Capitulo 43

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Santana sostuvo su mano sobre la parrilla de gas, determinando si estaba lo suficientemente caliente.

Tenía una gran variedad de hamburguesas y salchichas vegetarianas y las untaba a cada una con aceite de oliva para evitar que se pegaran.

Se volvió cuando un gran chapoteo en la piscina provocó risas a su alrededor.

Era uno de esos gloriosos días de comienzo del Verano…cielo azul despejado, poco o nada de viento y la temperatura perfecta para disfrutar de la terraza y la piscina.

Echó un vistazo a través del patio trasero, sintiéndose orgullosa en el hecho de que…a diferencia de todos los vecinos… ella y Brittany mantenían su propio césped. Había estado algo sorprendida por el entusiasmo de Brittany, especialmente cuando se trataba de segar, pero Brittany había descubierto que era algo que ella disfrutaba. Santana no podía, sin embargo, tomar el crédito por las flores. Eso era completamente trabajo de Brittany y su mamá.

En ese momento las miró, con Jake y Bree, descansando junto a la piscina, ya que Emily y Santiago y dos de sus amigos chapoteaban como los niños que eran.

Su mamá tenía una sonrisa de satisfacción en su rostro mientras escuchaba la conversación entre Bree y Brittany.

Santana tenía que admitir que la mudanza de su mamá aquí había sido la mejor decisión que podrían haber hecho. Su mamá había prosperado después de su cirugía y parecía más joven.

Santana volvió a la tarea de voltear las hamburguesas y salchichas, sonriendo mientras escuchaba la risa de los niños. Había regresado a Lima, Ohio hacía un año y le resultaba difícil imaginar vivir en otro lugar.

Ella y Jake estaban más cerca de lo que jamás habían estado y rara veces tenían desacuerdos sobre sus prácticas de negocios. Sus cuatro tiendas eran prósperas y no podían estar más complacidos.

Su relación con Quinn y Rachel, por otra parte, seguía como cuando se mudó a Lima, hablan solo por teléfono una vez por semana. Ellas se habían hecho muy amigas de Brittany también. Y decidieron que irían a Lima algunas semanas en Verano. Por otra parte Elaine ahora tenía una novia estable y la última vez que hablaron, las cuatro estaban planeando un crucero juntas después de visitarlas a ella y a Brittany.

Le gustaría decir que echaba de menos la amistad de Elaine, pero en realidad no era así. Como le había dicho a Brittany, nunca había terminado de encajar con ella, como lo hizo con Quinn y Rachel. Había pretendido ser la persona que ella quería que fuera y hubiera sido fácil encajar en ese molde. Pero al estar de vuelta en Lima, se había dado cuenta de lo vacío que era todo...de lo vacía que estaba, cuando estaba con Elaine.

—Hey ¿Soñando despierta otra vez, Sanny?

Sonrió mientras Brittany permanecía de pie cerca de ella, sus hombros rozándose.

—Si. Soñando despierta, Britt-Britt.

Brittany inclinó la cabeza.

—¿Eres feliz? Te estás volviendo una cocinera, Sanny.

Santana se echó a reír.

—No estoy segura de que realmente puedas llamar a esto cocinar—dijo mientras volteaba las hamburguesas una vez más—¿Eres feliz?

Brittany se acercó más.

—Soy muy feliz—dijo ella—Me encanta tener a tu familia alrededor.

—Nuestra familia, Britt—corrigió—Todo lo que necesitamos es a Ashton para que esté completa—cerró la tapa de la parrilla y apagó el fuego—Y podrás verlo en tres semanas.

—Y estará aquí por todo un mes—dijo Brittany sonriendo—Estoy ansiosa porque tú y él pasen algún tiempo juntos.

—Yo también—tomó la mano de Brittany y tiró de ella llevándola hacia adentro, haciendo una pausa para mirar por encima del hombro, descubriendo que Jake las miraba.

Él sonrió y negó con la cabeza. Y ella le devolvió la sonrisa. Una vez adentro, atrajo a Brittany hacia sus brazos.

—Dios, Te amo, Brittany—susurró besándola suavemente, lentamente.

Los brazos de Brittany se apretaron a su alrededor.

—Te amo, mi Sanny. Siempre.

Sus ojos se sostuvieron y Santana vio todo lo que necesitaba en la vida, ahí mismo, en los ojos de Brittany.

Era una mirada que había visto por primera vez cuando...

—Tenía diez años—susurró Santana.

Brittany frunció el ceño ante sus palabras, pero Santana simplemente sonrió y la besó nuevamente.

—Nada...sólo que...te amo Britt-Britt.

FIN

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Siempre para ti.

A los 17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora