Al Final Ella No Está - Spreen

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Me levanté de la silla, con la mente aún nublada por el dolor, y caminé hacia la salida del hospital. La noticia de la muerte de Lirio aún resonaba en mi cabeza como un eco incesante, y el mundo exterior parecía tan ajeno a mi sufrimiento. Sabía que debía ir al hotel a recoger nuestras cosas, pero cada paso se sentía como una carga. El sol brillaba en el cielo, pero su luz me parecía hiriente.

Al llegar al hotel, un nudo en el estómago me acompañó mientras subía las escaleras hacia nuestra habitación. La puerta estaba entreabierta, como si estuviera esperando mi llegada. Entré con un suspiro profundo, recordando las risas y las promesas que habíamos compartido en ese lugar. Ahora, cada rincón me parecía un recordatorio de lo que había perdido.

Comencé a recoger mis cosas y a empacar las de Lirio. Su mochila estaba en un rincón, un objeto tan pequeño que representaba todas las aventuras que habíamos vivido juntos. Cuando la abrí, una serie de cartas se deslizaron al suelo, cayendo como hojas secas. Me agaché para recogerlas, sintiendo un escalofrío recorrerme al ver que una de ellas estaba dirigida a mí.

La carta tenía su letra característica, un trazo delicado que siempre me había parecido bello. Con manos temblorosas, la abrí y comencé a leer.

Iván,

Si estás leyendo esto, significa que hemos llegado a un lugar especial, y por alguna razón, quiero que sepas algunas cosas.

Primero, quiero que sepas cuánto significas para mí. Desde el momento en que te conocí, mi vida tomó un giro inesperado. Me mostraste un mundo que creía perdido, un mundo lleno de risas y sueños. Cada momento a tu lado ha sido un regalo, y aunque la vida me ha jugado una mala pasada, no me arrepiento de nada.

Quiero que entiendas que eres más que un compañero de viaje. Eres alguien que ha tocado mi corazón de maneras que nunca imaginé. No quiero que sientas pena por mí. La verdad es que he tenido una vida llena de aventuras, y no cambiaría nada de lo que he vivido.

Si alguna vez llegas a sentir que todo está perdido, recuerda que en mi corazón siempre habrá un rincón para ti. Prometí disfrutar de cada momento, y eso es lo que quiero que sigas haciendo.

Así que, por favor, no te detengas. Sigue buscando montañas que escalar y vistas que admirar. Yo siempre estaré contigo, aunque no me veas.

Con todo mi amor,

Lirio.

Las palabras danzaban ante mis ojos, pero la tristeza se mezclaba con una oleada de gratitud. Cada línea, cada sentimiento que había plasmado en esa carta, me hacía sentir su presencia, como si estuviera a mi lado una vez más. Las lágrimas comenzaron a caer mientras me sentaba en el borde de la cama, sosteniendo la carta como si fuera un tesoro.

Lirio había sido fuerte hasta el final, y ahora, en su ausencia, era mi turno de honrar su legado. Aunque el dolor era insoportable, sus palabras me llenaron de una extraña fuerza. Me recordó por qué había decidido embarcarme en este viaje con ella, y me hizo sentir que, de alguna manera, seguiría vivo en mi corazón.

Con la carta aún en mis manos, decidí que no podía quedarme estancado en el dolor. Tenía que seguir adelante, no solo por mí, sino por ella.

━━Te prometo, Lirio, que seguiré buscando esas montañas ━susurré al vacío, sintiendo que sus palabras se convertían en mi mantra.

Dejé la mochila de Lirio en el suelo, como un símbolo de nuestra conexión, y me dirigí a la puerta. Tenía un viaje que continuar, una vida que vivir en honor a la chica que había iluminado mis días y que siempre llevaría en mi corazón.

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