Multiverso Mágico 2

4. Fluffy Paradise

Isekai de Mofumofu Nadenade Suru Tameni Ganbattemasu (Fluffy Paradise: I'm Trying to do My Best, o simplemente Fluffy Paradise) es una serie de novelas ligeras japonesas escritas por Himawari, publicadas originalmente en 2012 pero que cuentan con varias adaptaciones a lo largo de los años, incluyendo un manga y un animé estrenado en 2024. La historia trata sobre Midori Akitsu, una asalariada de 27 años que fallece por exceso de trabajo en su casa; conmovido por su caso, Dios le ofrece reencarnarla en otro mundo con la habilidad de ser amada por los seres no humanos, y además le da la tarea de decidir si la humanidad merece ser salvada. Es así como Midori reencarna como Nephertima Osphe, alias Nema, la tercera hija del duque de Osphe,  e inicia una vida feliz y aparentemente perfecta. Sin embargo, en este nuevo mundo la gente discrimina mucho a los seres no humanos y a las bestias, así que Nema debe hacer todo lo posible para que reine la paz o de lo contrario la humanidad estará condenada.

A Nema le encantaba dormir la siesta sobre el gran lomo blanco de Lars; aquel magnífico tigre blanco, considerado la bestia mágica más hermosa del Reino Unido, solía causar pavor en los magos comunes y corrientes, pero para aquella pequeña valiente era como si se tratara de un gatito, así de poco le temía. Los cuidadores de Lars nunca apartaban la vista de todos modos, porque una bestia domesticada seguía siendo una bestia. ¿Qué le dirían al señor Osphe, el padre de Nema, si algo le pasaba a su hija mientras estaba jugando con Lars? No habría fin en la ira de aquel buen señor si un solo rasguño le ocurría a su hija.

-A veces- confesó un cansado guardia a Wilhelt, el dueño de Lars-desearía que la señorita Nema no nos visitara tan seguido. Sé que es una niña encantadora, pero… ¡qué difícil es trabajar pensando en si ese tigre no se la comerá mientras estamos mirando para otro lado!

Wilhelt echó a reír con ganas, pues no había manera de tomarse en serio aquella "queja" tan sincera.-Yo que tú me lo tomaría con más calma, ¿sabes? Porque es seguro que seguiremos viéndola por aquí durante mucho tiempo. Vete acostumbrando, o deja que te recomiende alguna poción calmante… sí, quizás eso te ayude. ¡Soy muy buen pocionista aunque no lo parezca! 

Wilhelt dio permiso al guardia para entrar a descansar un momento, y en su lugar se quedó él vigilando de lejos a Nema y Lars. Nema era la hija menor de Daleland Osphe, un rico terrateniente inglés con contactos en todas partes, tanto entre muggles como entre magos, que desde hacía un tiempo tenía negocios con su padre. Ellos, los Gaché, se dedicaban al difícil y orgulloso negocio de la cría y doma de dragones; lejos de la prudencia que tendría cualquier otro padre, el señor Osphe llevaba siempre a su hija menor Nema a sus viajes, así eso implicara dejarla jugar con dragones, tigres gigantes o aquella acromántula que vivía en el bosque y que por alguna razón jamás los atacaba si iba la niña. Nema tenía seis años y todavía no asistía a Hogwarts, así que con más razón sus padres la malcriaban y le permitían salirse siempre con la suya.

"No", pensó de repente. Era injusto decir que la malcriaban, porque lo cierto era que Nema era realmente una niña muy buena, con un don mágico para tratar con las criaturas. Sus hermanos mayores Ralph y Kanadia estaban en tercer año de Hogwarts como él, así que la menor de los Osphe estaba la mayor parte del año sola, o lo estaría, de no llevarla sus padres con ellos a sus viajes de negocios. Y nunca había habido accidente de ninguna clase, así que, ¿por qué preocuparse? Que la pobre niña jugara con tigres si quería. 

