Capitulo 1

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Esta historia es la más Heya que pude encontrar... al menos para mi...
Más tarde le hago la tapa. Pero les dejo aquí todo el amor a nuestras chicas




Primera Parte: El Amor es Eterno

—¿Quieres abrir una tienda en tu ciudad natal? ¿En Lima, Ohio? Creo que eso es grandioso—dijo Quinn mientras le entregaba a Santana una copa de vino tinto.

Santana asintió en agradecimiento.

—La ubicación es completamente idea de Jake. Al menos nos dará la oportunidad de estar con nuestra mamá, mientras estemos levantándola y gestionándola. Y luego nos permitirá atenderla a ella con mayor frecuencia, si tenemos una tienda ubicada allí.

—¿Así que no vas a moverla después de todo al centro de ayuda especial?—preguntó Rachel mientras se unía a ellas en el patio.

—Ese era el plan original, pero si tenemos una tienda allí, estaremos alrededor más de lo que hemos estado ahora. Ella ciertamente no estaba muy emocionada con esa opción—dijo Santana—Jake ha estado yendo ahí una vez a la semana. El cáncer todavía está en remisión, pero realmente hizo mella en ella la segunda vez. Mamá está agotada. Hay tantas cosas que ya no puede hacer—tomó un sorbo de su vino y dejó la copa sobre la mesa—Mientras estamos levantando la tienda y arrancándola, me quedaré con ella. Eso me dará la oportunidad de ver cómo le está yendo realmente. Sigo diciéndome a mí misma que setenta años no es ser viejo.

Pero ellos necesitaban tomar algún tipo de decisión.

Su hermano había asumido el papel de cuidador el último par de años.

No es que Santana se hubiese negado. Era sólo que no se atrevía a pasar más de un día ahí a la vez, por temor de encontrarse con Brittany.

Quinn la miró por un momento y Santana se preguntó si estaba cayendo en su papel de psicóloga.

—Has sido muy vaga en cuanto al por qué rara vez vas a cuidar de ella—dijo Quinn.

Santana le sonrió.

—¿Estás intentando ponerme en tu sofá, Dra. Fabray?

Quinn negó con la cabeza.

—No. Prometí que nunca haría eso—sonrió—Sin embargo serías un excelente modelo de estudio. Simplemente tenía curiosidad por saber si había algo que te mantenía aquí o había alguna razón en particular por la que evadías ir allá.

—¿Qué es lo que estás pescando, doctora?

Quinn se echó a reír.

—Rach y yo te hemos conocido por seis años, San. Sin embargo, sigues siendo un misterio.

—No soy un misterio—insistió—No intencionalmente, por lo menos.

—¿Por qué no has traído a Elaine?—preguntó Rachel—Aún están saliendo ¿no es así?

Santana alcanzó la botella de vino, añadiendo un poco más a su copa antes de contestar. No había visto a Elaine en dos semanas y no había hablado con ella en por lo menos seis o siete días.

¿Aún estaban saliendo?

—He estado muy ocupada—dijo evasivamente.

Quinn le dio su lenta sonrisa que decía que sabía que estaba mintiendo.

—Y otra que se escurre—Santana se encogió de hombros—No era serio, como sabes.

—Nunca lo son ¿o sí?

—Ella nos cae bien—dijo Rachel.

—Sólo porque ella y Quinn pueden hablar de cosas de doctores—Santana levantó una ceja—¿Realmente las he conocido durante seis años?

A los 17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora