Monster High es una franquicia de muñecas creada por Mattel, lanzada al mercado en 2010 y basada en las novelas de Lisa Harrison. La historia narra la vida de las hijas e hijos de monstruos famosos, quienes estudian en Monster High, una escuela secundaria para monstruos, espíritus y demás seres sobrenaturales. El éxito de MH generó una gran cantidad de merchandising además de las muñecas, además de películas, series y varios relanzamientos a lo largo de los años, siendo el más reciente en 2022.(Nota: para este fanfic mezclé aspectos de la G1 y la G3, por lo que no se sorprendan por ver algunas relaciones diferentes a las que recuerdan).
Cleo de Nile estaba orgullosa de ser una Slytherin, como todos en su familia, pero eso no significaba que fuera pedante como su hermana mayor Nefera (¡que Merlín la librara de parecerse a Nefera!). Ella, aunque ambiciosa y con ansias de destacar, no estaba dispuesta a hacerlo si eso implicaba hacer de menos a otros magos por su origen. No tenía problema en juntarse con chicas de otras casas, ya fueran sangre pura o mestizas, y tampoco tenía reparo en frenar a alguien de Slytherin si lo veía haciendo o diciendo algo malo.-Ya has molestado lo suficiente, ¿no, Toralei? Vamos, vete de aquí que tenemos que estudiar. Algo que tú también deberías hacer- le dijo aquella tarde en la biblioteca a Toralei Stripe, una de sus compañeras Slytherin, cuando ésta llegó a su mesa con intenciones de fastidiar. Toralei y sus eternas secuaces Purrséfone y Meowlody sonrieron de forma burlona, para nada dispuestas a retirarse sin decir todo lo que querían decir.
-Nosotras estudiaremos, ¡en nuestra sala con nuestra gente, como debe ser! No entendemos por qué tú no lo haces…
-La biblioteca es un sitio para estudiar, Purrséfone, por si no lo sabías.
-Sí, pero tú estudias con la chusma- respondió Meowlody por su gemela, señalando a sus compañeras de mesa.-¿Por qué lo haces, te tienen amenazada o solo eres una traidora a la sangre?
En situaciones así Cleo agradecía haber heredado la paz y claridad mental de su madre, una santa, porque de otro modo habría estallado en público y eso no era lo que una Slytherin inteligente haría. Lo que una dama como ella debía hacer era lo que hizo: sonreír burlonamente igual que aquellas odiosas y responder con falsa amabilidad, mientras Frankie, Lagoona y Draculaura reían por lo bajo.
-No, no soy traidora a la sangre, solo no vivo en el pasado como cierta gente… ya sabes, ese tipo de gente ignorante que insiste en considerar a otros como de menor categoría solo por su origen. Esa, la verdadera chusma, que por tener antepasados mágicos se creen superiores a pesar de tener prácticamente todas las asignaturas reprobadas demostrando su completa ignorancia… ¿qué dices, Toralei? ¿Conoces a gente así?
En ese punto de la charla Frankie no pudo resistirse más y se echó a reír en voz alta, contagiando a las demás y provocando que Toralei, Purrséfone y Meowlody se retiraran indignadas de la biblioteca. Cleo también rió y debió secarse los ojos incluso, tomándose un momento para serenarse antes de hablar.
-Como siento que hayan tenido que oír eso, chicas, en serio lo siento. Algunos trabajamos duro para que los demás dejen de odiar a los Slytherin, ¡pero con personas como ellas nunca lo lograremos!
-Está bien, Cleo, no necesitas disculparte por lo que hacen otras personas- aseguró Lagoona secándose las lágrimas de la risa.-No es tu culpa que muchos Slytherin sigan siendo tan cerrados. Es la educación que habrán recibido en sus casas, ¿no?
-Y por suerte no son todos así, tú por ejemplo no lo eres- apuntó Frankie ya más calmada, tomando brevemente la mano de su amiga para confortarla.-Y Rochelle y Abby también son Slytherin y son muy buena gente, así que quédate tranquila que lo sabemos. ¡No todos los Slytherin son así de mezquinos!
Cleo quedó mucho más aliviada con su conciencia al oír a Frankie, por lo que pudieron evitar una reprimenda de la bibliotecaria al dejar las risas de lado y volver a sus libros y pergaminos. Así daba gusto poder estudiar…
"La verdadera gente como uno no son los magos sangre pura" pensó Cleo. "Son los magos y brujas de buen corazón que te quieren y te apoyan. ¡Me gustaría que todos lo entendieran y se acabara este conflicto absurdo!"
