Me desperté temprano, aunque no podía decir que descansado. La carrera del domingo todavía me rondaba la cabeza, y entre la bronca por el choque y la insistencia de Chiara, sabía que el día no sería tranquilo.Estaba sentado en la cama del hotel, revisando correos cuando el teléfono sonó. Al ver el nombre de Chiara en la pantalla, solté un suspiro.
—Chiara, ¿qué querés ahora? —respondí al atender, con el tono seco que solo ella sabía sacarme.
—Buen día para vos también, Aron —dijo con una ironía tan afilada que me hizo cerrar los ojos con frustración—. Estuve pensando en lo de la gala.
—No quiero escuchar otra idea tuya, ya me hinchaste con lo de llevar a Emilia.
—Es exactamente de eso de lo que quiero hablarte. —Ignoró mi protesta como si ni la hubiera dicho—. Escuchame, Aron. Si la llevás unos días antes, podemos prepararla. Le enseñamos un poco de modales, de protocolo…
—No es necesario. Emilia sabe caminar, hablar y sonreír. ¿Qué más querés?
—¿Que no haga un papelón al lado de vos? —disparó sin filtro.
—¡Por favor, Chiara! —bufé, pasándome una mano por el cabello—. ¿Qué tan difícil puede ser asistir a una gala?
—No es solo la gala. Hay reuniones con los sponsors, entrevistas, fotos. Aron, vos querés que esto salga bien, ¿no?
—Ya te dije que Emilia no quiere nada de esto.
—Y por eso la llevás. Si pasa más tiempo con vos y entiende la importancia del evento, se va a involucrar más.
—No va a pasar.
—Vos no tenés opción, Aron. Es tu reputación, tu contrato, tu carrera. ¿Querés que los medios digan que tu "pareja" es un desastre social?
Me quedé en silencio. Sabía que Chiara tenía razón, pero la sola idea de pasar varios días con Emilia me hacía doler la cabeza.
—Bueno, ¿qué decís? —insistió ella, casi en tono de madre.
—Está bien, lo hago —murmuré al final, resignado.
—Sabía que entrarías en razón. Ahora andá a buscarla y preparate para tener paciencia. La vas a necesitar.
Colgué sin despedirme y me dirigí al baño para prepararme. Después de una ducha rápida, salí del hotel y tomé un auto hasta la casa de Emilia. No tardé mucho en llegar.
Al bajarme, me encontré con su familia saliendo. Su mamá y su papá, ambos con una sonrisa amable, me saludaron con calidez.
—¿Aron? ¿Qué sorpresa? —dijo su madre, acomodándose la cartera al hombro.
—Vine a buscar a Emilia. Vamos a viajar unos días antes a Monzan para prepararnos para la gala.
Su papá asintió con entusiasmo.
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Faking Love
Teen FictionLa historia sigue a Aron Müeller, un talentoso piloto de Fórmula 1 cuya reputación como mujeriego ha comenzado a afectar su carrera. Para revertir esta imagen negativa y recuperar el apoyo de sus patrocinadores, su equipo de marketing idea una estra...