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-Volteaste las fotos de Shoyo

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-Volteaste las fotos de Shoyo.- Exclamó Miya, en cuanto llegó a ver al Alfa de cabellera rizada. El mencionado saltó en su lugar.

Dándole la espalda, suspiró antes de hablar.
-¿Y qué?-
-¿Por qué?-
-... Tienes demasiadas fotos de tu ex marido.-
-Es mi casa, yo decido que hay y que no.-
-Tienes menos fotos de Usagi que de Hinata.- Le recriminó, el rubio frunció el ceño, antes de Kiyoomi voltear y verlo directamente a los ojos.

-No sé por qué piensas que adulando a Hinata va a volver.-
-Tal vez vuelva. Tal vez pueda ser un buen esposo esta vez.- Sakusa suspiró a la para que rodaba los ojos cansado.
-Tal vez debas dejar de ser un buen esposo para un matrimonio que no existe y trates de ser un buen padre para el hijo que sí tienes.- Le respondió, antes de pasar a su lado e ignorar a Miya.

El rubio estaba frustrado, Sakusa era así, duro pero era extrañamente afectivo con él, y su respuesta... Sus comentarios, le habían hecho sentir un extraño punzor en su pecho, similar...

Similar al que sintió cuando Hinata le pidió el divorcio.

Similar al que sintió cuando Hinata le pidió el divorcio

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Shoyo llegó nuevamente a la residencia de Kageyama. El Alfa azabache era muy paciente con Usagi, pero cuando le dijo que si "no tenía casa" no pudo ser tan paciente.

-Claro que tengo casa.-
-¿Y por qué siempre estás aquí?-
-¿Quieres que te muestre mi casa?- Le había dicho con cierto aire retador. El menor sintió sus ojos iluminarse e insistió en ir a la casa de Kageyama.

El infante estaba corriendo por todos lados. Su departamento era muy pequeño y, aunque podía correr y deshacer, no podía hacerlo tan libremente sin chocar con algún mueble que estaba demasiado cerca de otro.

-¡Usagi, ten cuidado de no chocar o tirar algo de Kageyama!- Exclamó el Omega, Tobio sonrió para sí mismo. No era una persona paternal, pero adoraba a Usagi como pensaba adoraría a un hijo propio.

-No te preocupes. No tengo muchas cosas que pueda romper.- Le dijo acariciando su cabellera pelirroja.
-Pero...- Susurró Shoyo.
-Tranquilizate, ¿Sí?- Le dijo antes de besar su frente. El mayor sonrió.
-¿Quieres ver un partido?- Le dijo con una sonrisa que lo incitaba a aceptar. Cosa que hizo gustoso.

Ambos miraban emocionados el partido reproduciendose en la televisión, soltando exclamaciones ruidosas cada que se anotaba un punto más. Tobio se sentía en una extraña paz cuando están con Hinata, una paz que no sabía que no tenía. Y Hinata se sentía en una paz que sabía que le faltaba, una que sabía que quería.

Kageyama puso su mano sobre el hombro de Hinata y lo atrajo a él, acurrucados en un acto romántico y personal. Kageyama empezó a dejar pequeños besos sobre su frente, y Hinata solo reía tímidamente y se dejaba hacer.

Usagi, que llevaba un rato recogiendo monedas que encontró tiradas bajo la mesa del comedor, levantó la cabeza para mostrarlas a su padre. Pudo ver como Kageyama estaba muy empalagoso con Shoyo y se sintió extrañamente incómodo.

Se apresuró a pasos torpes y cortos, y, aún con su mano llena de monedas, subió al sillón y se sentó entre ambos, impidiendo así los besos entre la pareja.

-¿Sagi?- Dijo Shoyo al ver a su hijo con el ceño fruncido, los brazos cruzados y sus labios en un puchero.
-Ya deja de tocar a mi papi.- Susurró mirando mal a Kageyama. De una manera que jamás habíam visto.
-¿Eh?- Dijo el azabache.
-¡Es mi papi!- Le respondió en un grito, antes de soltar las monedas y empezar a llorar. Se pegó a Hinata y enterró su cara en su pecho.

Ambos adultos no entendían, hace unos minutos estaba muy emocionado de estar en casa de Kageyama, una de sus personas favoritas y ahora parecía odiarlo.

-Ya, Sagi, calma, ¿Sí? ¿Qué pasa?- Dijo el Omega.
-Es que... Es que eres mi papi...- Dijo entre hipadas.
-Y... Y tú me... Me quieres más que... Que a nadie... Pero ahora quieres más a Tobio-Kun.- Continuó antes de volver a llorar fuertemente. Shoyo sonrió.

-No, Usagi. Yo no quiero a nadie más de lo que te quiero a tí, ¿Sabes?- Le dijo antes de besar su cabellera castaña. El menor levantó la mirada antes de abrazarlo y volver a llorar, ahora más quedito.
Kageyama solo veía.

¿Y ahora qué había hecho?

¿Y ahora qué había hecho?

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Single Dad! {KageHina Omegaverse}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora