Gavi, el futbolista del FC Barcelona, es perseguido por varios asesinos que quieren matarle.
Para evitar su muerte, necesitará escaparse hasta que todo se calme.
Para esconderse y alejarse del mundo, se irá a un sitio tan escondido y alejado que ni...
Estoy apunto de mandar a la mierda a todos los que están en esta torre.
Nadie me quiere contar lo que pasa; Ariel porque es una niña pequeña pero ¿Y ellos dos? Uno ya es un abuelo y Aqua ya es mayorcita como para poder explicarme lo que pasa.
Por más que he preguntando solo se limitan a pasar de mi para hablar entre ellos. Es verdad que están agobiados y agitados para encontrar una solución.
Pero más agobiado estoy yo, sin saber lo que está pasando.
¿Hay algo peor que estar viviendo en medio del océano y que pasen cosas raras?
Cosas que para colmo no te quieren contar.
Yo estaba tumbado en la cama hablando con Aqua hasta que de repente unos estruendos gigantescos comenzaron a sonar en el cielo. Cuando me quise dar cuenta una avioneta estaba llegando y Aqua se encargo de hacer que yo desapareciera durante los cinco segundos que tardó en sobre volar el cielo.
—¡Quiero que me lo contéis! —ordeno e intento que suene mi voz firme, pero estoy tan angustiado y asustado que no lo consigo.
Veo como Aqua medio metro delante mía, tensa la espalda. Al girarse para mirarme veo como aprieta la mandíbula, intenta armarse de paciencia.
—Chico ahora debes esconderte por si vuelve —contesta el abuelo en su lugar.
La ira me va consumiendo. Estoy cansado de que las personas me oculten cosas como si no fuera a razonarlas o entenderlas.
Carla y mi mejor amigo me ocultaron lo peor de este mundo, y desde entonces juré no dejar que nadie me ocultara nada más.
—¡NO PIENSO MOVERME HASTA NO SABER QUE ESTÁ PASANDO!
—Gavi, relájate —me pide el abuelo
—¿Relajarme? —rujo—. Yo también tengo derecho a saber que está pasando. Tu mismo lo dijiste, a partir del día en que pise esta estúpida torre yo pasaba a ser parte de este sitio ¿pero no lo soy suficiente como para no contarme esto? —sin querer término gritando esto último
Estoy ya muy cansado de todo. De la vida en general. Siento que no puedo más.
No me paro a ver como reacciona, simplemente sigo gritando sin ni si quiera darme cuenta.
—¡Joder! ¡TENGO QUE ESTAR EN ESTA ESTÚPIDA ISLA, AISLADO Y ENCERRADO SIN QUERERLO ¿PARA AHORA TENER QUE ESCONDERME? ¿¡QUE COÑO OS PASA EN LA CABEZA?! ¿TANTO SOL OS HA VUELTO IMBÉCILES? —grito haciendo miles de aspavientos
Después de gritar durante varios minutos los tres se quedan perplejos pero quien me llama más la atención es Ariel; la pequeña se tapa los oídos mientras me mira.
Por un momento se me rompe el alma ver como una niña pequeña se asusta viéndome gritar y tapándose los oídos porque seguramente no le gusten las peleas.
Dios mío ahora mismo tengo que ser un ogro para ella.
Si antes me tenía miedo ahora le tengo que dar verdadero terror.
Logro recapacitar viendo a Ariel y por ella y solo por ella me intento relajar un poco. Camino hasta el sofá y me tiro de mala manera, me siento y me doy por rendido.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El abuelo de Aqua no dice nada, se limita a pestañear perplejo, estoy seguro de que no se esperaba una reacción así.
Pero es lo que hay. En eso me he convertido.
Mi mirada se posa automáticamente en Aqua quien está al lado de su abuelo mirándome sin saber que decir, por ello, la obligo a hablar.
—¿Y tu qué? ¿No piensas hablar?
—¿Y que quieres que te diga Gavi? Si yo tampoco se nada —se gira al decir esto último para mirar a su abuelo.
Mis cejas se disparan y las alzo porque esto no me lo esperaba. Creía que iba a ir contra mi, pero no. Esta en contra de su abuelo. Además no tenía ni idea de que ella tampoco sabía nada de él porque viene la avioneta.
—Aquamarina... no es momento para echar reproches en cara —responde él.
Ella se cruza de brazos y su mirada pasa a ser desafiante.
—Yo tampoco se porque la avioneta pasa por aquí todas las noches. Y la verdad que me estoy empezando a cansar de tanto secreto.
Se está revelando, y por un momento verla de esa manera hace que ma atraiga bastante. Creo que en el fondo Aqua tiene su toque rebelde, aunque le cueste sacarlo.
El abuelo se toca el puente de la nariz y se quita las gafas. Como es un experto por su edad sabe lo que hacer perfectamente para cambiar de conversación.
—Aquamarina... ¿Por qué has venido tan preocupada antes? Se supone que Gavi si duerme en el colchón del suelo no deberían de verle desde la ventana. Esta bastante lejos de..
Y antes de que el abuelo pueda acabar, Aqua le corta en seco para continuar ella.
—Estaba en mi cama —responde cortante aún con los brazos cruzados.
—¿Perdón? —dice el abuelo empezando a enfadarse.
Pero una vez más Aqua me sorprende cuando no se acobarda. Está tan cabreada que por un momento parece que disfruta al revelarse de esta manera. Por eso mismo lo vuelve a repetir alto y claro.