—Tienes que estar de broma.
—No suelo bromear con las condiciones de mis pacientes, Shinazugawa-san.
Giyuu observa la discusión tumbado en una de las camillas de la Mansión Mariposa. Tras guiarlos a una de las salas privadas, Shinobu se sentó en una camilla, indicándoles a los dos pilares que tomaran asiento en la cama de enfrente a la suya. En cierto punto de la conversación, el picor alcanzó un punto insoportable que obligó a Giyuu a dejarse llevar de nuevo e intentar acercarse a Sanemi. Cuando lo apartó, el pilar del viento parecía estar conteniéndose para no gritarle. Aun así, le permitió tumbarse con la cabeza apoyada en su regazo y así ha estado desde entonces. Ahora los dedos marcados con cicatrices de Sanemi recorren el pelo oscuro de Giyuu, pero no como gesto cariñoso, sino para evitar que se mueva.
El pilar del agua tampoco tiene intención de moverse. El picor ha remitido desde que está cerca del otro. Sigue molestándolo, una sensación incómoda que se extiende bajo su piel como si le hubieran prendido fuego, pero es una molestia manejable.
—Como ya he repetido unas seis veces, Shinazugawa-san, el comportamiento de Giyuu se debe a los restos de un arte demoníaca. Y, sí, hablaba en serio cuando dije que tienes que vigilarlo hasta que vuelva a la normalidad. Lo que, más o menos, será mañana por la mañana. Tampoco es que te esté pidiendo que te enfrentes a Muzan.
—Lo que no entiendo es por qué no puede quedarse en la enfermería.
—Porque si se queda aquí no dormirá y entonces tardará el doble en purgar el veneno.
—¿Y no podía haber elegido a otro para molestar? —resopla Sanemi—. Incluso estando enfermo insiste en joderme.
Hay un ligero cambio en la sonrisa de Shinobu que transforma su expresión paciente en una irritada.
—Giyuu no te ha «elegido para molestar». Ni siquiera te ha elegido. Simplemente eres su persona.
—¿Su persona?
—La persona por la que se siene atraído.
Un sonrojo se apodera de las mejillas de Sanemi. Giyuu deja escapar una sonrisa que ninguno de los otros dos pilares nota.
—Espera. ¿Él... ? ¿Quieres decir que él... ?
—Eso parece. Pero no es a mí a quien me lo tienes que preguntar, ¿no?
Sanemi mira a Giyuu, visiblemente nervioso.
—¿Tú... ?
—No me refería a ahora mismo, Shinazugawa-san.
—Ah... Sí, claro, Kocho.
—Bien.
Una punzada especialmente fuerte de picor sacude a Giyuu en ese momento y su cuerpo reacciona sin preguntarle. Toma la mano que Sanemi ha dejado sobre su pelo, haciendo que este vuelva a mirarlo. Giyuu roza el dorso de su mano con los labios y le sonríe.
Sanemi entra en pánico tras eso. Se aparta de golpe, completamente sonrojado, obligando al pilar del agua a levantarse de su regazo.
—¿QUÉ DEMONIOS CREES QUE ESTÁS HACIENDO? ESTOY INTENTANDO CONCENTRARME Y TÚ... TÚ VAS Y... —No parece ser capaz de completar la frase. Se vuelve hacia Shinobu—. ¿No puedes hacer algo?
—Si quieres lo ato a la cama, pero dudo que eso te ayude a concentrarte precisamente, Shinazugawa —ironiza ella—. Solo compórtate como un adulto y acéptalo, ¿vale?
El pilar toma una bocanada de aire y la suelta con fuerza.
—Lo vigilaré.
—Perfecto —sonríe Shinobu—. Pero, por favor, recuerda que Giyuu no es totalmente consciente de sus acciones. No te enfades demasiado con él ni lo culpes por nada que haga en este estado. Sería como culpar a alquien que se hubiera pasado tomando sake. No está siendo él mismo. Recuerda también que si te aprovechas de la situación para hacerle daño de cualquier forma, aún si después él dice que no es importante, me enfadaré contigo. Y no quieres tenerme de enemiga, ¿verdad?
—Como sea.
—Muy bien. —La sonrisa de Shinobu vuelve a ser tranquila. Se levanta de la camilla—. Podéis iros. Sayonara~
Sale de la habitación y cierra la puerta a su espalda.
Los ojos violetas de Sanemi se centran en los de Giyuu. El pilar del agua trata de acercarse, pero el otro lo frena con una mirada asesina.
—No. No me toques.
—Pero...
—Sin peros. Bastante molestia es ya tener que vigilarte.
—Lo siento.
—¿Crees que me importa? Solo cállate de una vez. —Echa a caminar hacia la puerta—. ¿Vienes o qué? Cuando antes acabemos con esto mejor para los dos.
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Solo una noche [sanegiyuu]
RomantikTodo empezó con un beso. Sanemi Shinazugawa está actuando raro alrededor de Giyuu Tomioka. Este decide llevarlo a la enfermería, donde Shinobu Kocho les explica que le ha afectado un arte demoníaca que hace que Sanemi necesite la cercanía de la pers...