Oikawa Tooru

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Era una tarde cálida, y Oikawa Tooru, como de costumbre, estaba en el parque, jugando un partido de voleibol amistoso con algunos amigos. Su energía y carisma siempre atraían a una multitud de admiradores, y tú observabas desde una banca cercana, sonriendo al verlo disfrutar tanto de lo que amaba. Sabías que hoy era el día perfecto para contarle la gran noticia. Ibas a ser mamá, y Oikawa, aunque él no lo sabía aún, iba a ser papá. Pero, ¿cómo le dirías? Querías que fuera especial, algo que recordara siempre.

Después de un rato, el partido terminó, y Oikawa, con una gran sonrisa en el rostro, caminó hacia ti, secándose el sudor con una toalla y aún riendo por algunas bromas que había intercambiado con sus amigos.

—¿Viste eso? —preguntó, emocionado mientras se sentaba a tu lado—. ¡Mi saque estaba impecable hoy!

—Siempre lo está —dijiste sonriendo, aunque tu mente estaba más enfocada en cómo ibas a darle la noticia.

Oikawa te lanzó una mirada juguetona y guiñó un ojo, claramente satisfecho con tu respuesta. Pero notó que había algo en tu expresión, algo que no encajaba del todo con la conversación habitual. Frunció ligeramente el ceño, curioso.

—¿Qué pasa? —preguntó, inclinándose un poco más hacia ti, sus ojos marrones fijos en los tuyos—. Tienes esa cara de "te quiero decir algo importante".

Reíste, nerviosa. Con Oikawa era imposible ser misteriosa. Siempre sabía cuándo algo rondaba en tu cabeza.

—En realidad, sí, Tooru. Hay algo que quiero decirte. —Tomaste un respiro profundo, sintiendo cómo tu corazón latía más rápido.

Él se acomodó en la banca, prestándote toda su atención, pero con ese brillo juguetón que siempre tenía cuando algo interesante estaba por suceder.

—Estoy... estoy embarazada —dijiste finalmente, observando su rostro en busca de una reacción.

El silencio que siguió fue tan inesperado como revelador. Oikawa, el siempre elocuente, el que siempre tenía una respuesta lista para cualquier situación, se quedó completamente mudo. Sus ojos se agrandaron, y su boca se entreabrió en una expresión de pura sorpresa.

—¿Qué? —fue lo único que logró decir al principio, claramente desconcertado.

Tú asentiste, tomando su mano y colocando su palma sobre tu vientre, aunque todavía no había nada visible.

—Vamos a tener un bebé, Tooru.

De repente, la expresión de Oikawa cambió por completo. Sus ojos se llenaron de emoción, y su sonrisa, aquella que solía iluminar cada lugar donde iba, apareció lentamente en su rostro. Luego, sin previo aviso, soltó una risa suave, casi incrédula.

—¿De verdad? —preguntó, aunque ya sabía la respuesta—. ¡¿Voy a ser papá?!

Asentiste con una sonrisa mientras sus manos temblorosas tocaban tu vientre con una delicadeza sorprendente, como si el hecho de que estabas esperando un bebé fuera algo tan increíble que temiera hacer algo mal. Oikawa, el siempre confiado, estaba genuinamente emocionado y sorprendido.

—¡Esto es increíble! —exclamó, su voz llena de entusiasmo. Se levantó de la banca de un salto, dándote vueltas en un abrazo, su risa llenando el aire—. ¡Voy a ser el mejor papá del mundo, lo juro! ¡Nuestro bebé va a tener todo lo que necesita! ¡Vamos a ser una familia increíble!

Riendo, lo abrazaste de vuelta, sintiendo el calor de su emoción y su amor. Oikawa te bajó al suelo, pero mantuvo sus brazos alrededor de ti, mirándote a los ojos, con una dulzura en su mirada que pocas veces mostraba.

—¿Cuánto tiempo llevas sabiendo esto? —preguntó, aún con esa sonrisa deslumbrante—. ¿Por qué no me lo dijiste antes? ¡Esto es lo mejor que me ha pasado en la vida!

—Quería decírtelo de una manera especial —le explicaste, sonriendo mientras veías su entusiasmo desbordarse.

—Especial... —repitió, reflexionando por un segundo. Luego, con su típico tono bromista, añadió—: Bueno, cualquier cosa que me digas ya es especial para mí, pero vamos a necesitar una fiesta de anuncio o algo, ¿no crees? ¡Esto merece una celebración! ¡Quiero que todo el mundo sepa que voy a ser papá!

 Luego, con su típico tono bromista, añadió—: Bueno, cualquier cosa que me digas ya es especial para mí, pero vamos a necesitar una fiesta de anuncio o algo, ¿no crees? ¡Esto merece una celebración! ¡Quiero que todo el mundo sepa que voy a ser papá!

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Extras:

-Oikawa comenzó a presumir la noticia de que iba a ser papá a todos sus amigos, compañeros de equipo y básicamente a cualquier persona que conociera, incluso antes de que tú tuvieras tiempo de contarlo.

-Se volvió súper protector contigo, asegurándose de que estuvieras cómoda en todo momento. A veces, incluso exageraba un poco, asegurándose de que no levantaras nada pesado o que no hicieras nada que pudiera "poner en riesgo al bebé".

-Constantemente hablaba con tu vientre, asegurándose de que el bebé escuchara su voz todos los días. Siempre decía que quería que el bebé reconociera su "gran y poderosa voz" tan pronto como naciera.

-A medida que avanzaba el embarazo, Oikawa se obsesionó con buscar los mejores nombres, artículos para bebés y decoraciones para la habitación. Quería que todo fuera perfecto para la llegada de su pequeño.

-Cuando el bebé comenzó a patear, Oikawa estaba tan emocionado que apenas podía contenerse. Pasaba horas con la mano en tu vientre, esperando sentir las pequeñas patadas, y cada vez que lo hacía, reaccionaba como si fuera la primera vez.

-Era un padre extremadamente cariñoso, y aunque seguía siendo el carismático y bromista Oikawa de siempre, se notaba que tomaba muy en serio su nueva responsabilidad. El amor y la dedicación que mostró desde el primer momento te hicieron sentir que tu bebé no podría haber tenido un mejor papá.

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