Al Final Ella No Está - Spreen

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El paisaje a ambos lados de la carretera se extendía como una pintura interminable: campos verdes, colinas suaves y, de vez en cuando, un árbol solitario que parecía haber sido colocado allí solo para recordarnos lo vasto y vacío que era el mundo fuera de la ciudad. El viento frío golpeaba nuestros rostros, pero no era incómodo, más bien nos mantenía despiertos. Llevábamos caminando un buen rato, con el sol ya alto en el cielo, pero ninguno de los dos parecía apresurado por llegar a ningún lugar. Después de todo, nuestro destino seguía siendo incierto.

Iván caminaba a mi lado en silencio, sus pasos tranquilos pero decididos. Desde que dejamos la ciudad, habíamos mantenido una conversación ligera, casi tonta, que nos ayudaba a relajarnos, a olvidar, aunque fuera por un momento, por qué estábamos allí. Pero había algo en el silencio de ese momento, en el sonido lejano de los autos que pasaban y en el ritmo constante de nuestros pasos, que me hizo sentir que era hora de ir más allá.

━━¿Por qué te fuiste? ━pregunté de repente, rompiendo la tranquilidad con una pregunta que sabía que cargaba más peso.

Iván no respondió de inmediato. Se quedó mirando al frente, como si estuviera buscando las palabras correctas en el horizonte. Finalmente, después de unos minutos, suspiró.

━━No quería quedarme viendo cómo todo se desmoronaba ━dijo, su voz más suave de lo habitual━. Mi mejor amiga... ━hizo una pausa, como si no estuviera seguro de si debía seguir━. Bueno, ella no sentía lo mismo por mí. Y eso fue lo que me hizo darme cuenta de que todo lo que estaba esperando no iba a pasar. No como yo lo imaginaba.

Asentí, sintiendo una punzada de empatía. Había algo en lo que decía que resonaba en mí. La idea de que, a veces, lo que esperamos con tanto anhelo simplemente no se cumple, sin importar cuánto lo queramos.

━━Debe haber sido difícil ━dije, aunque no sabía del todo cómo era ese tipo de dolor. El mío había sido otro.

━━Sí, lo fue ━respondió, su voz un poco más firme ahora━. Pero más que eso, me sentí... perdido. No tenía ningún plan B. Pensé que ella era el único lugar al que quería llegar, pero cuando me rechazó, me di cuenta de que no tenía idea de qué hacer con mi vida. Todo lo demás se sentía vacío.

Lo observé mientras hablaba, notando cómo la amargura teñía sus palabras, pero también algo más: una profunda tristeza que había llevado consigo desde entonces. Había algo profundamente humano en su dolor, algo que hacía que mi corazón se apretara por él, aunque nuestros problemas fueran diferentes.

━━A veces pienso que las cosas estarían mejor si solo... desapareciera ━admitió, con una franqueza que me sorprendió. No me miraba, sus ojos seguían fijos en la carretera delante de nosotros━. Pero entonces me encuentro aquí, caminando contigo, y supongo que no lo he hecho todavía porque una parte de mí aún espera encontrar algo mejor.

Su confesión me golpeó con fuerza, porque, en el fondo, sabía que yo también había pensado lo mismo. Muchas veces. No desaparecer en el sentido literal, pero dejar de ser una carga, dejar de existir como la sombra de lo que alguna vez fui.

━━Yo lo entiendo ━dije, con un nudo en la garganta━. A veces pienso que sería más fácil para todos si yo... si no estuviera. Especialmente para mi familia. Ya han cargado conmigo por tanto tiempo, y siempre es la misma rutina de hospitales, médicos y miradas de pena.

Iván me miró, su expresión cambiando, más atenta, como si acabara de darse cuenta de la profundidad de lo que estaba diciendo.

━━¿Tienes algo serio? ━preguntó, con la voz baja.

━━Sí ━admití, mirando al suelo por un momento━. Tengo una enfermedad en la sangre. Algo que no tiene cura. Los doctores no saben cuánto tiempo más voy a estar aquí, pero ya no puedo seguir fingiendo que va a mejorar. Lo único que me queda es el tiempo, y ni siquiera sé cuánto es.

La verdad, dicha en voz alta, parecía más pesada de lo que había esperado. Sentí el peso de mi propia mortalidad caer sobre mis hombros nuevamente, ese recordatorio constante de que estaba viviendo en tiempo prestado.

Iván no dijo nada de inmediato. Nos quedamos en silencio un rato, escuchando el viento y el crujido de la grava bajo nuestros pies. Cuando finalmente habló, su voz fue suave.

━━Debe ser aterrador. Vivir sabiendo que el reloj está corriendo.

━━Lo es ━dije, mirando el horizonte con los ojos entrecerrados━. Pero también es liberador, de una forma extraña. Me obliga a vivir cada día como si fuera el último, porque bien podría serlo. No puedo permitirme perder el tiempo preocupándome por lo que no puedo controlar.

━━Supongo que eso tiene sentido ━murmuró, pensativo━. A veces pienso que yo estoy estancado, que todo está en pausa, esperando a que algo pase. Pero tú... tú no puedes permitirte ese lujo.

Negué con la cabeza, sonriendo con tristeza.

━━No, no puedo. Por eso estoy aquí. No quería pasar mis últimos días atrapada en una cama, o en una habitación, mientras todos a mi alrededor sufrían. No quería que mi familia me viera consumirme poco a poco. Prefería desaparecer por mi cuenta.

Iván se quedó en silencio, asimilando mis palabras. Luego, inesperadamente, puso una mano en mi hombro, un gesto simple pero lleno de significado.

━━Bueno, no estás desapareciendo sola ━dijo con suavidad━. Estamos en esto juntos, Lili. Aunque no tengamos idea de a dónde vamos, al menos no estamos solos.

Lo miré, y por primera vez en mucho tiempo, sentí que alguien me entendía de verdad. No estaba segura de qué nos esperaba al final de este viaje, pero en ese momento, con Iván caminando a mi lado, me di cuenta de que tal vez, solo tal vez, el viaje era más importante que el destino.

Y en ese instante, no me sentí tan sola.

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