Y si el destino no alcanza construyo un puente (Bospa)

26.

(1/3) Mini maratón en disculpa por mi ausencia.

...

—Lo de esa muchacha es una vergüenza. No entiendo como una niña de tan buen estatus puede seguir haciendo estas cosas.

Su Elvira regresa el celular a Bosco después de deslizar un poco.

—Estaba pensando en hacer algún video para mis redes, también hablando del tema. No me parece justo que ella siga mintiendo y todo el mundo le crea, —Gala picotea su plato de comida sin realmente probarlo. Bosco si nota la negativa de su hermana para comer, pero no tiene fuerzas para pelear, tampoco ha probado su comida.

—Dudo que pueda hacer mucho, Gala. Con la noticia de tu enfermedad no sé como se tomen otro video así tus seguidores. Tal vez lo mejor sea seguir considerando que Bosco se vaya del país.

—Bosco no se va a ir a ningún lado. Ginebra.

—Esteba, esto va más del sentimentalismo, su vida corre peligro ahora que lo hicieron tendencia en Twitter y no paran de filtrar sus datos. —La mujer toca la mano de su esposo sobre la mesa, mirándolo con esos ojos felinos característicos de ella. —Se filtraron los números de teléfono, el lugar donde practica esgrima. Es peligroso que esté aquí, lo siguiente puede ser donde vive, datos de nosotros

—No entiendo como consiguieron tanta información importante, alguien debe de estar desde adentro vendiendo información a los medios. —Elvira rellena su copa de vino otra vez, pero cuando sus manos fallan, su hija la apoya casi desbordando la copa.

—Bueno, a Bosco lo conocía mucha gente. La prensa es así. Lo que estoy de acuerdo es en lo peligroso que es que siga con la misma rutina de siempre. Lo mejor es que esté en casa, que deje por un tiempo la esgrima, la escuela, las salidas...

Deseaba que ese momento no llegara. A veces lo esperaban con cámaras un grupo de gente intensa haciendo preguntas cuando llegaba a practicar esgrima, pero dejarlo no estaba en sus planes.

—Él no lo quiere dejar, no voy a volver a mi hijo, un prisionero.

—No se trata de lo que quiera, lo importante es su seguridad. Tal vez el siguiente año pueda retomar sus estudios.

—¿Tendré que esperar todo el año para volver a salir de casa? —Bosco de pronto ya no siente apetito tampoco, Eder a su lado se sobresalta por su voz estridente y su abuela pone mala cara cuando algo de alcohol se derrama a la mesa.

—O siempre está la opción de alejarte por un tiempo. —Insiste Ginebra.

A nadie le da tiempo de pensar o decir otra cosa cuando el menor de la familia, Eder, de pronto se desploma al suelo sin vacilaciones.

En un momento todo sucede a cámara lenta, la gente alrededor se mueve rápidamente, hay gritos, llantos, sin embargo, todo ocurre muy rápido.

Bosco lo sostiene sin esfuerzo; está en la playa con la incómoda arena dentro de las sandalias, el sol arde y el cuerpo inerte de mamá es lo único que puede ver.

...

Pepa casi derrapa al correr por el pasillo junto a Salomón, en otra ocasión su hermano lo hubiera reprimido, pero ahora está concentrado en Gala que corre a sus brazos en cuanto lo ve.

Pepa se acerca a Bosco, sin saber muy bien qué hacer. Es el otro quien extiende los brazos esperando se acerque hasta envolverlo en sus manos y recostarse en su hombro.

Siente la nariz fría contra el cuello, olfateando, en busca de algo, un toque simple sin malicia, pero hace que algo dentro de su cuerpo se electrifique.