Aprovechando que Kei se encontraba en el colegio, Denki y Eijiro salieron a comprar los regalos para navidad. Cada quien estaba en una tienda diferente ya que no podían ver lo que comprarían.
Cuando finalmente terminaron las compras, se reunieron en el lugar acordado y fueron a comer algo, estaban haciendo tiempo para juntos ir a recoger a Kei.
En sus tiempo a solas, podían disfrutar de su compañía, se conocían más y más, cada vez sus sentimientos iban creciendo pero sentían miedo de declararse.
La hora llegó y fueron hacia el colegio, recogieron a Kei para después irse a su casa, los regalos iban en la parte trasera así que el pequeño no los notó. Denki lo distrajo para que Eijiro subiera todos los regalos a una habitación que no utilizaba.
Habían comprado un poco de comida para que el pequeño pudiera disfrutarlo, Denki se lo calentó y después se lo colocó en la mesa. Kei sonreía mientras le contaba cómo le había ido en el kinder, por esa ocasión no se quitó el uniforme.
Eijiro bajó y pudo presenciar aquella escena, adoraba lo bien que se llevaban. Si algún día llegaba a confesarse al rubio, sin duda no tendría problema con Kei ya que sabía que estaría más feliz.
Al día siguiente el alfa pelirrojo se encontraba con su amigo rubio, ahora lo acompañaba para hacer las compras navideñas para su familia. Miró cansado hacia el guardaespaldas que llevaba bastantes cajas de regalos, se apiadaba de él.
—Bro, ¿no crees que ya son muchos regalos?—camino para alcanzarlo.
—No lo es—no le dirigió la mirada ya que iba tan concentrado leyendo el papel que llevaba entre sus manos. Era la lista de todo lo que debería de comprar—mi princesa se merece lo mejor, así para que cuando crezca no venga un tipo a darle menos y se conforme con eso. No, no.
—Pero bro, piensa en tu guardaespaldas—lo miró de reojo, ya hasta ni notaba su cara debido a que los regalos interferían.
Suspiró, en parte su amigo tenía razón. Así que dobló el papel guardándolo en su abrigo.
—Sato, llévate esos regalos al auto y tomate un descanso.
—Como ordene señor—lo bueno era que tenía una complexión musculosa, así no batallaba tanto, pero merecía un descanso. Aquel beta se marchó dejándolos solos.
—Bien, ¿qué sugieres que hagamos? ¿Te parece bien tomar café?—dijo observando el lugar.
—De acuerdo.
Ambos se encaminaron a una cafetería que estaba cerca, entraron para ordenar sus bebidas y se fueron a sentar en una de las mesas disponibles. A pesar de que afuera estaba la brisa fría, allí adentro estaba la calefacción.
—Bien, entonces—se quitó los guantes de piel y los colocó sobre la mesa—¿conviviremos hasta año nuevo?
—Sí, la misma rutina de siempre.
—Izuku quiere ir a Disneyland, vayamos todos—sugirió.
—¿Eso no queda en Estados Unidos?—arqueó la ceja.
—Sí. Pero quiere llevar a Tsubomi para que conozca, ya sabes que su padrastro vive allá—en eso una omega de cabellos verdes se acercó para dejar sus respectivas bebidas.
—Buenas tardes, perdonen la interrupción—después de colocar sus bebidas se marchó. No sin antes recibir un "gracias" de parte de Eijiro. Porque si, Katsuki no solía dirigirle la palabra a nadie, podría ser un poco grosero de su parte pero su personalidad así lo requería.
—Pues estaría bien—se encogió de hombros—¿visitarán al señor Yagi?—tomó su taza para elevarlo un poco y soplarle.
—Es la idea—de igual manera tomó su taza—hace mucho que no lo ve, desde que terminó con la tía Inko.
—No entiendo porque se dejaron, parecían amarse—le dio un sorbo al café.
—Izuku también piensa llevarla, de alguna manera quiere volver a juntarlos. Ni él sabe porque decidieron romper, ella aún lo extraña y él también. —acercó su taza para beber un poco. —Tal vez tengan miedo de que no vuelva a funcionar, bueno, la tía Inko tiene miedo por su pasado con Hisashi.
—Puede ser—se quedó pensando.
—Sí estuviera en su situación, créeme que haría lo imposible para volver estar con Izuku. Por ejemplo, Min-nada—dijo al instante—olvídalo, no tiene caso ponerla de ejemplo—volvió a sober el café. Estuvo a punto de cometer un error, iba nombrar a Mina.
Eijiro supo que quiso decir con "Min", así que lo dejó pasar. —¿Cuando iríamos?
—Izuku tiene pensando durante las próximas vacaciones.
—Estaría bien. Así Kei disfruta antes de pasar a la primaria.
—Es cierto, ya sabrás el género secundario de Kei, ¿será alfa u omega?
—Sea lo que sea, lo amaré siempre—bebió todo su café. —Sabes, Kei me dijo que si Denki no sería su mamá, se casaría con él—sonrió a la nada.
—Sí no te apresuras tu propio hijo te quitará a tu compañero de vida. —soltó una risa.
—No sé cómo confesarme, tengo miedo de que Denki se vaya... No quiero que Kei sufra, se llevan tan bien que me da un temor enorme. Imagínate que Denki no sienta lo mismo, me da igual si me detesta, pero se que le afectaría mucho a mi pequeño.
—Carajo, ¿por qué siempre piensas que no serás correspondido? Esto me recuerda a la universidad—se revolvió el cabello algo frustrado.—Tienes que ser más seguro de ti mismo, mira, yo se que tu experiencia con Mina no fue la mejor, pero al menos tienes a Kei.
—Pero Kei ha sufrido mucho, ni quiera le he dicho que su mamá lo abandonó y no pienso hacerlo.
—Es tu decisión, pero tarde o temprano se enterará y no sabemos si se enojará contigo por ocultarle eso. Dejando aún lado eso, si sientes amor hacia Denki, inténtalo, no puedes quedarte soltero para siempre, mereces amar y cerrar ese capítulo doloroso en tu vida.
—Me sorprendes bro, no creí que fueras capaz de decir palabras así.
—¡Idiota! Yo que trato de ayudarte, mejor vete a la mierda—bufó.
—Lo siento bro—soltó una pequeña risa.
—Honestamente, Denki me parece bien, es algo estúpido y despistado, pero cuida muy bien a Kei. Fue el primer omega en aceptarlo, no trata de seducirte como las demás niñeras, así que, sin duda es el correcto.
Eijiro se quedó pensando en sus palabras, en ese punto tenía razón, Denki jamás trató de seducirlo y siempre se enfocó en Kei. Tal vez lo correcto sería en tratar de confesar sus sentimientos, después de todo que podría salir mal.
![](https://img.wattpad.com/cover/372432481-288-k186614.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mi Nueva Mamá
FanficKirishima un alfa que cuida a su cachorro de 6 años, decide contratar un niñero ya que por su trabajo le es imposible cuidarlo siempre. El pequeño se encariña mucho con él que quiere que sea su nueva mamá y no se va a rendir hasta conseguirlo.