Al Final Ella No Está - Spreen

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A medida que continuábamos nuestro viaje, la atmósfera entre Iván y yo se tornaba cada vez más mágica. Los momentos compartidos parecían llevarnos a un espacio en el que solo existíamos nosotros dos, como si el resto del mundo se desvaneciera y solo quedara la intensidad de nuestras emociones. Cada pequeño gesto se convertía en un capítulo más de nuestra historia, y me sorprendía cómo las palabras se volvían innecesarias en ciertos instantes, cuando una simple mirada decía más que mil frases.

Una tarde, mientras caminábamos por un sendero rodeado de altos pinos y el sol filtraba su luz dorada a través de las hojas, Iván se detuvo repentinamente. Se volvió hacia mí, sus ojos llenos de una emoción que no podía ignorar.

━━Lirio, ¿te gustaría compartir algo más que este viaje? ━su pregunta quedó suspendida en el aire, su voz suave y seria.

Mi corazón se detuvo por un instante. Era como si cada latido marcara el peso de su pregunta. La conexión que habíamos desarrollado estaba alcanzando nuevas profundidades, y no podía evitar sentirme vulnerable ante su mirada.

━━¿A qué te refieres? ━pregunté, aunque mi voz temblaba ligeramente, consciente de lo que estaba a punto de suceder.

Él dio un paso hacia mí, y en ese breve momento, el mundo pareció detenerse.

━━Me refiero a que esto es solo el principio. No quiero que esta aventura termine cuando lleguemos a la cima. Quiero explorar más contigo, no solo las montañas, sino todo lo que viene después ━dijo, su voz cargada de emoción.

El aire se volvió denso entre nosotros, y mi corazón comenzó a latir con más fuerza.

━━Yo también quiero eso, Iván ━respondí, sintiendo una oleada de calidez recorrerme━. Este viaje me ha hecho darme cuenta de que hay algo especial entre nosotros.

En ese instante, el espacio que nos separaba se volvió insignificante. Sin pensarlo, nos acercamos, y en un impulso compartido, nuestras manos se entrelazaron. La electricidad de su contacto me hizo sentir viva.

Mientras continuábamos caminando, una nueva sensación envolvía el aire; cada paso que dábamos parecía acercarnos no solo a nuestro destino, sino también el uno al otro. Las risas se entrelazaban con momentos de complicidad, y cada vez que nuestras miradas se encontraban, había una promesa silenciosa de algo más profundo.

Al llegar a un claro, decidimos descansar. Nos sentamos sobre un lecho de hierba, rodeados de flores silvestres que me recordaban a la libertad que había anhelado. La luz del sol se filtraba a través de las hojas, creando un espectáculo que parecía un reflejo de la magia entre nosotros.

━━¿Sabes? ━dije mientras contemplaba el paisaje━. Este lugar es como un sueño. Nunca pensé que podría encontrarme aquí, con alguien tan especial.

Iván se giró hacia mí, su expresión era de asombro.

━━¿Especial? ━preguntó, y la sinceridad en su voz me hizo sonrojar.

━━Sí ━asentí, mirando a sus ojos━. Tú. Este viaje ha sido una oportunidad para conocerte, y cada momento que comparto contigo se siente… significativo.

Él sonrió, una sonrisa que iluminaba su rostro, y la calidez de su mirada me hizo sentir mariposas en el estómago.

━━Lirio, nunca he sentido esto por alguien antes. Este viaje, contigo, ha sido lo más increíble que me ha pasado.

El aire se llenó de una intensidad que me hizo contener la respiración. Mientras la tarde se desvanecía y el cielo comenzaba a teñirse de rosa y violeta, sentí que ese momento era único.

Sin pensarlo, me acerqué un poco más, la distancia que nos separaba se evaporó. Nuestros rostros estaban tan cerca que podía sentir su aliento sobre mi piel.

━━¿Te gustaría…? ━comencé, pero no necesité terminar la frase.

En un movimiento casi involuntario, él inclinó su cabeza hacia mí y, en un instante que parecía suspendido en el tiempo, nuestros labios se encontraron. Fue un roce suave, pero cargado de emociones. El mundo a nuestro alrededor se desvaneció, y todo lo que existía era esa conexión. La calidez de su beso era un reflejo de todo lo que habíamos compartido y de lo que aún nos esperaba.

Cuando finalmente nos separamos, ambos sonreíamos, el aire entre nosotros vibraba con una nueva energía.

━━Esto… esto es increíble ━dijo Iván, todavía en estado de asombro.

━━Sí, lo es ━respondí, sintiendo que mi corazón latía con fuerza.

Al continuar nuestro viaje, el paisaje se tornaba cada vez más impresionante, pero nada podía compararse con lo que había comenzado entre nosotros. La conexión que habíamos forjado a través de nuestras risas, miedos y sueños ahora se había transformado en un lazo inquebrantable.

Los días pasaron, y con cada amanecer, nuestras miradas se buscaban, nuestros labios se rozaban en suaves caricias y nuestras manos nunca se soltaron. A medida que nos acercábamos a la base del Fitz Roy, la emoción crecía no solo por la escalada que nos esperaba, sino por el nuevo capítulo que se estaba escribiendo entre nosotros.

En cada paso, sabíamos que estábamos construyendo algo hermoso, una historia que, aunque nacía en medio de las montañas, tenía el potencial de florecer en cualquier lugar. Y, por encima de todo, el amor que comenzaba a brotar entre nosotros prometía ser tan inmenso y libre como las montañas que estábamos a punto de escalar.

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