11 meses desde el primer encuentro.
Kagome
- Estas mojada. - pronunció, penetrándome con dos de sus dedos, al mismo tiempo en que arqueaba mi espalda.
Por dios... esto es... delicioso.
Comencé a aumentar el sonido de mis gemidos, los cuales iban en consonancia con sus movimientos.
- ¿Lo estas disfrutando? - sus labios ascendieron a mis pechos, jugando con ellos como si supiese exactamente la manera en la que debía hacerlo.
- Mucho. - fue lo único que logré pronunciar.
- Tu voz enloquecería a cualquiera. - respondió, sin abandonar mi piel.
- Entonces... - un grito abandonó mis labios al sentir como sus movimientos se tornaban más lentos. - ¿Por qué no vas más allá?
- No puedo. - mordió mi pezón. - Aunque no puedo negarte que lo deseo con creces.
- ¡Por dios! - mi cuerpo se estremeció al sentir su pulgar realizar movimientos circulares sobre mi zona sensible. - ¡Ya no puedo...!
- Hazlo. - sonrió.
Mi liberación fue ruidosa y poco sutil. Apreté mis ojos mientras él quitaba sus dedos de mi interior, sin embargo, la imagen que se presentó ante mi mirada no ayudó a que mi deseo disminuyera.
Su lengua pasó sobre toda la extensión de su dedo índice e, inmediatamente, tomó mis piernas, abriéndolas por completo.
- ¿Qué haces? - lo miré sorprendida.
- No puedo perderme esta delicia. - fue lo último que escuché antes de que su boca comenzara a devorar mi entrepierna, llevándome a la locura nuevamente.
Sin embargo... aún no sabía su nombre.
Abrí mis ojos de repente, sintiendo el palpitar acelerado de mi corazón. Pasé mi mano por mi frente, tratando de calmar el mar de emociones con el que desperté.
Maldición, ya ha pasado casi un año y sigo soñando con ese momento.
- Buenos días, preciosa.
Mi corazón se detuvo al reconocer su voz y recordar lo sucedido la noche anterior.
- Bankotsu. - miré su lado de la cama, encontrándome con su mirada azulada, la cuál me observaba con un brillo especial. - Buenos días.
- Oh vamos. - me rodeó con su brazo, atrayéndome hacia su cuerpo desnudo. - Anoche no me llamabas por mi nombre.
- Anoche fue anoche. - sonreí. - Y ya quedó en el pasado. - traté de elevarme, sin embargo, me detuvo.
- Vamos Kag, ¿vas a decirme que me has olvidado?
No, la realidad era que el sentimiento aún estaba latente, pero no podía regresar al círculo de violencia del que había logrado salir.
- Esto fue un error, ¿de acuerdo? me encontraste en una noche de debilidad... demasiado estrés y demás.
- Anoche te veías muy animada saltando sobre mi. - mordió sus labios, al mismo tiempo en que su mano se posaba en mi pecho.
No podía negarlo, Bankotsu era uno de los hombres que mejor se movían en la cama, sin embargo, sus explosiones de ira y su temperamento violento nos habían llevado a un plano en el que los gritos, amenazas y algún que otro golpe, se habían vuelto normales.
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Secreto
Mistério / SuspenseUn inusual regalo de cumpleaños se convertirá en un fogoso encuentro que amenazará con poner de cabeza sus mundos. Un mar de secretos que se interpondrán entre los dos, ¿serán capaces de volver a verse? *Disclaimer: Los personajes no me pertenecen...