Especial cumpleaños de Kenma Kozume, el lindo Pudín, se le desea un muy feliz cumpleaños💕
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Era temprano en la mañana, y mientras los primeros rayos de luz entraban por la ventana, estabas lista para hacer de este cumpleaños de Kenma algo especial. Sabías cuánto le gustaban las cosas simples, el tiempo a solas y las actividades tranquilas, pero este año querías llevar esa tranquilidad a otro nivel.
Desde que ambos habían ganado popularidad como streamers e influencers, el lujo no era un problema, pero también sabías que para Kenma, la simplicidad y la comodidad siempre eran lo más importante. Así que, en lugar de planear una gran fiesta o evento, optaste por algo mucho más íntimo: un viaje sorpresa a una cabaña en una zona montañosa, donde pudieran estar completamente solos, disfrutar de la naturaleza y desconectarse del mundo.
Habías hecho todo en secreto, incluso reservando un lugar que tenía todo lo que Kenma amaba: buena conexión a internet (por si le apetecía jugar), una consola de videojuegos en la sala, una cama cómoda y un ambiente sereno y relajante. Todo estaba preparado para su cumpleaños perfecto.
Mientras él dormía aún, te acercaste lentamente y depositaste un beso en su mejilla. Kenma entreabrió los ojos, un poco desorientado, pero al verte sonrió suavemente, todavía medio dormido.
—Feliz cumpleaños, Kenma —le susurraste, acariciando su cabello despeinado.
—Mmm, gracias —respondió, con esa calma característica, mientras sus ojos se cerraban de nuevo.
Pero lo que no sabía era que lo habías dejado dormir un poco más para poder tener todo listo para la sorpresa. Con el equipaje ya preparado, esperaste a que se levantara para darle la gran noticia.
—Tengo una sorpresa para ti —dijiste, sonriendo, mientras él se sentaba en la cama, aún algo confundido.
—¿Sorpresa? —preguntó, con curiosidad, aunque sin perder su calma habitual.
—Nos vamos de viaje. Solo tú y yo, a un lugar tranquilo. Todo está listo, solo tenemos que irnos.
Por un momento, Kenma te miró en silencio, procesando la idea. Sabías que no le gustaban las sorpresas grandes, pero cuando mencionaste que era un lugar tranquilo, algo en sus ojos brilló. Sabía que lo habías planeado con cuidado, tomando en cuenta lo que a él realmente le gustaba.
—Suena bien —dijo finalmente, con una pequeña sonrisa asomándose en sus labios.
El viaje fue perfecto, tal como lo habías imaginado. Mientras conducías hacia la cabaña, Kenma estuvo relajado, mirando por la ventana, disfrutando de la vista de los paisajes que se extendían ante ustedes. Sabías que le gustaba la paz de los lugares alejados, y cuando finalmente llegaron, su reacción lo confirmó.
La cabaña estaba rodeada de árboles y un pequeño arroyo corría cerca, creando un ambiente sereno. Adentro, todo estaba preparado: una mesa con sus juegos favoritos, una consola, una pantalla grande, y lo más importante, espacio para relajarse y disfrutar del día a su propio ritmo.
—Sabes, esto es perfecto —dijo Kenma mientras exploraba el lugar, con una expresión tranquila pero agradecida—. No esperaba nada de esto.
—Quería que tu cumpleaños fuera especial, pero sin abrumarte —respondíste, mientras te acercabas a él.
El resto del día fue una mezcla de momentos perfectos. Cocinaste su comida favorita juntos, algo sencillo pero delicioso, y después, ambos se acurrucaron en el sofá para jugar uno de los títulos que habían dejado pendientes en su lista. Kenma siempre había sido alguien de pocas palabras, pero sus pequeños gestos, las miradas y las sonrisas suaves que compartía contigo, te dejaban claro que estaba disfrutando cada segundo.
Al caer la noche, después de un día tranquilo y lleno de momentos íntimos, decidiste darle tu último regalo. Desde hacía tiempo, Kenma había estado hablando de una nueva tecnología que quería probar, algo para mejorar su experiencia de streaming y gaming. Así que, sin que lo supiera, habías conseguido el dispositivo y lo tenías envuelto esperando el momento adecuado.
—Esto es para ti —dijiste, entregándole el regalo con una sonrisa.
Kenma lo abrió lentamente, y cuando vio lo que era, sus ojos se iluminaron, algo raro en él.
—Esto es... increíble. No sé cómo lo conseguiste, pero gracias —murmuró, claramente emocionado.
Se acercó y te abrazó, un gesto que, aunque no era el más frecuente, siempre era especial cuando venía de él. Te abrazó con firmeza, un agradecimiento silencioso que decía más de lo que las palabras podrían expresar.
—Este es uno de los mejores cumpleaños que he tenido —susurró, aún abrazándote.
—Me alegra que te guste, Kenma. Quería que fuera algo solo para nosotros.
—Y lo fue. No cambiaría nada de hoy.
Mientras el fuego en la chimenea crepitaba suavemente y las estrellas comenzaban a brillar en el cielo, ambos se quedaron en la cabaña, compartiendo un momento de tranquilidad, sabiendo que para Kenma, el mejor cumpleaños era simplemente pasar tiempo contigo, en paz, sin presiones ni grandes celebraciones, solo ustedes dos.