El conflicto se remontaba a la fundación misma de Hogwarts, un milenio atrás, y al odio profundo que sintiera Salazar Slytherin por los muggles y mestizos. Desde allí en adelante la casa se había ganado la mala reputación que aún hoy perduraba, a pesar de que después de la Segunda Guerra Mágica todo había cambiado. Con la derrota del señor oscuro habían llegado tiempos de paz, las casas habían hecho las paces, pero nada de eso importaba cuando aún había gente que seguía considerando inferiores a los magos con sangre muggle.
¿Qué importancia podía tener eso?, pensó, distrayéndose de sus deberes nuevamente. Con disimulo miró a sus compañeras y no vio nada de malo en ellas, más bien al contrario. Lagoona por ejemplo, ella era una sangre mestiza, con un padre muggle que trabajaba en un acuario. ¿Eso la hacía menos bruja, su falta de linaje? Lagoona era un as del Quidditch como cazadora y era excelente en Encantamientos, mejor que la venenosa de Toralei para poner un ejemplo. Draculaura había pasado sus primeros años de vida en un orfanato muggle, hasta que mostró signos de magia que hicieron que interviniera el ministerio; terminó siendo adoptada por un renombrado mago del Departamento de Uso Indebido de la Magia, el señor Drácula, y era la chica más amable y cariñosa del mundo, que no estaba resentida por su pasado ni perdía el tiempo en peleas tontas. Simplemente era ella y era feliz.
¿Y Frankie? La miró brevemente, con su largo cabello gris cayendo sobre los pergaminos y su varita fallada echando chispas. Frankie era hija de muggles, su padre era un científico que trabajaba arreglando aparatos eléctricos, lo que fueran esas cosas; era pobre y vestía siempre túnicas gastadas, y su varita se había caído de las alturas durante una clase de vuelo quedando dañada, pero como carecía de dinero todavía no había podido comprar otra. Cleo no podía explicar lo mucho que quería a Frankie, al menos no podía explicárselo a los miembros más cabeza dura de su casa. O a su propia familia, si iba al caso… su padre estaba terriblemente orgulloso de ser sangre pura, y no le gustaba en lo absoluto que fuera tan amiga de gente como Frankie; ni hablar de Nefera, pero por suerte ya se había graduado y no tenía que soportarla más con sus insidias y sus desplantes hacia las jóvenes que eran sus amigas.
-¿Cleo?- susurró Frankie al verla tan distraída. Hablaba bajo porque la bibliotecaria estaba cerca, pero no quería dejar a su amiga así.-¿Te has quedado mal por lo de esas chicas?
-¿Eh? No, no, solo me distraje porque no entiendo esto. Las pociones son tan complicadas, ¿no podríamos pedirle a Ghoulia que haga la tarea por nosotras?- se quejó, mencionando a su amiga Ghoulia Yelps por ser la mejor de su año en Pociones. Una verdadera Ravenclaw.
-Ni soñarlo, lo tenemos que hacer nosotras y lo sabes- advirtió Lagoona en voz baja.
-Pero podríamos pedirle ayuda a Clawdeen, ¡mírenla, está allí!
-¡Chist! ¡Baja la voz, Draculaura! ¿Qué no ves que está ocupada ayudando a su hermanita Howleen?- regañó Frankie, mientras las hermanas, Gryffindor de pura cepa, se ubicaban en una mesa alejada de la suya, siendo Howleen de primer año y necesitando toda la ayuda posible de su hermana mayor.
-Chicas, ya, hagamos silencio- pidió Cleo con una semi sonrisa.-Hagamos nuestro mejor esfuerzo y luego ya veremos… si reprobamos Pociones siempre podemos volver a reunirnos para preparar una clase extra de repaso, ¿no?
-Por supuesto. Para eso somos amigas- concluyó Frankie devolviéndole la sonrisa y volviendo ambas a sus pergaminos antes que la temible bibliotecaria las expulsara por conversar demasiado.
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Multiverso Mágico 2
FanfictionUna colección de oneshots crossover entre diversas obras y el mundo mágico de Harry Potter! Esta colección pertenece a la lista hecha por mí para el Fictober 2024. Los capítulos son autoconclusivos así que pueden leer solo los que prefieran. Ninguna...