Single Dad! {KageHina Omegaverse}

26

Tras la visita a los padres de Tobio, Shoyo había estado un poco más... Consciente de su posición.

Todos a su alrededor siempre habían sido personas tan cálidas con él y el hecho de que era padre soltero, que la agresividad del Omega mayor que le había demostrado lo había hecho notarlo.

No era habitual que un Omega con tal reputación y antecedentes estuviera en una relación con tal Alfa.

Aún así, trataba de hacer lo mejor que pudiese, tratando su relación romántica con la mayor normalidad posible. Kageyama lo notaba pero no sabía como demostrarle a Shoyo que él no pensaba como su padre.

Y Usagi notaba, sabía que su papá estaba raro. Sus dos padres estaban raros. Uno estaba nervioso, poniendo esa sonrisa enorme y carismática que lo caracterizaba y fingiendo que era invencible. Y el otro miraba diferente a su ex marido. Lo veía fijamente con nostalgia, y un sentimiento... Raro.

Todos los adultos a su alrededor eran raros.

-¡Cuídate, Sagi!- Dijo el Omega frente al kinder del menor. El castaño menor asintió tímidamente antes de caminar a la entrada a pequeños pasitos tímidos.

-Uh... Señor Miya...- Dijo una maestra acercándose al Omega.
-Hinata.- Corrigió el pelirrojo, enderezándose, la Beta asintió.
-Sí, lo siento... Señor Hinata, necesitamos hablar con usted, sobre... Una situación que se ha desatado respecto a su hijo.- Exclamó ella. Shoyo arqueó la ceja.

Usagi era muy educado, muy tímido y muy... Suyo. ¿Qué podría haber hecho el infante para que llamen a Shoyo?

Claro, cuando le presentaron los muchos dibujos que Usagi había hecho de él con su nueva pareja, su cara no pudo evitar ponerse completamente roja.

-Usagi últimamente dice que... ¿Es su novio?- Dijo la Beta.
-A-ah... Son cosas de niños, n-no le preste mucha atención.- Dijo avergonzado el Omega.
-¡Claro! Eso lo entiendo, pero necesitamos enseñarle a Usagi que mentir no está bien, ¿De acuerdo? Por el bien de él, usted entiende.- Sonrió ella.

-Pero si no es mentira...- Susurró el castaño, haciendo un puchero mientras miraba sus dibujos sobre la mesa.
-Lo sé, Sagi. Pero son cosas... De adultos. No debes andar diciendo esas cosas en la escuela.- Le dijo el pelirrojo, jugando con el pelo del menor.
-Mm...- Respondió el infante a modo de queja.

El timbre sonó, causando una distracción para el Omega.

-Voy a ver quién es.- Se levantó, dejando a Usagi mirando sus dibujos.

Al abrir la puerta, su mirada se encontró con la de Kageyama, el azabache sonrió con un suave rubor en las mejillas.
-Hola.- Dijo tímidamente el menor. Shoyo rió tiernamente.
-Hola.- Le dijo, antes de dejarlo pasar.

-¡Tobio-Kun!- Exclamó Usagi, antes de levantarse a torpes pisotones y acercarse al azabache, quien lo levantó con facilidad con una mano.
-Usagi.- Le dijo en respuesta.
-Voy a guardar las cosas de Usagi. Si quieres, puedes quedarte en la sala.- Le dijo Shoyo, antes de darse la vuelta.

El Alfa asintió, llevándose al niño como saco de papas, mientras este le contaba alegremente del día que había tenido.

-Oye, Tobio-Kun... ¿Te puedo preguntar algo?- Dijo tímidamente Usagi. Kageyama parpadeó antes de asentir.
-Lo que quieras, Usagi.-
-Uhm... Bueno, ¿Sí eres el novio de mi papi, verdad?- Dijo en un susurro tímido. Kageyama explotó en rojo al escuchar al menor, volteó nerviosamente a Shoyo, quien miraba de la misma manera a su pareja e hijo.

YA SÉ QUE DESAPARECÍ PERDÓN.

es que ahora tmbn tengo trabajo, imagínense cuanto tiempo ya no tengo unu

ya les voy a dar seggso, solo denme unas horas