LAGGING SIGNAL
En retrospectiva, Bella debería haber notado los cambios.
Podría haberle echado la culpa al... apuro de Jacob, a su desamor o a cualquier desdicha adolescente.
Sin embargo, para ser honesta... Hacía mucho tiempo que no se sentía unida a algo; no desde Edward.
¿Y cómo se conecta uno a sí mismo sin una base de realidad? ¿De quiénes son?
Bella no tenía ataduras, y menos ahora que Jacob había vuelto a romper el techo de cristal de su disonancia cognitiva con la flotabilidad que le había dado.
La vida la tenía atada y Bella no tenía miedo de admitir que necesitaba salirse.
No evitaría todo (ni a todos) durante mucho tiempo. Sólo lo suficiente para recuperarse. Porque si algo había aprendido durante sus primeros meses de indiferencia -cuando el mero hecho de pensar en Edward le hacía sentir el corazón como una herida infectada y palpitante- era que el mundo giraba hacia delante, por muy pesadas que fueran sus luchas mortales.
Tal vez por eso, durante su mes de vacaciones mentales dedicado a reprimir cualquier pensamiento sobre vampiros o... lobos, la vida decidió demostrarle por qué no estaba exenta de su eterna y sencilla regla.
Porque fue entonces cuando llegó la primera señal.
Su sueño comenzó con los sospechosos habituales:
Sol. Listo.
Edward. Listo.
Felicidad. Listo.
El prado disfrutaba de los últimos restos del sol poniente, mientras Bella y Edward yacían juntos sobre la hierba templada. Se tomaban de la mano, acunando el amor en sus ojos mientras se miraban mientras las mariposas American Lady y las Blue-eyed Darners revoloteaban alrededor de sus cabezas.
Edward movió la palma de la mano para sujetar la muñeca de Bella y le pasó un pulgar suave y frío por el punto de su pulso acelerado. Fue un suave recordatorio de su naturaleza, una advertencia afrodisíaca que hizo que a Bella le dieran vueltas las hormonas.
Se inclinó hacia delante con una mirada de topacio aguda y ardiente. Bella jadeó (suponía que parte de la emoción consistía en no saber si la besaría o la mataría).
Notó que se fruncía ligeramente y cerró los ojos. Sus besos eran opiáceos azucarados que provocaban una energía diabólica en Bella. Nada podía mejorar aquel momento.
Y entonces un gruñido bajo y áspero penetró en el aire.
Bella abrió los ojos de golpe y se encontró abrazada a la tensa espalda de Edward, que miraba hacia el bosque sombrío con un aura premonitoria.
Pero el sol acababa de...
No tuvo tiempo de cuestionarse la repentina oscuridad. Edward gritó: "¡Espera!", y se lanzó a través de los pinos en dirección opuesta al origen del sonido.
Los árboles se separaron (distorsionados en su curva) y permitieron su entrada. Bella se sintió como un insecto en una trampa para moscas Venus, esperando a que las ramas se abrieran de golpe y la devoraran entera. Pero, de algún modo, el camino se mantuvo abierto. Bella hundió la cabeza en el cuello de él, inhalando. Su aroma a miel de flores alivió sus inquietos huesos. No había razón para temer con Edward cerca. Después de todo, ¿qué podía detenerlo?
Sin embargo, pronto Edward dio un respingo y Bella casi se da un latigazo. Nunca lo había visto tan descoordinado y si eso la preocupaba, ver su cara la aterrorizaba.
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Moonchild | Rosella
FanfictionDespués de que los Cullen abandonen Forks, Bella cae en una profunda depresión y empieza a arriesgar su vida para crear alucinaciones de su ex novio. Una noche, durante otro intento de ver a Edward, se cruza con un hombre lobo fugitivo, desencadenan...