Resultó que para llegar a la dinogranja teníamos que recorrer un camino muy empinado de más de un kilómetro. Nuestro único consuelo era que íbamos a llegar a tiempo sin problemas, por lo que no había ninguna necesidad de prisa. Mientras subía el camino de tierra y luchaba para que mis pies no resbalaran, me preguntaba qué nos había llevado a rechazar la posada de esa mujer tan amable.
Llegamos a un cobertizo en cuyas paredes no dudamos en apoyar nuestras espaldas. La palabra dormir nunca había sonado tan deliciosa. El sueño daba saltos sobre mi cerebro, que hacía lo posible por ignorarlo a pesar de que se moría de ganas de prestarle atención. Y en medio de esa lucha estaba yo, un pobre muchacho que sufría las consecuencias de saltar entre mundos.
Tal era nuestro cansancio que, cuando llegamos, no reparamos en los más de diez niños que nos lanzaban miradas nerviosas. Los padres los mantenían muy alejados de nosotros, así que nos ahorraban el trabajo de preocuparnos por las distancias.
⸺Son unos tontos ⸺dijo Edar.
⸺Parecemos criminales ⸺contesté.
⸺Pero acabamos de recorrer un montón de kilómetros a pie.
⸺¿Crees que les importa?
Nuestras ropas eran un revoltijo de tela, humedad, tierra y agua sucia. Se habían roto en muchos sitios y nada quedaba de los colores originales de nuestros zapatos. Me preguntaba cómo aguantaba Edar, pues no llevaba calcetines y la parte de sus pies que las babuchas dejaban al desnudo estaba llena de mugre. Me dolía admitirlo, pero yo también juzgaría a alguien en ese estado.
Una mujer joven de piel blanca y pelo marrón recogido en una cola dio la bienvenida al grupo con una sonrisa. No nos dirigió ninguna mirada fugaz de desprecio, lo que hizo que se ganara mi simpatía. Se llamaba Margar y hablaba con un tono de voz muy alto que rozaba el chillido. Sonreía en armonía con el sol y no me quedaron dudas de que era una buena persona.
⸺Sé que no es un secreto para nadie que aquí criamos dinosaurios no avianos para nuestro consumo, pero ¿cuántos de ustedes saben la historia detrás? No se imaginan todas las peripecias que tuvieron que pasar los científicos que lograron que esto fuera posible, aunque sólo por accidente. Me doy el lujo de decir que fue uno de los mejores accidentes que le han ocurrido a nuestra especie, por supuesto.
⸺¿Qué es un dinosaurio no aviano? ⸺pregunté con la mano levantada.
Unos cuantos padres se miraron incómodos y un par de niños se rieron. En ese pueblo todo el mundo debía saber a qué se refería Margar.
⸺Son todos aquellos dinosaurios que no son aves. Las aves serían los únicos miembros vivos del clado dinosauria de no ser por la expedición temporal. ⸺Centró su mirada en los niños que disimulaban muy mal sus risas⸺. Agradecería que no mostremos ninguna falta de respeto a quienes no poseen tantos conocimientos del tema. Tanto ustedes como yo queremos que aprendan al respecto y es obvio que no lo van a hacer si se ríen.
⸺Me agrada ⸺susurró Edar.
Asentí.
⸺Como iba diciendo ⸺continuó Margar⸺, dinosauria es un clado inmenso y es una pena que haya tan pocos representantes de ellos actualmente. Claro que en comparación con otros grupos de seres vivos sí que tuvieron suerte.
Era extraño percatarse de que Erick había comentado que los chicos no sabían nada de dinosaurios y, de repente, me encontraba con un montón de niños que, para variar, eran expertos en criaturas extintas millones de años atrás. De seguro era la enésima vez que visitaban la dinogranja.
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Metaficción II: Destructor de mundos
Viễn tưởngHan pasado seis meses desde la amarga derrota de Raised. Pese a haber vencido, los recuerdos de tantas vidas perdidas atormentan a un Ricardo que no cree haber ganado en realidad. Lejos de Daniela y sin noticias de Vleick, un inesperado reencuentro...