde a sus primeras clases de la mañana. Otros todavía estaban desayunando en el Gran Comedor.

Durante la clase de Runas Antiguas, Hermione echó un vistazo a Sam en su asiento, recordando cómo la había hecho sentir esa mañana.

¿Cómo podría Hermione olvidar lo que sucedió en los vestuarios esa mañana? Lo que casi sucedió.

Su mente giraba en círculos, visualizando un par de situaciones "qué pasaría si" que podrían haber ocurrido si Draco no hubiera estado allí. Pensaba en cómo quería que Sam...

—Señorita Granger —la profesora Babbling llamó chasqueando los dedos— ¿Está bien, querida? Parece que se siente mal.

Toda la clase giró la cabeza para mirar a la Gryffindor.

Hermione bajó la cabeza, bastante avergonzada, mientras murmuraba una respuesta.

—Estoy bien, profesora... Puede que sea el pudín de esta mañana...

—Oh, querida, deberías ver a Madam Pomfrey. A veces, los pudines y los pasteles de Cornualles también me alteran el estómago.

Hermione se lamió los labios nerviosamente y luego asintió. Después miró nerviosa a Sam, quien la observaba con una expresión de preocupación.

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Durante la hora del almuerzo, Hermione observaba a otras parejas besándose casualmente en sus mesas. No podía dejar de imaginarse a ella y a Sam haciendo lo mismo.

Luego se preguntó por qué nunca se besaban en público. Aunque, honestamente, no quería eso. Solo quería besar a Sam con desesperación y continuar lo que no se había terminado.

Sam le tomó la mano bajo la mesa mientras susurraba:

—¿Todo bien?

Hermione solo asintió y apretó la mano de Sam con más fuerza en busca de seguridad.

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Esa noche, Hermione ayudó a Sam a estudiar para la clase de Transformaciones después de la cena. Aunque, había esperado que solo fueran ellas dos. Sin embargo, Harry, Ron y Neville se unieron también.

Aparentemente, su largo examen del día siguiente les había pasado factura. Y solo Hermione parecía ser excepcional en la materia.

Después de la lección nocturna, Ron secuestró a Sam para darle algunos consejos sobre Quidditch. Gryffindor tendría un partido este sábado contra Ravenclaw. Luchas consecutivas junto a Slytherin y Hufflepuff. Ron fue insistente, y Sam no tuvo más remedio que acceder.

Hermione no logró encontrar un momento a solas con la ojigris. Esperaba que pudieran pasar un tiempo en su escondite antes de que terminara el día. Probablemente para terminar lo que Sam había comenzado.

La castaña estaba tan frustrada que se fue a la cama sin despedirse de Sam.

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Hermione se dio la vuelta en su cama mientras intentaba dormir. Se sentía tan culpable por lo que había hecho. ¿Y si Sam esperaba que la esperara?

Deliberadamente se sentó y tomó su varita de debajo de la almohada. Hizo su mejor esfuerzo por ser lo más silenciosa posible ahora que todas sus compañeras de cuarto ya estaban dormidas.

—Lumos —susurró y entonces hubo luz.

Hermione sacó cuidadosamente algo de su bolso. Era el cuaderno mágico que Sam le había dado.