Capítulo 12: Antifaz

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Kagome

- ¿Una fiesta? - pregunté, observándola con una expresión extrañada en mi rostro.

- Si, una fiesta. - replicó sin perder la sonrisa. - Resulta que, este fin de semana, mi padre va a estar a cargo de una de las fiestas más prestigiosas de esta ciudad y, en recompensa por aceptar tomar este proyecto, me pidió que las invitara.

- Oye, espera un momento. - Sango fue quien tomó la palabra. - No me digas que te refieres a esas fiestas extravagantes de la elite de la ciudad.

- De hecho... - metió la mano dentro de su bolso y sacó una especie de tarjeta. - Esta es la invitación formal.

Rin la tomó mientras nosotras nos colocábamos a su lado. Aquella tarjeta era completamente negra y tenía grabadas las iniciales del hospital (HT) en un intenso color plateado. Al abrirla nos encontramos con el mismo fondo y aquel texto, del mismo color que las iniciales, sólo que esta vez al final se vislumbraba un dibujo de lo que parecía ser un antifaz.

- ¿Qué significa ese antifaz? - pregunté sin reparar en lo que decía más arriba.

- Digamos que la temática será esas fiestas estilo película hollywoodense.

- No me digas que tendremos que llevar elegantes vestidos y un antifaz.

- Estas en lo correcto, mi querida Sango. - guiñó su ojo. - Será divertido.

- Oye. - elevé mis manos, meneando la cabeza. - ¿Y por qué hacen una fiesta?

- Todos los años el hospital hace un evento de caridad, con una temática especial e invita a la elite de Tokio, quienes suelen ser los que dejan más dinero. - sonrió. - Los empleados nunca estamos invitados, pero esta vez yo fui quién las llevó hasta este proyecto, asique por primera vez estaré allí. - respondió completamente emocionada.

- Ayame. - intervino Rin. - Entiendo tu emoción pero... esa clase particular de eventos... no lo sé.

- ¿Qué sucede? - nos miró extrañada, ya que ninguna de las tres estábamos muy convencidas.

- A ver, ¿Cómo te lo digo de manera suave? - Sango colocó su mano en su mentón. - Digamos que la gente rica tiene mala fama.

- ¿Mala fama?

- Ay por favor, ¿nunca viste una película?

- Chicas. - comenzó a reír. - Esto sólo es un evento de caridad.

- He visto películas en donde en esos eventos subastan personas.

- Y eso me confirma que amas el cine, Sango, pero esto es la vida real y no, no hay subastas.

- Ayame. - intervine. - Entiendo que no sucederán las mismas cosas que en las películas, pero no puedes negarme que esos eventos, cuanto menos, son extravagantes y no en el buen sentido.

- Como les dije, es la primera vez que voy a ir a uno de esos. Por favor chicas, sólo será una noche para beber y divertirnos, quizás hasta burlarnos de algunos invitados.

- Si prometemos que lo pensaremos, ¿nos dejarás tranquilas? - sonreí.

- Mínimo... espero que mínimo lo prometan.

- Bien, entonces lo pensaremos, ¿de acuerdo, chicas? - ambas asintieron. - Y ahora, eres bienvenida a quedarte si lo deseas, pero debo volver a la oficina, tengo cosas que adelantar.

- Al igual que yo. - respondió Rin.

- Bueno Ayame, supongo que te quedarás conmigo mientras imprimo los avances de los demás proyectos.

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