-Apuesto a que será una magizoóloga cuando crezca- dijo la voz de Ralph Osphe detrás suyo, pues había aparecido repentinamente y se había quedado quieto un segundo mirando a su hermana dormir.-¿Cuánto lleva así?

-No lo sé, ya estaba con Lars cuando llegué. Oye, ¿Kanadia no vino?

-Está adentro, practicando los hechizos que nos dejó el profesor Flitwick. 

-¿Eh?

-¿No lo recuerdas? Nos dejó varios pergaminos con tarea de verano para hacer… o al menos a mí me dejó cinco, ¡dijo que soy terrible con mis movimientos de varita en contra hechizos!

Ambos muchachos rieron y con su risa despertaron a Nema, o quizás fue que ya se acercaba la hora de la merienda; lo cierto es que la pequeña dio un gran bostezo antes de levantarse de su esponjosa almohada que era Lars, y se acercó a ellos con decisión y los ojos todavía pegados del sueño.

-Fue una siesta enorme, pero me despertaron… ¿qué pasa?

-Nada, hermanita, solo hablábamos de los deberes de verano que tenemos que hacer. Perdónanos por despertarte- se disculpó Ralph en tanto que Wilhelt sacaba su varita para hacer una floritura, arreglándole el cabello erizado a la niña.

-Ahí estás, toda una dama. Dime algo, Nema, ¿quieres ser magizoóloga cuando crezcas?

-¿Sí quiero ser qué, qué cosa? ¿Qué es eso?

-Un magizoólogo es un mago que se dedica al estudios de los animales mágicos- explicó.-Como el famoso Newt Scamander, que viajaba por todo el mundo descubriendo especies nuevas y ayudándolas a estar seguras, lejos de los muggles y los problemas. ¿Te gustaría hacer eso cuando crezcas?

-¡Sí!- exclamó Nema entusiasmada con la idea.-Podría hacerme amiga de más y más criaturas, y darles de comer y jugar con ellos…

-Cuidar de los animales mágicos es más que jugar con ellos, Nema, pero ya lo aprenderás cuando vengas a Hogwarts- aclaró Ralph.-Cuando tengas nuestra edad podrás estudiar Cuidado de Criaturas Mágicas…

-¡Y algo me dice que serás la mejor de la clase!- finalizó por él Kanadia, su hermana melliza, quien había llegado repentinamente al haberlos oído conversar desde su habitación.-Nosotros ya nos habremos graduado cuando tú estés en tercero, pero te prometo que siempre estaremos para apoyarte, hermanita. Podremos escribirnos cartas, y te aconsejaremos sobre todo lo que quieras siempre que quieras.

-Yo también puedo escribirte cartas si quieres, ¿eh? Con confianza-añadió Wilhelt. Nema lo miró de forma crítica.

-No, mejor tú no porque eres medio tonto y siempre repruebas. Mejor que me ayuden mis hermanos- opinó la niña con una sinceridad tan brutal que los hizo estallar a todos de risa incluido a Wilhelt, ya acostumbrado a ser como un hermano mayor más para Nema Osphe. Aún continuaban riendo cuando se oyó el potente rugido de Sol, el dragón más joven de la manada actual, que indicaba la hora de servirle su comida. 

-Los cuidadores tienen que alimentarlo ahora, así que nosotros deberíamos hacer lo mismo. Mis padres mandaron preparar un banquete para agasajarlos, ¡no deberíamos hacerlos esperar!

Nema aceptó con gusto porque tenía mucha hambre después de su siesta, pero al mismo tiempo aguzó el oído para escuchar a Sol rugiendo, más bajo esta vez; ella siempre había querido darle de comer al hermoso dragón pero nunca se lo habían permitido hasta ahora… ¿quizás debería intentarlo por su cuenta cuando todos estuvieran ocupados? Al fin y al cabo no tenía dudas de que Sol la aceptaría como cuidadora, todas las criaturas mágicas lo hacían.