🖤
Naira se miró en el espejo, tratando de reconocer a la joven que reflejaba. Su piel clara y sus ojos azules, que una vez brillaban con esperanza, ahora parecían apagados bajo el peso de la tristeza. A sus veintitrés años, la vida había sido una lucha constante. Desde la muerte de su madre, su hogar se había convertido en un lugar de deudas y enfermedad.
Su padre, atrapado en su propia batalla contra el cáncer, apenas podía levantarse de la cama del hospital, y la presión de ser la única responsable del hogar caía pesadamente sobre sus hombros.
Las tardes se convertían en noches largas, llenas de estudios y trabajos temporales. Había aprendido a sobreesforzarse, a dejar de lado sus propias necesidades para asegurarse de que su padre tuviera lo que necesitaba. Sin embargo, el alquiler de su pequeño departamento estaba atrasado, y el acoso de la casera la tenía al borde del colapso.
Sus noches de insomnio se resumían en ella buscando ofertas de trabajo de cualquier tipo, desde hacer de niñera hasta limpiar calles. Nada le importaba más que lograr saldar la deuda del hospital y que su padre volviera a casa a descansar.
Sabía que la beca que le permitía seguir estudiando medicina estaba pronta a caducar.
Sus manos frotaron sus ojos con frustración cuando un pequeño anuncio en el borde inferior de la pantalla de su deteriorado móvil dejaba ver el anuncio de un reconocido bar.
[Se busca personal femenino para atender la barra y/o actuar sobre el escenario. Horarios negociables, sueldo $$$]
Naira abrió mucho los ojos y se preguntó durante horas si ella se veía capaz de hacer algo así por el dinero.
Siguió considerando cuando llamó al número adjunto al anuncio, también cuando acordó una entrevista y cuando se alistó para ir al, ahora vacío, bar.
Eran las tres de la tarde, el sol en su apogeo. Naira seguía con dudas sobre lo que estaba por hacer. Algo en ella sabía que una vez esto se efectuara no habría vuelta atrás.
Al llegar a la entrada del edificio burdeo de tres pisos, lleno de llamativos carteles led, ahora apagados, dejaban ver el nombre del bar.
Beso escarlata
La castaña se arregló la falda de cuadros marrón que usaba. Acomodó los tirantes de su camiseta blanca y peinó su cabello. Dió firmes pasos con sus botines negros y avanzó hasta el interior del lugar.
La iluminación dejaba ver un lugar acogedor pese al gran espacio en el interior del lugar. Los ojos azules de Naira fueron a parar al escenario, la iluminación, las cortinas de terciopelo rojo y ahí, en el centro de ese imponente escenario, el tubo.
Aquél en el que otras chicas se veían practicando. Con los ojos abiertos del asombro, Naira observó los movimientos de aquellas chicas que bailaban con gracia.
Una en particular llamó su atención, una pelirroja de un rojo cereza, piel bronceada como la canela que usaba un top negro de tirantes y unas mallas de deporte bastante cortas.
Ella se balanceaba por el tubo con suavidad, sus movimientos siendo armónicos y sensuales. Su danza siendo una perfecta combinación entre elegancia y sensualidad.
—No puedes estar aquí, estamos cerrados.
La castaña volteó su rostro y se encontró de frente a un hombre unos centímetros más bajo que ella, medio calvo y de corpulento cuerpo. Vestía una musculosa blanca bajo una camisa de cuadros roja sin abotonar, sus jeans rasgados y sus zapatillas deportivas lo hacían lucir extrañamente agradable.
—Soy Naira, vengo a una entrevista con... ¿Javier?— dice con voz titubeante.
—Ah... —dice simplemente. Con mirada curiosa sube y baja por la extensión del cuerpo de Naira, evaluandola—. Soy Javier, ven conmigo.
La ojiazul lo siguió lentamente hacia las escaleras escondidas tras la barra. Observó rápidamente los cientos de botellas en las estanterías, hasta entrar a un pequeño pasillo de escaleras. Subió por ellas tras Javier y en el segundo piso, frente a las escaleras vio de reojo una puerta abierta.
Un alto pelinegro dando la espalda a la puerta. Alguien sentado frente a él. No podía ver nada más que la imponente figura del hombre de pelo negro arremangado su blanca camisa. Sus manos cubiertas con guantes negros.
—¡Naira! —gritó el pequeño hombre. Llamando la atención de la mencionada y a su vez, del hombre del cuarto. Quién por un microsegundo conectó su oscura mirada con la ojiazul.
Casi creyó que lo imaginó, pues en un parpadeo, la puerta ya estaba cerrada.
Cerró los ojos y sacudió la cabeza suavemente antes de seguir el pasillo hasta detenerse en la puerta de la que parecía una gran oficina.
Se sentó frente al hombre después de cerrar la puerta detrás de ella y respiró suavemente para espantar los nervios que la consumían.
—Entonces, ¿qué puesto quieres? ¿Bartender o... bailarina?
—Sobre eso... no sé si será posible tomar ambos.
—¿Ambos?— preguntó Javier con confusión. Naira asintió—. Nadie tiene ambos puestos, niña.
—Pero sé que puedo con ambos. Trabajé una temporada como bartender en un restaurante y tengo bastante coordinación para seguir alguna coreografía sobre el escenario.
—¿Estás segura de eso?— nuevamente asintió—. Bien como digas, ¿eres mayor de edad?
—Sí— deslizó su dni por el escritorio junto a un papel que plasmaba su experiencia laboral—, tengo 23 años, he trabajado en casi todo, jamás como bailarina, pero aprendo rápido.
—Mira, Naira, normalmente te haría una entrevista real y mil preguntas para saber si te adaptas a lo que buscamos. Pero la realidad de las cosas, es que me agradas y... necesitamos personal— comenta ojeando los documentos frente a él—. Te dejaré una semana a prueba. Tu sueldo será el de ambos puestos y si quedas, finalmente, tu contrato se te entregará al finalizar la semana de prueba, ¿te parece?
—¡Sí!—gritó—, digo... sí, está bien. Gracias Javier. Daré todo de mí, yo te lo prom...
—Sí, sí, empiezas hoy. Puedes quedarte a ensayar con las otras chicas —presiona un botón en el borde del escritorio y llama a alguien llamada, Sabrina—.
La pelirroja que antes la tuvo hipnotizada se presentó en aquella oficina. Naira tragó saliva con nerviosismo y después de un corto intercambio de palabras entre ella y Javier. Ambas salieron al pasillo.
—Bien, Nai, te explicaré cómo funciona todo aquí...
🖤
HOLA, CAMBIE LA GRAN PARTE DE LA HISTORIA PQ LA VERSION ANTERIOR NO ME GUSTÓ JUAJAJAJ espero q les guste la historia de Naira y su romance con el hombre de la mafia...

ESTÁS LEYENDO
ALL NIGHT - Spreen
FanfictionAN | Naira es una estudiante universitaria de clase baja, cada día se sobre esfuerza a sí misma para ayudar a su familia, pues su madre falleció y su padre está enfermo con mil deudas asomando por la ventana. Se ve en aprietos cuando la presionan pa...