TorreMuelle ( Gavi )

Capitulo 30

Narra Aquamarina

—Suéltame —me dice Gavi para luego carraspear

Yo me sonrojo, ni si quiera se que he hecho ¿qué hago abrazándole? Será la emoción de haber vuelto a ver el colgante de mi madre.

Aún no me puedo creer que lo haya encontrado, prácticamente era imposible...

De repente la puerta suena y en un acto casi involuntario me escondo la mano donde tengo el colgante detrás de mi espalda.

Miro hacia las espaldas de Gavi y él se gira para clavar sus ojos en mi abuelo que está entrando por la puerta. Lleva su pelo blanco recogido en una mini coleta y sus gafas algo manchadas por varias gotas de agua.

—¿Qué haces aquí? —intento aparentar normalidad pero mi voz se nota nerviosa.

Como mi abuelo vea de nuevo el colgante no se lo que podria llegar a pasar. Se alegró muchísimo de que lo perdiera y ahora me da miedo que al tenerlo de vuelta me lo quite

Él me ignora completamente cuando ve el pie de Gavi vendado.

—¿Qué te ha pasado chico? —dice mientras que coloca la caña de pescar en una esquina de la casa.

Gavi está apunto de contestar cuando llevo mi mano hacia su boca y lo hago callar de inmediato. Estoy segura que le hubiera dicho que se ha hincado el colgante en el pie, y no puedo dejar que mi abuelo se entere de que ha vuelto a aparecer. Así que como siempre, improviso un poco.

—Pues que fue a nadar y cuando llegó a la orilla... pisó un pez araña ¿verdad Gavi? —le hago varios gestos para forzarle a que me lleve la razón.

Por un momento frunce el ceño perdido, pero a los segundo recae en mi mentira y comienza a poner una sonrisa pícara que me preocupa bastante.

—Si, exactamente ha pasado eso —.Gavi tras pensarlo un poco formula rápido —. Pise un pez araña de esos

—Vaya, pues tienen veneno en su aleta de arriba con la que pinchan. ¿Tienes síntomas? —le pregunta mi abuelo.

Por un momento me asusto bastante, Gavi no tiene ni idea de lo que es un pez araña ¿como va a saber el síntoma de su veneno?

Por suerte el chico es más espabilado de lo que parece

—Me duele bastante, por un momento he tenido algo de fiebre. Pero no se preocupe su nieta me curó. Además es tan generosa que se ha ofrecido a hacer la cena hoy ¿verdad? A mi me ha dicho que me va a preparar un plato súper currado.

Abro los ojos como platos

—¿QUÉ? —espeto sorprendida.

Él de repente me pone cara vacilante y continua su maligno plan.

—Aqua tienes el cuello como muy vacío ¿no? —dice tocándose el suyo como referencia

Frunzo el ceño hasta que recaigo que se refiere al colgante.

No estará siendo capaz de hacerme chantaje para que así el no cuente lo del colgante a mi abuelo ¿verdad? Hay que ser muy mala persona para hacer tal cosa.

De repente aprovecha que mi abuelo está distraído recolocando las cañas para acercarse y decirme al oído.

—O haces lo que digo, o le digo a tu abuelo lo de tu colgante secreto.

¡Pero será idiota!

Pongo los ojos en blanco y confirmo que hoy haré la cena.
A él se le escapa una sonrisa burlona. Se está ganando que le escriba la palabra gilipollas en la frente.