Junior h

2.3K 119 14
                                    

Narras tu:

Estaba esperando a mi esposo en casa, el había ido al estudio, ya que recibió una llamada de imprevisto y tuvo que irse.

Estaba arrullando a nuestro hijo, cuando escuche la puerta, seguido de eso pasos en las escaleras.

- Ya llegué mi vida. - dijo acercándose hacía la mecedora donde me encontraba sentada con nuestro hijo en manos. - Aver prestame a mi apa.

Le extendi y lo tomo arropandolo en sus brazos; quedándose profundamente dormido a los minutos, lo acostamos en su cuna, prendimos la cámara para después dirigirnos a nuestra habitación.

- Amor, traigo un chingo de ganas de cogerte, y con ese shorts que traes no ayuda para nada. - soltó dejándose caer sobre la cama; poniéndo sus brazos sobre su nuca.

Yo solo solté una risita nerviosa, y me acomode sobre su regazo.

- Pues estamos igual, pero como que hoy te miras más guapo de lo normal. - dije con voz coqueta.

El sonrío picaramente, para después deborarme la boca, pidiendo permiso para introducir su lengua en mi boca. El beso se torno a uno más necesitado, nuestras respiraciones se agitaron; y nos tubimos que separándonos por falta de aire.

- Mira como me pones, mamita. - apretó mi cintura hacia su pelvis, sintiendo lo duro que está, solté un jadeo al sentirlo.

Empezó a moverme sobre el, creando una perfecta fricción, mojandome al instante.

Pasa una mano sobre coño, que todavía esta escondido por el short, y sonríe al sentir lo húmeda que estoy.
Vuelve a besarme, metiendo sus dos manos por debajo de mi camiseta; teniendo contacto directo con mi pechos, gracias a que no llevaba sujetador.

Apretó mis dos pechos, haciendo me suspirara, después prosiguió en atrapar mis pezones entre sus dedos para tirar de ellos, poniéndolos duros al instante; finalmente retiro mi camisa, llevando uno de mis pechos a su boca, donde empezó a succionar y lamber mi pezon, yo solo jadeaba  y suspiraba por la sensación.

Seguía succionando, mientras me movía sobre el, gruñendo sobre mi piel.

- Que rica leche tienes, con razón Mateo esta pegado a la chichi. - murmuró al sentir leche cuando succiono; ya que amamantaba a mi bebé.

(...)


Ahora me encontraba yo acostada sobre la cama, agarrando con una mano uno de mis pechos, y la otra sobre el cabello de Antonio, que se encontraba entre mis piernas, lamiendo mi clítoris.

- Ahhh, a-hh. - solté al sentir que introducía su lengua en mi entrada, jale de su cabello acercandolo más a mi.

One Shots De Los CT 🦥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora