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Capítulo 11

¡¡CAPÍTULO DE REGALO!!

Baela miró al Charlie caminar hasta Monte dragón con unos guantes de cuero con extraños símbolos en él.

—¿Y esos símbolos? — preguntó Baela.

—Runas — contestó Charlie — Los magizoologos muchas veces tenemos prendas con runas: ya sean contra fuegos, que regulan la temperatura. Este, princesa Baela, es uno para poder manipular los huevos de dragón cuando están calientes.

Los Targaryen y compañía estaban fascinados ante la información del pelirrojo.

Mientras los gemelos prewett y el matrimonio Weasley  sonrieron orgullosos ante su pequeño integrante.

Baela asintió con la cabeza. Solo llevaba dos días en Dragonstone y podía afirmar que el chico es lo más interesante que jamás haya visto, mortalmente guapo con esa altura y fuertes brazos, pelirrojo con pecas en hombros y unas cuantas, en la cara, sino que también de su amor profundo hacia los dragones.

Laena sonrió, su hija estaba encantada con el chico.

ㅡ Me preguntó, cuánto tardará en arrastrarlo con ella para casarse.- rió divertida.

Daemon negó, pensando que ese era el karma por burlarse del ciego.

El huevo de Rhaena eclosionó en un dragón bebé color verde esmeralda con ojos rojos. Con una larga cola con púas y picos.

Thyer lo llamó.

Laena sonrió, era completamente hermoso ver a sus futuras hijas.

—Sostenga esta princesa — Charlie le paso los guantes y se los puso. Luego la hizo sostener el huevo mientras sacaba su varita. —Lumus.

De la punta brotaba luz, con cuidado colocó la varita debajo del huevo. Al ser uno recién puesto, se podía ver en interior a contraluz. Baela no pudo evitar soltar un sonido de exclamación.

Daemon se encontraba fascinado, y algo le decía que ese joven sería un buen integrante para la familia.

—Qué pena — negó con la cabeza —Este huevo no es viable.

—¿No entiendo?

—Nunca saldrá un dragón de aquí.

—¿Y cómo lo sabes?

—Miré más de cerca — Baela acercó su rostro — Noté que no hay un embrión. El embrión crece y crece, hasta formarse un dragón, es ahí donde el dragón se desarrolla y eclosiona, este huevo no es viable.

—Ohhhhh

Todos tuvieron la misma reacción que Baela, era interesante la información compartida, sobre todo, para jinetes.

—¿Alguien más dentro de su familia cuyo huevo no haya eclosionado?

—Algunos casos, pero el más reciente fue Aemond, un primo.

—Qué pena — negó con la cabeza y se llevaron el huevo.

Baela lo siguió mirando. Su cabello se ondulaba levemente y con el solo se tronaba un poco naranja.

Daemon bufó, su hija estaba obsesionada con ese muchacho.

—¿Quien es Aemond? —preguntó Rhaenyra hacia la diosa.

ㅡ Segundo hijo varón de Viserys en ese tiempo.- respondió.

Aemma se movió incómoda, Alicent le había dado los hijos varones que ella jamás puedo darle a Viserys.