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El día anterior la secretaria de Bakugou había puesto el anuncio de que se solicitaba niñera por lo cual ambos alfas se encontraban sentados en la oficina del rubio.

—¿Hah? Todavía que te ayudo con esto, ¿lo tenemos que hacer en mi oficina? ¡No me jodas!

—Pues tu secretaria se confundió y puso que las entrevistas serían aquí. No me culpes.

—Da igual. Bien, pase la primera—ordenó.

Entró una beta que iba muy descubierta, ambos alfas se miraron confundidos, definitivamente ella no sería opción para niñera.

—No. Siguiente, la que sigue—no la dejó ni hablar.

—Pero—reclamó la chica—ni siquiera me-

—¿Vienes a cuidar a un niño o a seducir al papá? Largo.

La chica salió molesta y la siguiente que pasó era casi  igual; por lo que Bakugou las corría al entrar y después entraban unas muy grandes. Después de algunas betas más, finalmente terminaron, pero no pudieron encontrar a la niñera.

—Mierda, ¿pues que carajos puso la secretaria?

—No tuvimos éxito—dijo Kirishima suspirando.

—Parecía que venían a seducirte.

—También te miraban a ti.

—Ni las mire. Ellas no están al nivel de mi Izuku.

—Sabes, a veces me gustaría volver a sentir amor—miró hacia la ventana.

—Yo te lo dije. Te dije que no la consintieras mucho, pero no me hiciste caso.

—Lo único bueno que me dejó, fue a Kei.

—¿Algún día le dirás la verdad?

—No lo sé, es difícil. ¿Cómo se supone que le dire a un niño que su mamá lo abandonó para irse con alguien más? Kei sufriría mucho, ser papá no es fácil.

—En eso tienes razón, el pequeño no merece sufrir tanto. Le tocó unos padres idiotas.

—¡Hey! Estoy presente—frunció el ceño.

—Sabes, ¿por qué no te ínstalas esa aplicación de citas?

—¿Citas?—alzó la ceja.

—Sí, ahí puedes conocer a alguien y no sé, capaz te enamores.

—¿Tú como sabes de esa aplicación? ¿Acaso lo tienes y le serás infiel a Midobro?

—¡¿Qué?! No jodas, ni en otras vidas. No, eso lo sé porque la otra vez fue el bastardo de mitad y mitad, sabes que es un solterón, los escuché hablando de eso, que consiguió una cita.

—¿Todoroki? Vaya, y eso que tiene un rostro lindo. No entiendo porque sigue soltero a estas alturas.

—Si tanto te gusta su rostro, ¿por qué no lo cortejas? No tienes mal rostro, a comparación de mi eres feo, pero no tanto.

—No pues gracias por ayudarme, eh—entrecerró los ojos. Su amigo era muy narcisista, egocéntrico o algo así—pero no, es lindo pero no es mi tipo.

—¿Y como es tu tipo?

—Pues... —de nuevo la imagen de aquel rubio con un mechón negro apareció—alguien de cabello sedoso, ojos realmente bonitos, unos labios finos , cejas delgadas y pequeñas, una bonita voz y un mechón en forma de rayo—aquello lo dijo inconsistente.

—Que patético—bufo provocando que Kirishima reaccionara—no existe alguien así.

—Claro que existe y está en—pausó de golpe.

Mi Nueva Mamá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora