Marca Registrada.

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Culiacán  📍Marzo, 2024 📍8:33pm💝🔐✨Entre Acordes y Confusión

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Culiacán 📍
Marzo, 2024 📍
8:33pm
💝🔐✨
Entre Acordes y Confusión

La tarde en Culiacán estaba tranquila, pero en el estudio de grabación de Marca Registrada, el ambiente era totalmente diferente. Fidel Castro, el vocalista y líder de la banda, estaba en medio de una sesión intensa de grabación. Las guitarras retumbaban, y las notas de su próximo éxito llenaban la sala, pero algo no estaba bien. Fidel no podía concentrarse como siempre. Cada vez que intentaba cantar, su mente se desviaba hacia una sola persona: Karina.

Karina había estado trabajando como asistente de la banda desde hacía unos meses, y aunque siempre había sido profesional, algo en ella lo desconcertaba. No entendía por qué, pero cada vez que Karina estaba cerca, sentía una mezcla de nervios y curiosidad que no podía explicar. Era raro, porque Fidel siempre había sido confiado y relajado, especialmente con las mujeres. Pero Karina... ella era diferente.

—Fidel, ¿qué pasa? —preguntó uno de los miembros de la banda, notando su distracción—. Hoy no estás en tu mejor forma, carnal.

Fidel se pasó una mano por el cabello, frustrado. Sabía que tenía que enfocarse, pero la presencia de Karina en el estudio, moviéndose entre cables y micrófonos, le hacía difícil concentrarse.

—Nada, güey. Solo que no estoy en mi día —respondió, tratando de disimular.

Pero el verdadero problema era que Karina no salía de su mente. Cada vez que la veía sonreír o trabajar en algo, sentía una especie de confusión, algo que lo tenía fuera de balance. ¿Qué era lo que le pasaba? Él, que siempre había sido tan claro y directo, ahora no sabía cómo actuar cuando ella estaba cerca.

Después de varios intentos fallidos de grabar, la banda decidió tomar un descanso. Fidel salió al patio del estudio, esperando que el aire fresco lo ayudara a aclarar su mente. Sin embargo, Karina apareció a su lado, con esa sonrisa despreocupada que lo desconcertaba tanto.

—¿Todo bien, Fidel? —preguntó, con un tono amable—. Hoy parece que algo te está dando vueltas en la cabeza.

Fidel se rió nerviosamente, tratando de no mostrar su incomodidad.

—Sí, todo bien. Solo que... no sé, estoy un poco distraído.

Karina lo miró por un segundo, como si pudiera ver a través de él. Y eso lo ponía aún más nervioso.

—¿Distraído? —repitió, levantando una ceja—. ¿Por algo en particular? ¿O por alguien?

Fidel sintió cómo el calor subía a su rostro. ¿Acaso ella sabía lo que estaba pasando? ¿Podía leer sus pensamientos? La situación lo confundía aún más, pero al mismo tiempo, sentía una especie de alivio al hablar con ella.

—No es nada, Karina. Solo... ya sabes, el trabajo, la música, todo eso —dijo, intentando sonar casual, aunque sabía que no lo estaba logrando.

Karina sonrió, pero esta vez había algo en su mirada, algo que lo hacía sentir como si ella supiera más de lo que decía.

—Bueno, cuando quieras hablar de lo que realmente te distrae, estaré por aquí —dijo ella, antes de regresar al estudio.

Fidel se quedó en el patio, mirando cómo ella desaparecía por la puerta. ¿Qué había querido decir con eso? ¿Acaso sabía que la tenía en la cabeza? La confusión lo invadía, pero junto con eso, una extraña sensación de felicidad. No podía negar que estar cerca de Karina lo hacía sentir bien, aunque también lo desconcertaba.

De vuelta en el estudio, Fidel decidió que tenía que hacer algo. No podía seguir así, dejando que la confusión lo dominara. Karina le gustaba, eso era obvio, pero el hecho de que ella lo desconcertara tanto le hacía pensar que tal vez había algo más en juego. Quizás estaba asustado de lo que ella significaba, de que podía ser alguien más importante en su vida de lo que estaba dispuesto a admitir.

Al terminar la sesión de grabación, la banda comenzó a recoger sus cosas, pero Fidel no podía dejar de mirar a Karina mientras ella organizaba el equipo. Había algo en el aire, algo que no podía ignorar más.

Decidido, se acercó a ella. Ya no podía callarse más, aunque las palabras aún no estaban del todo claras en su mente.

—Karina, necesito hablar contigo —dijo, sin preámbulos.

Ella lo miró sorprendida, pero no dejó de sonreír.

—¿De qué quieres hablar, Fidel? —preguntó, con curiosidad en la voz.

—Es que... —Fidel se rascó la cabeza, buscando las palabras—. No sé cómo decirlo, pero cada vez que estás cerca, no puedo concentrarme. Me confundes, y no sé qué hacer con eso.

Karina lo miró, y por un momento, Fidel pensó que ella se reiría o lo tomaría a broma. Pero en lugar de eso, su sonrisa se suavizó.

—¿Y por qué te confundo? —preguntó ella suavemente.

Fidel respiró hondo. Era ahora o nunca.

—Porque me gustas, Karina. Mucho. Y no sé cómo manejarlo. Cada vez que te veo, me desconcentras, y no puedo dejar de pensar en ti.

Karina se quedó en silencio por un momento, asimilando sus palabras. Fidel sintió que el tiempo se detenía, esperando una respuesta, cualquier señal que le diera una pista de lo que ella sentía. El miedo al rechazo lo invadía, pero también había una chispa de esperanza en su interior.

Finalmente, Karina se acercó a él, mirándolo a los ojos.

—Fidel... tú también me gustas —dijo, su voz suave pero firme—. Pensé que lo sabías.

El alivio y la alegría lo golpearon como una ola. Había pasado semanas, incluso meses, enredado en sus propios sentimientos, y todo este tiempo, Karina había estado sintiendo lo mismo.

—¿En serio? —preguntó, aún incrédulo.

Karina asintió, sonriendo.

—Sí, pero me encantaba verte tan confundido —bromeó, riendo suavemente—. Era lindo ver cómo intentabas esconderlo.

Fidel se rió, sintiendo cómo toda la tensión de las últimas semanas se desvanecía.

—No me hagas esto de nuevo —dijo, sacudiendo la cabeza con una sonrisa—. Ya tuve suficiente confusión.

Esa noche, mientras la banda se despedía y el estudio quedaba vacío, Fidel y Karina se quedaron hablando. Ya no había confusión, solo risas y una felicidad que ambos sentían desde hacía tiempo, pero que finalmente se habían atrevido a compartir.

La música en su vida nunca había sido más clara, y Fidel sabía que, con Karina a su lado, todo lo que venía iba a ser mejor.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ━ CT, CH, TOYS Y MZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora