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Las luces brillaban sobre el agua en movimiento, Hongjoong y Seonghwa habían salido a un polideportivo a las afueras de la ciudad, un lugar más íntimo y lejos del bullicio donde ambos habían decidido pasar la tarde, claro luego de la insistencia de Hongjoong. El agua reflejaba se movía ligeramente con cada brazada que Seonghwa daba, concentrado en sus movimientos, como si el mundo fuera solo él y la calma del agua.

Desde una tumbona a un lado de la piscina, Hongjoong lo observaba en silencio, con una ligera sonrisa curvando sus labios. No importaba cuántas veces lo viera nadar, Seonghwa siempre lograba sorprenderlo, no solo por su habilidad, sino por la serenidad que proyectaba en cada uno de sus movimientos. Aun haciendo tales movimientos como lo era el viraje bajo el agua, en el que se acoplaba perfectamente bien impulsándose con la pared antes de salir disparado como una flecha. Era bastante grato verlo como se mueve con tanta libertad.

Se levanta de su lugar y lo sigue trotando hasta el otro extremo de la piscina, para recibirlo cuando Seonghwa emerja. Se agacha y con una amplia sonrisa espera que el otro se quite las gafas, le escucha cansado pero parecía contento de recordar todas las técnicas.

—Me pregunto si podré verte nadar así todos los días...—murmuró Hongjoong para sí mismo, con una leve sonrisa, recordando que si nada sale como ha planeado. Separarse de Seonghwa es lo que más le dolería en la vida

Seonghwa, que acababa de emerger del agua tras completar una vuelta más, había estado alternando los nados, recuperando la costumbre que el estado físico le permitía, se detuvo al borde de la piscina y apoyó sus brazos ahí para sostenerse, dejando que las gotas cayeran libremente sobre su rostro. Con una sonrisa burlona, levantó una ceja.

—¿Y qué piensas? —preguntó, con un brillo juguetón en los ojos—¿Te gusta el show?

—Si sigues nadando así, voy a tener que empezar a cobrar entrada... no mejor no, cualquiera podría echarte el ojo encima con ese traje de neopreno... los deportistas son muy codiciados últimamente—respondió Hongjoong con una carcajada, acomodándose mejor y sacando su celular para tomarle una foto discreta a Seonghwa dentro del agua. Aunque ya tenía un repertorio en los cuarenta minutos que llevan ahí.

Seonghwa rió y le lanzó un poco de agua, viendo cómo Hongjoong fingía cubrirse de las gotas.

—No tienes idea de lo que dices —comenta tarándose hacia atrás y flotando en la superficie—. Pero admito que me gusta que me mires. Me haces sentir como una estrella o algo así.

—Es que lo eres, —dijo Hongjoong, bajando el teléfono y apoyando los codos en sus rodillas—. Y no solo en la piscina.

Seonghwa se detuvo a medio camino, mirándolo desde su posición, sorprendido por el tono serio de Hongjoong. Algo en su expresión lo hizo sonreír de nuevo, esta vez de manera más suave, como si esas palabras hubieran alcanzado un lugar especial en su corazón. Siendo sinceros el significado que le había dado de ser la estrella como comentó, tenía más peso sentimental que cualquier otro apodo compartido.

—A veces me pregunto si tú también te ves de esa manera—añadió Hongjoong con una mirada pensativa—. Quiero decir, eres increíble en tantas cosas, pero siento que no te das suficiente crédito por ello.

—La introspectiva a veces es difícil, ¿no?, —Seonghwa dejó escapar una pequeña risa mientras flotaba de espaldas en el agua—. No todos podemos ser tan geniales como el futuro productor más exitoso de Corea.

—Oh, vamos, ahora me estás adulando—se burló Hongjoong, pero una sonrisa genuina apareció en su rostro—. Sigue así y te invito una cena más tarde.

—No es adulación si es verdad—replicó Seonghwa con picardía antes de sumergirse nuevamente.

Hongjoong lo siguió con la mirada cuando volvía a moverse a través del agua. Aunque estaban bromeando, las palabras de Seonghwa lo habían tocado más de lo que quería admitir. Desde que habían comenzado a salir oficialmente, Hongjoong no dejaba de pensar en lo afortunado que era de tener a alguien como él a su lado y que por supuesto él había decidido dar el paso, algo que de alguna manera le hizo sentir cierta libertad. Seonghwa siempre había sido su apoyo, tanto en los buenos como en los malos momentos.

Be my Girlfriend! | HongHwaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora