Capitulo 23

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HIS SISTER'S REAPER

Goteo.

Goteo.

Goteo.

El sonido del agua resonando en las paredes cavernosas fue lo primero que percibió Bella cuando recuperó la conciencia.

¿Se había vuelto a romper el radiador? Bella frunció el ceño en sueños-. Creía que Charlie lo había arreglado hace semanas.

Silbido.

Un respiradero cercano liberó vapor, un recordatorio del corazón ardiente del volcán que yacía latente bajo ellos. Abrió los ojos, luchando contra la somnolencia que le nublaba los sentidos.

La luz tenue y vacilante de la cavernosa habitación proyectaba sombras ominosas sobre sus escarpadas paredes volcánicas. Bella intentó moverse, pero el dolor agudo que le atravesaba la nuca detuvo sus esfuerzos.

El tintineo de las cadenas acompañaba cada uno de sus movimientos, una clara señal de su cautiverio. Miró hacia abajo y tiró. Estaba atada con cadenas de un oro extraño y brillante que parecía desafiar su fuerza sobrenatural.

Al observar su entorno, Bella vio que se encontraban en una sala que combinaba formaciones rocosas naturales con estructuras artificiales. Las paredes mostraban insignias y símbolos tribales que brillaban suavemente en la penumbra, mientras que del suelo surgía más vapor de las fisuras.

Leah yacía a su lado, inconsciente y atada, con la respiración entrecortada.

"Leah" -siseó Bella, con voz entrecortada, pero la metamorfa no se movió.

Volvió a intentarlo, esta vez más fuerte: "¡Leah!".

Con un gemido, Leah abrió los ojos, confundida y luego consciente de lo que la rodeaba.

"¿Dónde demonios estamos?" murmuró Leah, tratando de incorporarse, sólo para hacer una mueca de dolor cuando las cadenas se tensaron contra su piel.

"En algún lugar dentro de Erebus", conjeturó Bella, con los ojos sombríos mientras recorría la celda. "Pero no sé dónde está Rosalie".

La ausencia de Rosalie provocó una nueva oleada de pánico en Bella. Tiró de las cadenas y su frustración aumentó con cada tirón inútil. El tintineo de las cadenas se oía en la silenciosa habitación, una sinfonía desesperada de su creciente miedo y rabia.

"Bella", le advirtió Leah, "quizá deberías...".

Unos pasos se acercaban, y el sonido resonaba ominosamente en la enorme sala.

Bella y Leah intercambiaron una mirada, un acuerdo silencioso para prepararse para lo que viniera. Los temblores comenzaron a sacudir el cuerpo de Leah mientras la plata se colaba en los ojos de Bella.

Los pasos se hicieron más fuertes y cercanos, hasta que finalmente tres figuras emergieron de las sombras.

Al ver aquella máscara de lobo despiadado, Bella gruñó, baja y profunda, con los brazos tensos contra el metal, incluso cuando las extrañas cadenas filtraban la energía de su cuerpo.

El que cortó a Rose, el lobo de Bella aulló. Matar. A él.

El guerrero ladeó la cabeza, observando a las mujeres, antes de murmurar algo a los dos guardias que tenía detrás. Uno de los guardias, adornado con una máscara de león, abrió la puerta de la jaula para el guerrero, abanicándose detrás de él mientras entraba en la habitación.

"¿Dónde está Rosalie?" murmuró Bella, con los ojos plateados.

El guerrero ignoró sus preguntas. "Me dirás cuál es tu propósito al venir aquí".

Moonchild | RosellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora