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Atsumu miraba el techo de su habitación

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Atsumu miraba el techo de su habitación. Estaba en el punto que él había soñado desde hace mucho tiempo atrás, pero sorpresivamente, Shoyo no estaba a su lado.

El pelirrojo, desde que lo conoció, quería jugar Volley. Claro, descartando la variante "Usagi" habría podido hacerlo, pero decidió priorizar a su bebé.

Era justo y válido. Pero seguía sintiendo que era extraño. Saber que Shoyo podia hacer algo así.

Respiró fuertemente antes de esbozar una suave sonrisa.

-¿Qué clase de flor le gustaran?- Dijo. Realmente no lo recordaba.

 Realmente no lo recordaba

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Usagi había ido al kinder. Como normalmente hacía a esas horas, mientras Sho terminaba de escribir un proyecto, con la clase como ruido de fondo.

De pronto un golpe en la puerta lo distrajo.

Se levantó y al abrirla, se encontró con su ex marido. Y un ramo de rosas.

-¿Qué haces aquí?-
-Vengo por Usagi.-
-Es miercoles. Y son las diez de la mañana.- Le dijo con una ceja arqueada.

-¿Y?-
-Está en la escuela.-
-Ah.-

De pronto sus mejillas se colorearon de rojo.
¡Obviamente estaba en la escuela a esa hora!

-B-bueno... Ya que estoy aquí... Puedes tomar las flores...- Les extendió al Omega, quien las tomó entre sus manos y devolvió la mirada al Alfa.
-Gracias, Tsumu. Ya te puedes ir.- Le dijo con una suave sonrisa. El rubio asintió avergonzado de la situación.
Shoyo cerró la puerta y puso las rosas sobre la mesa, mientras seguía escuchando la clase y acabando su proyecto.

Y Miya solo se sentó en cuclillas frente a la puerta, muriendo de la vergüenza.

-¿Me veo bien?- Preguntó Hinata frente al espejo

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-¿Me veo bien?- Preguntó Hinata frente al espejo.

Estaba nervioso. Le gustaba Tobio y todo eso, pero se conocían de muy poco.

Aunque pasaban horas hablando por teléfono y mensaje. Y aunque todos los días se enviaran una foto de su desayuno, almuerzo y cena.

-Sí, Shoyo.- Dijo Kenma, mientras hacía moños con el cabello de Usagi. El niño estaba jugando con el celular del mayor.

Hinata se había puesto una camiseta blanca, un pantalón de mezclilla sencillo y una sudadera verde militar oversize.

-Te ves bonito, papi.- Dijo Usagi, levantando un poco la mirada. El Omega rió suavemente.
-Gracias, mi amor...- Dijo antes de acercarse y besar su cabello castaño.

-Gracias por cuidar de él hoy, Kenma.-
-Sin problema.- Le respondió con una sonrisa sutil, como solo el teñido sabía sonreír.
Pronto escuchó un golpe en la puerta. Se acomodó un poco el pelo antes de suspirar.
-¡Nos vemos! ¡Usagi, debes dormiste antes de las nueve!- Le dijo al infante. El mencionado hizo un puchero.

-Nos vamos a dormir a las diez.- Le susurró al menor.
-¡Sip!- Dijo con una sonrisa cómplice.

Shoyo respiró un poco antes de abrir la puerta, siendo recibido por una cabellera azabache con una sonrisa nerviosa.
-Hinata-San...- Susurró, el pelirrojo solo rió ante el nerviosismo de Tobio.
-¿Nos vamos, Kageyama?- Le propuso, dejando el departamento.

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Single Dad! {KageHina Omegaverse}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora