Capítulo VII - Choque de convicciones

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Señor Lobo (Wolfgang)

Al día siguiente después de aquella llamada con Diane, desperté más inquieto de lo normal, mi cabeza no paraba de darle vueltas a la conversación, pero intenté dejarlo de lado, decidí que lo mejor sería despejarme un rato así que opté por salir a caminar y tomarme un café, algo que me ayudara a desconectar de todo el caos por un momento.

Mientras me vestía y me preparaba para salir, escuché algo en el pasillo, era Serpiente, lo encontré de pie frente a la puerta, con su habitual sonrisa medio burlona, como si siempre supiera exactamente qué estaba pensando.

—¿Te vas a algún lado? —preguntó mientras se recostaba contra el marco de la puerta.

—Sí, solo a tomar un café —respondí tratando de sonar despreocupado— Necesito despejarme un poco.

—¿Solo? —Serpiente arqueó una ceja ya sabiendo la respuesta.

Le di un gesto de asentimiento, pero él no parecía convencido, sabía que si me veía preocupado, probablemente se daría cuenta de que algo andaba mal, no me gustaba hablar mucho de mis problemas, ni siquiera con él, pero Serpiente siempre había sido bueno para notar cuando algo no estaba bien. Y aunque sabía que podría presionarme, decidió dejarlo pasar.

—Voy contigo —dijo finalmente— Así de paso hablamos un rato, que hace días no salimos a hacer algo más que robar o escapar de la policía.

No me molestaba su compañía, así que asentí, y ambos salimos de la guarida, el aire fresco de la mañana me golpeó en la cara y por un momento, la tensión de la conversación con mi ex se disipó. Caminamos en silencio por un rato, hasta que Serpiente rompió el hielo.

—¿Has visto lo que pasó en la tele anoche? —preguntó.

—No, ¿qué pasó?

—Pues nada importante, solo el típico caos en la ciudad —Serpiente hizo un gesto vago con su cascabel — A veces pienso que deberíamos montar un espectáculo o algo, siempre hay algún drama, pero nunca es tan interesante como lo que nosotros hacemos.

Me reí entre dientes, era típico de Serpiente hacer ese tipo de comentarios, para él, todo lo que no involucrara un atraco, una persecución o algo que lo mantuviera en la línea del peligro, era aburrido. Era parte de lo que nos hacía llevarnos tan bien.

—Si tú lo montas, me avisas —dije— Quizás podamos invitar a toda la policía a ver cómo no nos atrapan, como siempre.

Serpiente rió y le dio una patada a una lata vacía que había en la acera.

—Hablando de eso... ¿Sabes qué podríamos hacer? —dijo con ese brillo travieso en los ojos— Vi una tienda en la esquina que se ve bastante tranquila, no tan grande pero podríamos llevarnos algunas cosas, ya sabes, por diversión.

Lo miré, y por un momento pensé en decir que no, estábamos solos, no teníamos al equipo completo con nosotros y probablemente no era la mejor idea en ese momento, pero la verdad, después de la conversación de anoche, una pequeña distracción no me vendría mal. Y además Serpiente tenía esa habilidad para hacer que cualquier cosa sonara como una buena idea.

—¿Qué dices Lobo? Solo será algo rápido, unos dulces, un poco de comida, nada demasiado loco —añadió, al ver mi vacilación.

Finalmente sonreí, no podía decirle que no.

—Vale, vamos a por ello —dije y nos dirigimos a la tienda que Serpiente había mencionado.

Cuando llegamos todo parecía tranquilo, la tienda no era tan grande ni pequeña, atendida por una mujer mayor que nos miró con una sonrisa amigable cuando entramos, parecía que no sospechaba nada, lo cual hizo las cosas más fáciles, Serpiente comenzó a echar cosas en una bolsa: chocolates, bolsas de papas, algunas latas de refresco, yo por mi parte, tomé algunos paquetes de dulces y los metí en los bolsillos.

Más allá del DELITO - Señor Lobo x Nick WildeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora