THE VIOLET HOUR
Bella estaba sentada en la mesa de la cocina, mirando las pequeñas motas de polvo que flotaban en el aire, mientras soñaba despierta.
Los días posteriores al funeral de Harry, Bella y Charlie habían pasado mucho tiempo en La Push, visitando a los Clearwater y ayudando en lo que podían. La matriarca sobrellevó la muerte de su marido con una gracia profunda, manteniéndose como un ancla para sus hijos, manteniéndolos estables. A Bella se le encogía el corazón al ver cuánto protegían los Quileute a los suyos. Todos los días pasaban por casa de Sue rostros amables que traían regalos, reparaban cualquier cosa rota o venían a la casa a cocinar o limpiar. Sam solía llevar a Leah y a Seth a cazar al bosque, guiándoles para que liberaran la energía acumulada por el dolor.
Con el tiempo, Bella y su padre empezaron a darles espacio mientras Charlie volvía al trabajo y ella se ponía al día con las tareas escolares. En medio de la resolución de un problema de cálculo, su mente empezó a sumergirse en un mar de dolor y pérdida impotente, olas que se habían vuelto más frecuentes ahora que estaba sola.
Unos golpes firmes la sacaron de sus pensamientos.
El aroma a ámbar, sándalo y aceite de motor fluía bajo el burlete de la puerta principal.
Bella frunció el ceño. Jacob.
Desde la noche de la llegada de los Cullen y el fallecimiento de Harry, no habían tenido mucho tiempo para hablar.
De todos modos, Bella no estaba segura de querer hacerlo.
Jacob era una bendición en su vida por muchas razones, pero aquella noche en casa de los Cullen reveló cierta intensidad en él que ella ya no podía ignorar.
Había sido demasiado fácil esconderlo bajo las alfombras en medio de su depresión y con Victoria suelta.
Jacob representaba la seguridad, la felicidad, un puerto caldeado por el sol en el temperamento siempre lluvioso de Forks, y a Bella le había costado mucho librarse de su presencia, sobre todo cuando se convirtió en un elemento tan permanente en su corazón.
Pero, ¿estaba siendo egoísta si nunca se enfrentaba a la verdad sobre los verdaderos sentimientos de Jacob? ¿Aunque sólo fuera para protegerse de la posibilidad de que él la abandonara si no era correspondida?
Otro golpe rítmico en la jamba de la puerta. Bella suspiró, se recompuso y fue a abrir la puerta.
Bella no pudo evitar una pequeña sonrisa al ver cómo Jacob estiraba la cabeza hacia atrás, con los ojos cerrados, para atrapar los rayos del sol de media tarde. Parecía más un gran gato doméstico que un temible lobo. Un segundo después, su mejor amigo parpadeó y dirigió la mirada hacia Bella. En sus ojos, Bella leyó una miríada de emociones, muchas de las cuales conocía y otras no. Le resultaba curioso que, de algún modo, se mantuvieran en sintonía, incluso en su incertidumbre individual.
Jacob respiró hondo y exhaló un elocuente: "Hola".
"Hola". Bella hizo eco. Oyó un pequeño ruido metálico y miró el familiar y desgastado casco de motociclista que llevaba en la mano. Detrás de él, vio que el camión de Billy albergaba dos motocicletas, una de ellas con un casco adicional atado al manillar. Enarcó una ceja al ver al chico e instintivamente miró a su alrededor en busca de Charlie. En su sentido arácnido de "mi padre es un policía protector", Bella tuvo la hipótesis de que a Charlie no le gustaría la imagen que Jacob y ella estaban pintando en ese momento. Volvió a dirigir su mirada interrogante a su amigo.
"Yo...", Jacob se frotó la nuca, "pensé que sería bueno que pasáramos un rato juntos. No hemos tenido tiempo de hablar después de todo".
Bella asintió, mordiéndose la comisura del labio. Inclinó la cabeza hacia las motos. "¿Y las motos?"
ESTÁS LEYENDO
Moonchild | Rosella
FanfictionDespués de que los Cullen abandonen Forks, Bella cae en una profunda depresión y empieza a arriesgar su vida para crear alucinaciones de su ex novio. Una noche, durante otro intento de ver a Edward, se cruza con un hombre lobo fugitivo, desencadenan...