Capítulo 25

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Cap editado

Maratón 2/3

Hermione odiaba la religión, al ser criada por padres agnósticos era ella más de “Ver para creer”, así que odiaba las lecciones de la Septa Marielle.

ㅡ Es una vil rata.- dijo Laena.- solo hay que ver qué hará.

Lord Corlys asintió, Daemon bufó fastidiado de los Hightower y los Potter solo compartieron una mirada al tener un mal presentimiento.

Helianthus rápidamente entendió su estatus como princesa consorte y miraba atentamente a la Septa que no paraba de aludar el bordado de Helianthus, Hermione miró su trabajo, puntas torcida o mal ajustadas.

Cosa de las Vías Antiguas, las brujas de casas nobles aprendían bordado para cosas del hogar, algo que recordaba de su clase de Runas Antiguas.

Los magos asintieron, el bordado podría parecer nada pero también eran una salvación.

—Amo los girasoles — alabó la Septa a Helianthus — Un trabajo muy encantador princesa.

—Gracias, es para la falda de un vestido — sonrió Helianthus — Estarán justo en el dobladillo de la falda y le pondré un encantamiento. Dará la ilusión que los girasoles se mueven con la suave brisa.

Lady Euphemia sonrió encantada ante su nieta, era una digna Heredera, una magnífica bruja. Mientras los jóvenes padres sonrieron orgullosos.

La Septa sonrió y bebió un poco más de su té para luego ver el bordado de Hermione. Eran estrellas que trabajaban para una capa larga y negra.

—Están bien — dijo mirando — ¿Son constelaciones?

—De nuestro mundo — señaló Hermione — Esta es la constelación de Andrómeda. La constelación de Hydra. La de Orión y la Ursa Menor.

Los Dagworth-Granger admiraron a su integrante, puede que no haya tenído la educación de un sangre pura pero era brillante.

Los Black sonrieron fugazmente, y asintieron aprobando el bordado de la jóven. Sobre todo, Andrómeda y Lord Orión.

—¿También estará encantada? — preguntó la Septa curiosa y Hermione asintió — ¿Todas las brujas hacen su propia ropa?

-Claro - respondieron algunas brujas con una sonrisa, mientras señalaba algunas de sus prendas encantadas.

—Papi/Kepa, yo quiero un vestido así — dijieron Rhaenyra y Laena al mismo tiempo mientras miraban a sus padres con un puchero adorable.

Viserys solo asintió, mientras que Corlys sacaba de nuevo una nueva bolsa de monedas de oro.

—No te preocupes Viserys yo le compro a Rhaenyra los vestidos, no te quedes pobre — dijo burlón, mientras que las joves jinetes sonrieron felices, "para mi hijastra y hija lo mejor de mi mejor".

Viserys se mostró ofendido por eso.

Alicent miraba con anhelo aquello, como le hubiera gustado que su padre fuera así con ella, Regulus a si lado vio eso.

— Te daré todos los  vestidos con runas qué quieras, mi corazón — susurró Regulus en el oído de la pelirroja oscura.

Alicent se sonrojo fuertemente ante eso, pero le dio una dulce sonrisa al de ojos grises.

—Solo accesorios — contestó Helianthus — Hay brujas especializadas en la confección de ropa. Oh mi vestido para el Baile del Torneo era una preciosidad de color azul agua, con la espalda descubierta.

𝑳𝑬𝒀𝑬𝑵𝑫𝑶 𝙏𝙃𝙀 𝙒𝙄𝙏𝘾𝙃 𝘼𝙉𝘿 𝙏𝙃𝙀 𝘿𝙍𝘼𝙂𝙊𝙉 𝙍𝙄𝘿𝙀𝙍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora