Pov Malia:
Estaba nerviosa. No era todos los días que invitaba a alguien a mi casa. Especialmente, osea si invitaba a Kylie casi siempre a mi casa, pero ahora eramos novias y queria que todo estuviera perfecto. Había estado pensando en qué hacer para celebrar nuestra nueva relación y quería crear un momento especial, un momento solo para nosotras y demostrarle cuanto la amo.
Le había preparado una sorpresa. Había estado buscando un regalo para ella y se me ocurrió la idea perfecta: una edición antigua de los poemas de Emily Dickinson. A Kylie le encantaba leer y yo también. Siempre compartíamos libros y recomendaciones.
De pronto un golpe se escuchó en la puerta y sabía que ella había llegado, me dispuse a abrir la puerta y la salude.
—Hola cariño— dije en un todo coqueto.
—Hola mi Maliki, te extrañe mucho— me dijo Kylie abrazándome, para luego dirigir su boca a la mía y darme un pequeño beso.
—Me encanta besarte, pero entremos mejor a la casa, para estar más cómodas Kylie — ambas entramos a mi casa y nos dirigimos a la cocina.
—Tengo algo para ti, es algo pequeño, pero espero te guste— dije con poco de nervios.
—¿Qué es? —me preguntó una Kylie muy emocionada.
— Bueno te quería regalar este libro— le dije con una sonrisa cuando saque el libro de detrás de un estante que estaba en la cocina —Para que podamos leer juntas los poemas de Emily Dickinson y compartir nuestros favoritos.
Kylie tomó el libro con sus manos y sus ojos se abrieron con asombro.
—Oh, Malia, es precioso— dijo, con un tono de voz lleno de emoción.
—Es un libro compartido— le respondí, con una sonrisa pícara. —Un libro para que podamos leer juntas, subrayar nuestros poemas favoritos, y escribir nuestras propias reflexiones.
Kylie me sonrió con picardía y me dio un abrazo tan fuerte que sentí que mis pies se levantaban del suelo.
—Me encanta la idea. Gracias, Maliki — dijo con la voz un poco entrecortada por la emoción.
—Tengo otra cosa, bueno mas bien es una actividad para hacer juntas— dije con alegría.
—¿Qué cosa? — me respondió con felicidad.
—Vamos a hacer una torta— le dije, con un tono juguetón. —Ya sabes, para celebrar que somos novias oficialmente.
—Me encantaría, ¿pero sabes qué? No me digas que vamos a seguir el recetario al pie de la letra, ¿verdad? — dijo con una sonrisa traviesa.
—Claro que no, ¿quién crees que soy? — le respondí, con un tono bromista.
Empezamos a buscar las cosas para empezar en la cocina y comenzamos a preparar la torta. Kylie era bastante desastrosa en la cocina, pero su descoordinación me hacía reír a carcajadas. Le tiré un puñado de harina a la cara y ella, sin pensarlo dos veces, me cubrió de la cabeza a los pies.
—No te salgas con la tuya, Malia. — dijo con una sonrisa traviesa, mientras me cubría de harina.
—Eres una traviesa, Kylie. — le respondí, con un tono juguetón.
Nos quedamos mirándonos a los ojos, sintiendo una conexión que iba más allá de la harina que nos cubría.
—Kylie, tú... — comencé a decir, pero ella me calló con un beso rápido y apasionado.
—No digas nada. Solo búscame la esencia de vainilla, por favor. — dijo con un tono de voz juguetón, mientras seguía revoloteando por la cocina.
Reímos y seguimos cocinando juntas, sintiendo la fuerza de nuestro amor en cada movimiento y cada palabra.
Una vez terminamos de preparar la torta y limpiarnos de la harina, nos sentamos en el sofá de la sala, abrazadas y sintiendo la calidez de nuestros cuerpos juntos. La casa estaba vacía, solo nosotras dos. Era un momento perfecto para disfrutar de nuestra compañía y de nuestra nueva relación.
—Me encanta estar aquí contigo. — le dije, con un tono de voz tranquilo.
—A mi también me encanta. — me respondió, con una sonrisa tímida.
Nos quedamos abrazadas, mirando la televisión y esperando que la torta estuviera lista. La casa se llenaba de un aroma dulce y agradable que me recordaba a la infancia.
—Kylie, ¿quieres que te cuente una historia? — le pregunté con un tono de voz suave, mirándola a los ojos.
Ella asintió con la cabeza y se acomodó más en mis brazos, con un tono de voz tranquilo.
—A mí me encantan las historias. — me respondió, con un tono de voz suave.
Yo comencé a contarle una historia de mi infancia, de un momento divertido que habíamos compartido con mi familia en nuestro patio trasero.
La escuchó con atención, con un brillo especial en sus ojos. Sentí una gran felicidad al verla tan interesada en mis recuerdos.
—Sabes que tú también vas a ser parte de mis historias a partir de ahora. — le dije con un tono de voz lleno de cariño.
Ella se sonrojó y me dio un pequeño beso en la mejilla.
—Me encantan tus historias, Malia. — me respondió, con un tono de voz lleno de amor.
Nos quedamos en silencio por unos segundos, sabiendo que esa era la verdad. Nos encantaba pasar tiempo juntas y estar lo más pegadas posible.
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Soy mejor que Él | Kylia (Fanfic)
RomanceKylie en una relación donde no la tratan como quiere, y Malia, decidida a demostrar a Kylie que ella puede ser una mejor novia que su actual novio. Malia y Kylie, dos mejores amigas desde pequeñas, comparten un secreto que ha crecido en silencio du...