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Hinata terminaba de preparar la cena, mientras Usagi estaba sentado en la mesa, dibujaba su día

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Hinata terminaba de preparar la cena, mientras Usagi estaba sentado en la mesa, dibujaba su día.

-Usagi, ¿Quieres ir al parque?- Preguntó el Omega una vez probó la sal de la sopa.
-¿No vamos a comer?- Dijo el menos, el pelirrojo soltó una suave risa.
-Sí, pero podemos esperar.- Fue entonces que el infante se levantó sobre la silla y empezó a saltar.
-¡Sí, sí, sí!- Exclamó.

Shoyo se lanzó a levantar a Usagi, que estaba a punto de resbalarse y caer al suelo.

-¿Estás bien?- Dijo el pelirrojo.
-Mhm.- Dijo el menor. Shoyo suspiró aliviado.

Usagi estaba corriendo en el parque

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Usagi estaba corriendo en el parque. Era generalmente un niño calmado, pero si podía le gustaba correr y subir a todo.

Aunque se cayera. Shoyo solo lo miraba con una sonrisa desde la banca.
-¡Papi, papi!- Llegó corriendo el infante con flores entre sus manos.
-¡Son para tí!- Exclamó, antes de escalar a las piernas del pelirrojo y empezar a decorar su cabeza con pequeñas florecitas.

Mientras tanto, Kageyama Tobio estaba dando un breve paseo.

Tendía a salir a trotar y descubrir lugares abandonados por Cristo. Nisiquiera él mismo sabía como llegaba a ciertas partes de la ciudad.

Su vista fue capturada por el pequeño infante que había conocido días atrás. El menor estaba sobre los columpios. De pie.
Balanceándose.

Cuando se resbaló. ¿Era idea de Tobio, o ese niño siempre se estaba cayendo?

Rápidamente se acercó a ver al niño, que estaba en el suelo viendo hacia arriba.

-¡Usagi!- Escuchó una voz. Una que ya había quedado grabada en su mente.

Y ahí estaba. Ese bonito Omega pelirrojo llegó corriendo a ver al menor. Casi al mismo tiempo que llegó él.
-¿Hinata-San?- Dijo en cuanto lo vió. El Omega levantó la cabeza, a la par que levantaba al menor, haciendo que algunas de las flores de su cabello cayeran inevitablemente.
-¡Ah, Kageyama-San!- Le dijo con una sonrisa. Usagi volteó a verlo y lo saludó torpemente, con un movimiento sutil con su mano.

-Hola, Tobio-Kun.- Dijo el menor.
-Usagi.- Le respondió, con suave asentimiento.
-¿Ya lo conocías, Sagi?- Le dijo el pelirrojo, el mencionado asintió.
-¡Es amigo de mi papá!- Dijo moviendo sus pies al aire. Ambos se voltearon a ver.

-¿Es la pareja de Miya?- Preguntó avergonzado el Alfa. Se había sentido atraído a un Omega con pareja. Probablemente algo más serio, teniendo en cuenta la existencia de Usagi.
-¿Yo? Pf, no. Ya no.- Le dijo con una sonrisa melancólica.

Ambos tenían ganas de seguir hablando, pero un gruñido los interrumpió. Ambos miraron al menor, que se sostenía el estómago.
-Papi, tengo hambrita.- Dijo el castaño avergonzado. Ambos adultos rieron al respecto.

Acompañó a Hinata y a Usagi

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Acompañó a Hinata y a Usagi. Era un pequeño complejo de departamentos donde, al entrar a la residencia del pelirrojo, las feromonas del mismo lo golpearon.

-¿Quiere quedarse a cenar? Ya está todo listo.- Dijo Shoyo, mientras bajaba al menor al suelo. Usagi rápidamente corrió a la mesa a seguir dibujando.

Si no fuera porque Shoyo lo llevaba regularmente al parque, estaría pegado a las crayolas todo el día.

-Ah, pero no creo haber hecho suficiente...- Dijo más que nada para sí mismo. Tobio negó, agradecido.
-No se preocupe, Hinata-San... P-podemos compartir una cena... Después. S-si no le molesta...- Respondió, Shoyo soltó una suave risa.

-Claro... Deme un segundo.- Le dijo antes de dirigirse a la mesa, donde las crayolas y hojas de colores de Usagi yacían.
-¡Oye!- Le reclamó el menor al tomar el color azul.
-Ya te lo devuelvo.- Le dijo divertido.

Shoyo le entregó una hoja, con su número de teléfono escrito.
-Creo que así sería más práctico planear nuestra... Cena.-Sonrió. El corazón de Tobio se iba a salir de lo fuerte que latía.
-C-claro, Hinata-San... Nos vemos. Descanse.- Le sonrió.

Impulsivamente acarició la cabellera pelirroja del mayor.

Ambos explotaron en rojo al notarlo.

-¡B-bueno, creo que ya debo irme! ¡N-nos vemos, Usagi!- Se despidió rápidamente el azabache.
-¡Adiós, Tobio-Kun!- Exclamó el menos.
-N-nos vemos, Kageyama-San...- Dijo cerrando la puerta, con el corazón en la boca.

"¡Que vergüenza!" Pensaron ambos.

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Single Dad! {KageHina Omegaverse}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora