Capítulo 29: Futuro incierto

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Kagome

Desperté poco antes de que la alarma sonara y la desactivé sin más. Miré a mi costado y Koga aún dormía, sonreí al recordar que nos habíamos quedado hasta tarde platicando y riendo.

Quizás, conociéndonos un poco más.

Suspiré, recordando que por fin le había comentado sobre mi relación con Bankotsu y, si debía ser honesta, me había sacado un gran peso de encima.

Inicio del flashback.

- ¿Estas segura de que quieres que me quede? - preguntó, acostándose a mi lado.

- Ya se hizo muy tarde. - sonreí, acomodándome.

Nos quedamos observándonos unos momentos. Él colocó su mano sobre mi mejilla, acariciándola con suavidad y yo cerré mis ojos ante aquel delicado contacto.

- ¿Qué sucede? - pregunté al notar algo extraño en su mirada.

- Hace rato dijiste que no habías tenido una buena relación con tu ex pareja.

- ¿Quieres saber sobre él?

- Sólo si tú estas dispuesta a contarme.

Me quedé en silencio unos momentos, pero sabía que de no decirle la verdad, aquel peso seguiría sobre mis hombros.

- Cuando estaba en la preparatoria conocí a un tipo llamado Bankotsu. - me giré sobre mi espalda, fijando mis ojos en el techo de la habitación. - Al comienzo fue una relación preciosa, él parecía ser una persona maravillosa. - sonreí al recordar aquellos momentos en los que verdaderamente la pasaba bien a su lado. - Era... atento, tierno y cariñoso conmigo pero... de un momento a otro... todo cambió. - lo miré. - Se volvió un completo desconocido y nuestra relación se fue por la borda en todos los sentidos de las palabras.

- Él... ¿te golpeó? - asentí.

- Los primeros golpes fueron difíciles, pero... con el tiempo comencé a defenderme y también lo golpeaba. Y se que seguramente dirás cosas como: "¿por qué no te fuiste antes?" pero simplemente me era imposible, yo verdaderamente lo amaba.

- Kag, no voy a juzgarte. - volvió a acariciar mi mejilla. - De hecho, quisiera conocer al maldito que se atrevió a ponerte un dedo encima para que sepa lo que es que alguien le de una paliza.

- No es necesario. - sonreí. - Y espero no volver a verlo.

- Tranquila. - se acercó y me abrazó. - Prometo protegerte con mi vida de ser necesario.

- Koga. - susurré, permitiéndome sentir el calor de su cuerpo.

Fin del flashback.

Si, sabía que no había hablado en profundidad sobre él, pero ya había dado un paso enorme que era hacerle saber a Koga sobre su existencia. Volví a mirarlo y se veía tan tranquilo durmiendo que sentí que lo mejor era dejarlo descansar, después de todo era su día libre.

Me puse de pie y fui a la cocina a prepararme un té. No tenía mucho ánimo para desayunar algo más prometedor, por lo que opté por lo más simple: Un té con unas galletas.

Los desayunos no son mi fuerte, Koga, sólo para que te vayas preparando.

- ¿Qué estoy diciendo? - sonreí, burlándome de mis propios pensamientos al darme cuenta de que verdaderamente estaba hablando de mi futuro a su lado.

Traté de concentrarme en las cosas que debía hacer en el trabajo, pero inevitablemente al pensar en eso, también terminé pensando en él. Si, porque aún seguíamos juntos en ese proyecto y así iba a ser hasta que lo termináramos.

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