Pokémon X, Y y Z La Leyenda de Roibert Sánchez

Capítulo XXIV: Los Laboratorios Lysandre

¡Sean todos bienvenidos al Mundo Pokémon! Este mundo no es como los otros, ya que está poblado por unas criaturas increíbles llamadas Pokémon, capaces de controlar los 18 elementos para pelear.

Los humanos y Pokémon coexistimos en paz y armonía, ayudándonos mutuamente, ya sea para trabajar, montar espectáculos o simplemente ser amigos. Aunque también existen aquellos que se enfrentan en batallas increíbles para decidir al mejor de todos. Mejor que nadie más.

¡Bonjour! Mi nombre es Roibert Sánchez. Estoy emprendiendo mi Aventura Pokémon, superando las dificultades para convertirme en el nuevo Campeón de Kalos.

Opening: No. 1 (Boku no Hero Academia Opening 8)

Hace años, Lysandre, quien ya había perdido a su esposa y a su hija, había ido a visitar una urbanización que había sido destruida por un conflicto armado entre los mismos habitantes. Por alguna razón, se notaba bastante arrepentido, como si él hubiera sido el causante de todo esto.

Mientras se paseaba por las derruidas calles, el pelirrojo se encontró con un muchacho desnutrido que venía acompañado de un Houndour. Al ver que el pequeño y su Pokémon estaban llorando mucho, se acercó y le dijo— Bonjour, niño. Soy Lysandre. No tengas miedo, que no te voy a hacer daño. Solo quiero hablar contigo. ¿Qué haces aquí y dónde están tus padres?

El pequeño lloró más fuerte y respondió— ¡Ya no están! ¡Unos hombres malos se metieron a nuestra casa y les disparó a mis padres con una cosa rara! ¡Ahora ya no puedo despertarlos! ¡Ya no se mueven y están fríos! ¡Ya no sé qué hacer!

—Oh, ¿de verdad? ¿De verdad el mundo te acaba de quitar lo que más amabas?

El niño dejó de llorar y le preguntó confundido— ¿Qué? ¿A qué se refiere, Señor Lysandre?

El millonario desvió la mirada, tomó aire y contestó— Yo también perdí a las personas que más amaba. No fue a manos de las mismas personas que tú, pero igual eran hombres malos. Tan malos como este mundo. Debido a la corrupción y la avaricia, los humanos terminamos convirtiendo el alguna vez hermoso y pacífico Mundo Pokémon en un lugar cada vez más cruel y hostil donde los inocentes son quienes pagan las consecuencias. Si no queremos que la situación empeore, debemos hacer algo al respecto y claro que lo haré.

—¿De verdad? ¿Qué?

—Es fácil. Planeo crear un equipo llamado Equipo Flare, conformado por personas como tú y como yo. Tengo en mi posición un dispositivo ancestral que nos permitirá parar para siempre a aquellos que lastiman a los demás. Tú serás uno de los elegidos para cambiar el mundo. Gracias a ti, nunca nadie volverá a perder a sus padres ni a nadie. Lo único que necesito para saber si aceptas es tu nombre.

El niño miró a su Houndour, quien asintió para darle su consentimiento, así que dijo— Claude. Me llamo Claude.

De vuelta en el presente, Claude, después de haber recibido a unos nuevos miembros del Equipo Flare, se puso un traje de camarero para trabajar en el Café Lysandre, una cafetería que servía como una media fachada y entrada para los Laboratorios Lysandre, la principal base del Equipo Flare.

Mientras limpiaba unos cuantos vasos, el Recluta empezó a suspirar mientras se ponía bastante pensativo, ya que, con el pasar de los años, notó que los nuevos esbirros no eran tan buenas personas como su Jefe Lysandre le había dicho y, desde que peleó contra Roibert y los demás todas esas veces, comenzó a cuestionarse por qué tenían que cometer todos esos crímenes contra los humanos y los Pokémon para lograr su objetivo de "purificar" el mundo.