Tito Double P.

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 CDMX 📍Septiembre, 2024 11:56 pm 😵‍💫❤️‍🔥🔐Entre Obsesión y Latidos

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CDMX 📍
Septiembre, 2024
11:56 pm
😵‍💫❤️‍🔥🔐
Entre Obsesión y Latidos

La música resonaba en todo el club. Las luces de neón parpadeaban al ritmo de los bajos y los corridos tumbados llenaban el ambiente, pero Tito Double P no estaba completamente allí. Su mente estaba atrapada en un solo pensamiento, una sola imagen: Camila. Ella era todo lo que podía pensar últimamente, su obsesión y su perdición.

Tito se movía entre la multitud, recibiendo saludos, abrazos, y sonrisas de gente que lo admiraba, pero ninguna de esas miradas era la que él buscaba. Era Camila, y solo ella, la que se había apoderado de cada rincón de su mente desde que la vio por primera vez. Había algo en ella que lo volvía loco. No solo era su belleza —que era indudable—, sino la manera en que ella parecía ignorar todo el ruido que lo rodeaba. Parecía inmune a su fama, a su presencia, y eso lo desesperaba.

Había intentado acercarse muchas veces. Tito no era de los que se rendían fácilmente, y cuando algo se le metía en la cabeza, lo perseguía hasta el final. Camila era su meta, su deseo, y sentía que si no la tenía, perdería el control.

Ella estaba allí esa noche, en una esquina del club, rodeada de sus amigas, pero ni siquiera lo había mirado. Tito había sido testigo de cómo varios hombres se le acercaban a lo largo de la noche, intentando ganar su atención, pero ella los rechazaba con una simple sonrisa o un leve movimiento de cabeza. Eso solo alimentaba su obsesión. Sabía que, si lograba que lo mirara como a ellos, se ganaría algo más que su atención.

—¿Vas a seguir así toda la noche o vas a hacer algo? —dijo uno de sus amigos, notando cómo Tito no dejaba de mirar hacia la dirección de Camila.

—Cálmate, güey —respondió Tito, con una sonrisa torcida—. Todo tiene su momento.

Pero en su interior, no estaba tan tranquilo como quería aparentar. Estaba quemándose por dentro. Cada vez que otro hombre se acercaba a ella, sentía una punzada en el pecho, una mezcla de celos y rabia que no podía controlar. Él quería ser el único en su mundo, el único que capturara esa mirada indiferente y la transformara en deseo. Obsesión. Así de simple.

Finalmente, no pudo más. Decidió que esa noche sería la noche en que la haría suya, o al menos conseguiría que lo viera como alguien más que una cara famosa en un cartel. Caminó directo hacia ella, atravesando el mar de gente sin desviar la mirada. Sus amigos se quedaron atrás, sorprendidos de que finalmente hubiera tomado la decisión.

Cuando llegó a donde estaba, Camila levantó la vista, sorprendida por su cercanía. Tito sonrió de lado, su típico gesto de confianza que solía desarmar a cualquiera. Pero con ella... era diferente.

—¿Vas a seguir ignorándome toda la noche? —le preguntó, su voz baja y cargada de ese tono que solía hacer que todos a su alrededor se detuvieran.

Camila levantó una ceja, claramente sin impresionarse, lo que solo hizo que Tito sintiera una mezcla de frustración y fascinación. Ella no era como las demás, y eso lo volvía loco.

—No te estoy ignorando —respondió Camila, mirándolo directamente a los ojos—. Solo estoy ocupada.

Su respuesta, tan directa y simple, lo dejó descolocado por un segundo. Tito estaba acostumbrado a que la gente, especialmente las mujeres, siempre buscaran su atención, pero Camila... ella lo trataba como si no fuera nadie especial. Y eso solo lo hacía quererla más.

—¿Ocupada rechazando a todos los que te rodean? —replicó Tito, sonriendo—. Porque lo he visto, ninguno te interesa.

Camila sonrió levemente, con una mezcla de diversión y desafío en sus ojos.

—Tal vez ninguno me ha dado una razón para interesarme.

Ahí estaba el reto. Tito lo sintió, y su corazón dio un vuelco. No era solo un juego para él, era una necesidad. La necesidad de conquistarla, de poseerla de alguna manera.

—Entonces, ¿qué tipo de razón necesitas? —preguntó, dando un paso más cerca, acortando la distancia entre ellos.

El ruido del club parecía desvanecerse a su alrededor. Tito podía sentir la adrenalina correr por sus venas, una mezcla de deseo y obsesión que lo estaba consumiendo.

Camila lo miró por un largo momento antes de responder, sus ojos oscuros llenos de una intensidad que lo atrapaba.

—No soy una de tus fans, Tito. No me impresiona tu fama ni tus canciones. Si estás aquí solo para jugar, mejor busca a alguien más.

Esas palabras lo golpearon, pero en lugar de hacer que retrocediera, solo lo empujaron más lejos en su obsesión. No se trataba solo de tenerla por una noche, se trataba de algo más profundo. Quería que ella lo viera, no como "Tito Double P", el cantante famoso, sino como el hombre que estaba dispuesto a hacer lo que fuera para tener su atención, para ganarse un lugar en su vida.

—No estoy jugando —dijo él, su tono más serio ahora—. Te he visto toda la noche, toda la semana, y desde la primera vez que te vi, no he podido dejar de pensar en ti. No soy de los que dicen estas cosas, pero contigo es diferente. Me traes loco, Camila.

La confesión fue honesta, más honesta de lo que Tito estaba acostumbrado a ser. Y aunque no sabía cómo lo recibiría ella, sabía que necesitaba decirlo.

Camila lo miró, sus ojos escaneándolo, como si tratara de decidir si creerle o no. El silencio entre ellos se prolongó, mientras el mundo seguía girando a su alrededor. Finalmente, ella rompió el silencio con una sonrisa suave, pero aún con esa barrera de protección en sus ojos.

—Tito, no sé si me creo todo eso. Pero te voy a dar una oportunidad. Solo una.

El corazón de Tito dio un salto. No era la respuesta que esperaba, pero era más que suficiente. Era todo lo que necesitaba.

—No la voy a desperdiciar —prometió, sus ojos fijos en los de ella.

Esa noche, mientras las luces del club seguían parpadeando y la música continuaba sonando, Tito Double P supo que había encontrado algo más que una simple atracción. Camila no era solo una mujer más, no era solo una obsesión pasajera. Era el desafío que había estado buscando, el tipo de mujer que podría romper sus defensas y hacerlo sentir algo real.

Y aunque sabía que no sería fácil, estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para conquistarla. Porque, en el fondo, sabía que su obsesión por Camila era solo el comienzo de algo mucho más grande.



VAYAN RÁPIDO A MI HISTORIA COM TITOOOOO🫶🏻🫶🏻🫶🏻🫶🏻🫶🏻

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