Soy mejor que Él | Kylia (Fanfic)

Capitulo 24

El aroma de la torta se extendía por la casa, una tentación irresistible. Malia y Kylie se encontraban acurrucadas en el sofá, abrazadas y sintiendo la calidez de sus cuerpos juntos.  La tranquilidad de la casa las envolvía, solo ellas dos, sin la presión de las miradas curiosas o el bullicio de la universidad.

Las miradas se encontraron, llenas de complicidad y deseo.  Un pequeño escalofrío recorrió el cuerpo de Kylie al sentir la mirada de Malia sobre ella, la intensidad de sus ojos la atraía como un imán.

Con un movimiento casi imperceptible, Malia se acercó a Kylie, sus labios rozando la piel de su cuello.  Kylie se estremeció y sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al sentir el roce de los labios de Malia.

Un pequeño beso se convirtió en un beso más profundo,  y  ese beso se convirtió en un torbellino de emociones.  Kylie  sintió  un  anhelo  profundo  por  sentirse  más  cerca  de  Malia, sus  manos  se  deslizaron  por  la  espalda  de  Malia,  acariciando  su  piel  con  delicadeza.

Malia  le  respondió  al  beso  con  una  intensidad  que  la  dejó  sin  aliento.   Sus  manos  se  aferraron  a  la  cintura  de  Kylie,  atrayéndola  más  cerca  de  ella.

Kylie  se  subió  encima  de  Malia,  su  cuerpo  se  movía  con  fluidez  sobre  el  de  Malia,  sus  labios  no  dejaban  de  besarse  con  una  intensidad  que  las  llevaba  a  un  punto  de  no  retorno.

En  ese  instante,  el  dulce  aroma  de  la  vainilla  se  mezcló  con  el  calor  de  sus  cuerpos,  el  zumbido  de  la  alarma  del  horno  las  hizo  separarse  de  repente.

—Oh,  mierda.  —  dijo  Malia,  con  un  tono  de  voz  ligeramente  frustrado.  —Se  quemó  la  torta.

Kylie  se  echó  a  reír.

—Parece  que  algo  más  se  está  quemando  aquí.  —  dijo,  con  un  tono  de  voz  picante.

Las  dos  se  rieron  juntas,  sintiendo  un  poco  de  decepción  por  la  interrumpción,  pero  también  una  gran  atracción  mutua.

Malia  se  levantó  del  sofá  y  se  dirigió  al  horno.

—Es  mejor  sacar  la  torta  antes  de  que  se  convierta  en  un  carbón.  —  dijo,  con  un  tono  de  voz  juguetón.

Kylie  se  levantó  y  se  dirigió  a  la  cafetera.

—Mientras  tú  salvas  la  torta,  yo  te  preparo  un  café  para  acompañarla.  —  dijo,  con  un  tono  de  voz  suave.

Malia  sacó  la  torta  del  horno  y  la  puso  sobre  la  mesa  de  la  cocina.

—Parece  que  está  perfecta.  —  dijo,  con  un  tono  de  voz  orgulloso.

—Estoy  segura  de  que  está  deliciosa,  aunque  haya  sonado  la  alarma.  —  dijo  Kylie,  con  un  tono  de  voz  picante.

Las  dos  se  sentaron  a  la  mesa  y  comenzaron  a  disfrutar  de  la torta,  acompañada  de  café  caliente.  La  casa  se  llenaba  de  un  aroma  dulce  y  agradable  que  las  relajaba.

Malia  miró  a  Kylie,  con  un  brillo  especial  en  los  ojos.

—Creo  que  esta  torta  no  se  quemó  tan  mal.  —  dijo  con  una  sonrisa  pícara.

—Yo  creo  que  estuvo  a  punto  de  quemarse  por  otra  cosa.  —  respondió  Kylie  con  una  sonrisa  de  complicidad.

Las  dos  se  rieron  juntas,  sabiendo  que  ese  momento  de  intimidad  las  había  acercado  más  que  nunca.

—Y  creo  que  aún  tenemos  tiempo  para  probar  ese  otro  tipo  de  "quemadura"  —  añadió  Malia,  con  un  tono  de  voz  juguetón,  mientras  le  guiñaba  un  ojo  a  Kylie, y esta se moría de la vergüenza con su rostro todo rojo.

Kylie  se  sonrojó  y  se  echó  a  reír.

—Bueno,  tal  vez  más  tarde.  —  dijo  con  un  tono  de  voz  suave,  mirándola  a  los  ojos.

Malia  asintió  con  la  cabeza,  sintiendo  un  escalofrío  de  emoción  recorrer  su  cuerpo.

—Me encantaria que eso pase.  —  le  dijo,  con  un  tono  de  voz  lleno  de  cariño.

— A mi igual—  le  respondió  Kylie,  con  un  tono  de  voz  tranquilo  y  feliz.

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