Moonchild | Rosella

Capitulo 8

AVALANCHE OF CHANGES

Volvían a ser las vacaciones de primavera en Forks.

Cuando Bella se despertó el lunes por la mañana, permaneció unos segundos tumbada en la cama asimilándolo. La primavera pasada, ella también había sido cazada por un vampiro. Esta primavera, la vida añadía un hombre lobo al montón de cartas.

Espero que no se esté formando una especie de tradición.

Bella ya estaba cayendo en el patrón de las cosas en La Push. Había pasado la mayor parte del domingo en la playa, mientras Charlie pasaba el rato con Billy en casa de los Black. Se suponía que debía estar con Jacob, pero él tenía otras cosas que hacer, así que se quedó sola, ocultando sus secretos a Charlie.

Cuando Jacob fue a ver a Bella, se disculpó por haberla abandonado tanto. Le dijo que su agenda no siempre era tan alocada, pero que hasta que detuvieran a Victoria, los lobos estaban en alerta roja.

Esa noche, Sam y Emily se reunieron con Charlie y Bella para tomar el postre en casa de Billy. Emily trajo un pastel que habría conquistado a un hombre más duro que Charlie. Pudo ver, a medida que la conversación fluía con naturalidad a través de una serie de temas casuales, que cualquier preocupación que Charlie pudiera haber albergado sobre las bandas en La Push se disolvía.

Jake y Bella salieron temprano, para tener algo de intimidad. Salieron a su garaje y se sentaron en el Rabbit. Jacob echó la cabeza hacia atrás, con la cara dibujada por el cansancio.

"Necesitas dormir, Jake". Murmuró.

"Ya lo haré".

Se acercó y tomó la mano de Bella. Su piel ardía en la de ella. "¿Es una de esas cosas de lobo?" Le preguntó. "El calor, quiero decir."

"Sí. Pasamos un poco más de calor que la gente normal. Unos 108°, 109°. Yo ya nunca tengo frío. Podría estar así" -señaló su torso desnudo- "en una tormenta de nieve y no me molestaría. Los copos se convertirían en lluvia donde yo estuviera".

"Y todos se curan rápido, ¿eso también es cosa de lobos?".

"Sí, ¿quieres verlo? Es genial". Abrió los ojos y sonrió. Alargó la mano alrededor de Bella hasta la guantera y rebuscó un momento. De su mano salió una navaja.

"¡No, no quiero ver!" gritó Bella en cuanto se dio cuenta de lo que estaba pensando. "¡Guarda eso!"

Jacob soltó una risita, pero devolvió la navaja a su sitio. "Bien. Aunque menos mal que nos curamos. No puedes ir a ver a cualquier médico cuando tienes una temperatura que debería significar que estás muerto".

"No, supongo que no." Bella lo pensó un momento. "...Y ser tan grande... ¿eso es parte de ello? ¿Es por eso que estás tan preocupado por Quil?"

"Por eso y porque el abuelo de Quil dice que el chico podría freír un huevo en la frente". El rostro de Jacob se tornó desesperanzado. "No tardará mucho. No hay una edad exacta... crece y crece y de repente...". Se interrumpió, y pasó un momento antes de que pudiera volver a hablar. "A veces, si te enfadas mucho o algo, eso puede desencadenarlo antes. Pero yo no estaba enfadado por nada, estaba feliz". Se rió, amargado. "Por ti, principalmente. Por eso no me pasó antes. En vez de eso, se fue acumulando dentro de mí, era como una bomba de relojería. ¿Sabes lo que me hizo estallar? Volví del cine y Billy dijo que me veía raro. Eso fue todo, pero estallé. Y entonces exploté. Casi le arranco la cara... ¡a mi propio padre!". Se estremeció y su rostro palideció.

"¿Es realmente malo, Jake?" Preguntó, ansiosa. "¿Te sientes miserable?"

"No, no soy desgraciado", sacudió la cabeza. "Ya no. No ahora que lo sabes y... puedes entenderlo de verdad. Antes era difícil". Se inclinó para que su mejilla descansara sobre la cabeza de Bella.