Capitulo 34

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Narra Aquamarina

Han pasado tres semanas desde que Gavi llegó.
Desde lo de la avioneta
Y desde que tuve la primera discusión con mi abuelo.

Al final todo acabó con que me mandó para el cuarto y dijo que mientras que viviera bajo su techo se haría lo que él dijese.

Es irónico porque no puedo salir de aquí por más que quiera.

Cuando se enteró de que Gavi y yo dormíamos en la misma cama se puso histérico. Y no entiendo el porqué si al fin y al cabo es solo dormir.

No entiendo porque tanto nerviosismo.

El caso es que nos prohibió estar juntos en la misma habitación. Ahora se han llevado el colchón para el salón y Gavi tendrá que dormir cerca de mi abuelo para poder tenerlo vigilado.

Mi hermana dormirá conmigo en mi cama como siempre.

De verdad que no entendía el porqué mi abuelo se puso así cuando se entero de que él y yo estabamos en mi cama, hasta que Gavi me explicó que de donde viene, cuando uno duerme con una chica lo último que hace es dormir.

Al decirme esto último se le escapó una sonrisa pícara que la verdad que intento borrar de mi mente

No porqué no me guste, si no por todo lo contrario.

Aunque hayan pasado tres semanas, Gavi sigue igual de borde,cortante y cerrado.

De hecho creo que el único gesto bonito que te ha tenido ha sido el decirme que me va a llevar a ver esa película que se llamaba Moana o Vaiana o no se como sea.

Sigo pensando que fue porque la calor le afecto ese día. Porque por lo general os aseguro que es todo lo contrario.

Gavi es el tío más imbecil y cerrado que he conocido. Y se que no he conocido a casi nadie en mi vida pero... algo me dice que Gavi es uno de los tíos más desagradables del planeta tierra.

Me estoy cambiando de ropa en mi habitación. Mi abuelo se fue con el barco a arreglar algo en él y a pescar. Mi hermana, Gavi y yo nos quedamos en casa.

No creo que tarde en subir porque ya está anocheciendo pero espero que se entretenga bastante. 

La relación con mi abuelo está algo regular últimamente. A él le sorprendió que me revalara ante él y sin embargo a mi me duele que me siga escondiendo secretos y si a eso le sumamos que nunca me cuenta nada de lo que le pregunto...

Sin embargo sólo me revelé un poco y luego me arrepentí y volví a ser la chica de siempre. Me trago las cosas sola. Asiento con la cabeza y obedezco las órdenes de mi abuelo.

A veces pienso que no puedo confiar en él. Estoy aprendiendo que aunque sea familia también te puede fallar.

Por el simple hecho de que sea alguien de tu familia no le tienes porque dar confianza. A veces son los de tu propia sangre los primeros que te traicionan.

Me quito la camiseta y me quedo en sujetador cuando de repente alguien abre la puerta.

Es Gavi.

Joder.

—¡AAAAAAAAAAA! ¿QUE HACES IMBÉCIL? EN EL PLANETA DE LOS SIMIOS NO OS ENSEÑARON A TOCAR LA PUERTA ANTES DE ENTRAR O QUE —grito y luego me intento tapar con el brazo todo lo que puedo del pecho

Me da mucha vergüenza siempre estar en ropa interior o en bikini, no es cuestión de enseñar o no, es simplemente que me siento incómoda. De hecho cuando voy a hacer surf siempre voy en camiseta aunque se me moje y eso que estoy sola en esta isla.

Gavi se pone la mano frente a los ojos para no mirarme pero sin embargo sigue quedándose en mi habitación.

—¿Por qué sigues aquí? —le pregunto para luego tragar saliva muy nerviosa.

—Tranquila solo vengo a transmitirte un mensaje —dice para luego quitarse la mano de los ojos como si nada.

—¿Se puede saber que haces? ¿Por qué tienes tan poca vergüenza? —le espeto de mal humor mediante pequeños gritos histérica.

Gavi chasquea con la lengua y sonrie picaramente.

—Aqua no eres la primera chica en sujetador que se me cruza. Además no me gustas, ni creo que me vayas a gustar nunca, así que tranquilizate que no tengo intención de mirarte.

Aprieto la mandíbula y entre cierro los ojos molesta. No se ni si quiera el porqué me ha enfadado lo que ha dicho.

—Tu abuelo nos ha llamado desde abajo. Dice que si tienes hambre para cenar, para subir más pescado. Comenta que está inspirado y quiere cocinar algo decente —dice para luego agarrar una de mis camiseta que hay al lado de la puerta y lanzarmela—. Anda póntelo y deja de sufrir por mi presencia.

La agarro y por si acaso me doy la vuelta. No quiero que me mire mientras que me la coloco.

Una vez que me giro con ella puesta, me fijo en él y veo como rueda los ojos.

—¿Tan nerviosa te pongo?

—Más que nerviosa diría que me molestas —digo a la espera de que se ofenda. Pero no lo consigo.

—Si, ya claro —vuelve a sonreír vacilón

Tu tono irónico me saca de mis casillas.
Mierda.

—Bueno le digo a tu abuelo que suba todo el pescado del barco ¿no? —me vuelve a repetir.

—No —contesto tajante mientras ordeno toda la ropa que tenía tirada por el suelo para ponerla encima de la cama.

—¿Y eso...? —dice frunciendo el ceño mientras que pasa hacia dentro para acercase a mi.

—¿Quién te ha dado permiso para que entres a mi habitación? Ya sabes que lo tienes prohibido —le digo para luego mirarle y cruzarme de brazos

—Me gusta lo prohibido —dice mientras clava sus ojos en los mios

Mis cejas se disparan.
¿Me debería de tomar eso como una indirecta?

—No voy a cenar hoy. Tengo planes para luego.

Gavi se ríe.

—¿Qué planes tienes aquí? ¿La gaviota te va a invitar a cenar? O Espera ¿Te vas a ir de cita romantica con el delfín? —dice con burla

Aunque consigue terminar de cabrearme, yo no entro en su juego. No tengo tiempo para ello, tengo que terminar de prepararme para la noche

—No te importa lo que vaya o no vaya a hacer.

Veo como abre los ojos sorprendido por mi respuesta.

Quizas quiera saber la verdad, pero no voy a decirlo.

No quiero que nadie sepa que me voy a escapar por la noche.

TorreMuelle ( Gavi )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora