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Salí del auto con el rostro en blanco, sintiendo como el aire fresco de la noche me golpeaba de frente. De inmediato, las luces de los flashes comenzaron a parpadear a nuestro alrededor, y pude detectar la mirada de Nico diciéndome que me ponga la máscara pública; básicamente sonreír, saludar, fingir que estoy completamente cómodo

Pero esta vez no hice nada de eso, mi mente, en realidad, estaba lejos. Pensando aún en la breve llamada con mi padre y en cómo, una vez más, me había dejado vacío

Nico se adelantó, guiándome entre la multitud mientras los periodistas gritaban preguntas, esperando que yo hiciera alguna declaración. Yo solo caminaba como en piloto automático. Solo me reconfortaba la idea de que Goncho llegaría en algún momento.

—¡Iván! ¡Iván! ¿Unas palabras para la prensa? —gritó una voz desde la multitud.

Parpadeé, tratando de regresar al presente. Miré a Nico, buscando una señal, y él me dio un pequeño asentimiento. Me giré hacia el origen de las voces y asentí.

—Mientras sean unas pocas, adelante —respondí, más por compromiso que por verdadera disposición.

Los micrófonos se alzaron frente a mí y, por un momento, la presión se sintió abrumadora. Pero era parte del espectáculo.

Me acerqué un poco más, lo suficiente para que los micrófonos quedaran a una distancia cómoda, pero sin querer involucrarme demasiado.

—Iván, ¿cómo te sentís con el éxito de tu novela? —preguntó una periodista desde el frente, su sonrisa amplia y ensayada.

—Agradecido, supongo.

Otra pregunta llegó casi de inmediato, de un periodista que luchaba por hacerse notar entre la multitud.

—¿Qué nos podés contar sobre tus próximos proyectos? ¿Estás trabajando en algo nuevo?

La pregunta me obligó a una pausa. Mi mente volvió a las largas noches sentado en el suelo de mi habitación, rodeado de papeles, intentando escribir algo que me dejara satisfecho. Me revolví incómodo ante la idea de hablar de lo que aún sentía inacabado.

—Siempre estoy escribiendo algo, pero prefiero no dar más detalles

—¡Se ha hablado mucho de tu relación con el cine! —gritó otro periodista desde más atrás—. ¿Tenés pensado seguir los pasos de tu padre?

Ese comentario me golpeó más de lo esperado. Sentí cómo un nudo se formaba en mi garganta. La presencia de mi padre siempre se infiltraba en cada rincón de mi carrera, a pesar de su ausencia física.

—Todos seguimos nuestro propio camino, no busco parecerme a él.

La multitud seguía expectante, pero ya no tenía ganas de continuar. Nico se dio cuenta, y con un gesto rápido indicó que era suficiente.

—¡Última, Ültima! ¿Qué tienes para decir sobre los rumores que se han esparcido sobre usted y Rodrigo Carrera?

Me mantuve pensante, sin saber por completo de que rumores hablaba. Dirigí mi mirada hacia Nico en busca de una respuesta.

Nico me lanzó una mirada rápida, pero su expresión se mantuvo neutral, como si quisiera dejarme decidir cómo manejar la situación. Respiré hondo, tratando de no dejar que los rumores —fueran cuales fueran— me afectaran. El nombre de Rodrigo Carrera no era nuevo para mí, pero no entendía a qué se referían exactamente.

—No estoy al tanto de esos rumores —respondí con el ceño fruncido—. Rodrigo es un compañero muy talentoso, y le tengo mucho respeto, pero supongo que no hay más que eso.

La multitud de periodistas murmuró entre ellos, buscando cualquier señal de algo más jugoso en mi respuesta, pero yo no les iba a dar el gusto. Sabía lo rápido que podían distorsionar las palabras si se los permitía.

Nico aprovechó la pausa y dio un paso al frente.

—Bueno, chicos, eso es todo por hoy. Iván tiene compromisos dentro, pero les agradecemos su tiempo y apoyo. —dijo con firmeza, empujándome suavemente hacia la entrada del evento.

Mientras nos alejábamos de la multitud, me di cuenta de lo agotador que había sido el breve encuentro. Miré a Nico, que ya estaba de vuelta en su teléfono, probablemente organizando lo que venía.

—¿De qué hablaban? —le pregunté finalmente, manteniendo mi voz baja para que nadie alrededor pudiera oír.

Nico suspiró, apartando la vista de la pantalla por un momento.

—Rodrigo Carrera, el actor. Hay rumores en redes sociales diciendo que están trabajando juntos en algún proyecto secreto o, ya sabes, lo de siempre... algo más personal.

Me tensé ante sus palabras. No solo porque no había absolutamente nada entre Rodrigo y yo, sino porque ni siquiera estaba en mis planes trabajar con él.

—Nada de eso es verdad —respondí, sintiendo la incomodidad escalar dentro de mí.

Nico se encogió de hombros, volviendo a enfocarse en su teléfono.

—Ya sabés cómo funciona esto. Mañana estarán hablando de otra cosa. No te preocupes, solo hay que mantenernos enfocados en lo importante.

Asentí, aunque no pude evitar sentir una nube de incomodidad sobre mí mientras avanzábamos hacia el bullicio del evento.

Iván Buhajeruk y Rodrigo Carrera: ¿El nuevo dúo romántico de la literatura y el cine?

05 de junio de 2024

El aclamado escritor Iván Buhajeruk y el reconocido actor Rodrigo Carrera parecen haber captado la atención del público no solo por sus respectivas carreras, sino también por un rumor que ha empezado a ganar fuerza en las redes sociales: una supuesta relación romántica entre ambos.

A pesar de qué el rumor comenzó hace varias semanas, la chispa de esta especulación se encendió durante un evento reciente en el que Buhajeruk presentó su última novela. A pesar de que el evento giraba en torno a su trabajo literario, las preguntas de los periodistas rápidamente se desviaron hacia su vida personal. Una de las preguntas que generó más revuelo fue acerca de su relación con Carrera, lo que dejó a el escritor visiblemente incómodo, pero sin negar la posibilidad.

Entre escenas y letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora