Soy mejor que Él | Kylia (Fanfic)

Capitulo 27 (+18)

Pov Malia:

Era sábado por la noche, el fin de semana pasado mis padres me habían dicho que invite a Kylie a casa para presentarnos oficialmente como pareja, y hay nos encontrábamos en la mesa apunto de comer y con mi papá contando anécdotas mías de pequeña avergonzandome.

El aroma a pollo rostizado y puré de papas inundaba la cocina, creando un ambiente cálido y familiar. Kylie, sentada frente a mí en la mesa del comedor, observaba a mis padres.

-Recuerdo cuando Malia era pequeña- dijo mi papá con una sonrisa pícara, -una vez se puso un sombrero de juguete y decidió que era una vaquera. ¡Se la pasó todo el día galopando por la casa y gritando '¡Yee-haw!'-

Mi rostro se ruborizó, mi madre se unió a las risas mientras Kylie se reía con ternura, sus ojos brillando con complicidad. Era tan fácil olvidarme de lo torpe que era cuando era pequeña.

-Y luego estaba su fascinación con los dinosaurios- continuó mamá, -quería tener un dinosaurio de mascota, ¡un T-Rex, nada menos!-

-¡Mamá!- protesté, cubriéndome la cara con las manos.

-Era adorable- dijo Kylie, sus ojos brillando con amor. -Me imagino a una pequeña Malia corriendo por la casa con un sombrero y gritando '¡Yee-haw!-

-Yo era una niña muy seria a esa edad-  bromeó Kylie, -pero con el tiempo aprendí a ser un poco más divertida, como tú, Malia-

-Siempre fuiste divertida, Kylie-  respondí, sintiendo un calor agradable en mi pecho.

Jett, mi padre, levantó su vaso de vino y brindó: -A la familia, a los buenos recuerdos y al amor-

El resto de la cena transcurrió en un ambiente cálido y agradable. Mis padres se mostraron encantados con Kylie, y ella, a su vez, parecía sentirse cómoda con ellos y la verdad es que ellos la adoraban. Me sentía feliz, rodeada de mi familia y de la persona que más amaba.

Cuando la cena terminó, mi madre se acercó a Kylie con una sonrisa. -Kylie, ¿por qué no te quedas a dormir esta noche? Así pueden pasar más tiempo juntas con Malia-

Kylie me miró, sus ojos llenos de ilusión. -Me encantaría quedarme-

-Está bien- respondió mi padre -pero asegúrense de dejar la puerta de la habitación de Malia abierta. Ya saben solo por precaución-

Ambos se rieron y yo me sonrojé, sintiendo un calor agradable recorriéndome el cuerpo.

-Te amo- le susurré a Kylie, dándole un beso en la mejilla.

-Yo también te amo- respondió, susurrando de vuelta.

Me imaginaba a Kylie en mi cama, acurrucada junto a mí, como la otra vez luego de la universidad. La noche prometía ser mágica.

La noche se extendió con la calidez de la complicidad.  Después de acomodarnos Kylie y yo en mi cama, me senté junto a ella con un libro en mano, fingiendo leer, pero en realidad disfrutando de la sensación de su presencia a mi lado.

-Malia- su voz era suave, como un susurro en la oscuridad, -puedo sentir tu mirada-

Sonreí, cerrando el libro y girándome para verla. -No puedo evitarlo, amor. Eres irresistible-

Ella se rió, un sonido melodioso que me hizo sentir mariposas en el estómago.  -Yo también te encuentro irresistible, mi Maliki-

Una incomodidad agradable se instaló entre nosotras, un espacio lleno de miradas furtivas y sonrisas tímidas.  Las palabras que no se decían flotaban en el aire, una silenciosa promesa de la noche que comenzaba.