Arritmia - TOMO 2 (+18)

Capítulo 48 - Graduación

Chloe Mitchell

El vestido que finalmente elegí para la ceremonia es sencillo pero elegante. Es un tono lila suave, de corte alto y sin mangas, con un diseño ajustado en la parte superior que resalta mi figura, y una falda en A que se expande suavemente hasta las rodillas, dándole un toque delicado y juvenil. La cintura está adornada con un cinturón de pedrería que agrega un toque de brillo sin ser demasiado llamativo. El vestido es cómodo y, lo mejor de todo, me siento segura en él.

Tess y yo estamos listas, y al llegar al lugar de la ceremonia, nos reciben nuestro padre, la mamá de Tess y algunos amigos. La madre de Tess nos abraza y nos felicita a ambas, orgullosa de nosotras. Entre los invitados está también Damian. Lo veo y no puedo evitar recordar nuestro pequeño romance de hace años; sin embargo, ahora lo veo como todo un hombre. Está casado con una chica encantadora y tienen un hijo de dos años. Lo saludo con alegría y me alegra ver lo feliz que está con su vida.

—Chloe, ¡felicidades! Sabía que llegarías hasta aquí. Mírate, toda una profesional. Estoy tan orgulloso de ti.

—Gracias, Damian. ¡Mírate a ti! Ahora eres un hombre de familia. Nunca me imaginé que te vería así, casado y con un hijo.

—Sí, la vida da vueltas inesperadas. Mi esposa es increíble, y mi pequeño me tiene loco de amor. Aunque a veces extraño esos días en los que éramos jóvenes y libres.

—Jóvenes y un poco tontos, ¿verdad? —le respondo, riendo mientras recuerdo aquellos días.

—Exacto. Pero no cambiaría mi vida actual por nada. Tú también has cambiado, Chloe. Se te nota en la mirada, en la forma en que hablas. Estoy seguro de que tu futuro será increíble y más con ese bebe que estas esperando, ser padre cambia la vida en verdad.

—Gracias, Damian. Es lindo ver que ambos hemos encontrado nuestro camino. Prométeme que nos mantendremos en contacto.

—Claro que sí. Tú solo llama cuando necesites hablar, o si quieres que te presente a mi pequeño. ¡Es un terremoto! Te mando fotos cuando quieras.

Ambos reímos y nos damos un último abrazo antes de separarnos. Me siento bien después de nuestra conversación. Damian fue alguien importante para mí en su momento, y verlo feliz me llena de paz.

En medio de la multitud, mis ojos buscan a una sola persona: Christopher. Lo veo al otro lado de la sala, conversando con otros doctores. Cuando nuestras miradas se cruzan, él sonríe y se abre paso entre la gente hasta llegar a mi lado. Me da un beso y me dice que me veo hermosa. En ese momento, siento que todo está bien; que por fin estamos donde queremos estar, sin escondernos de nadie. La felicidad me inunda.

—Te ves absolutamente hermosa. No puedo creer lo afortunado que soy de estar aquí, contigo, sin necesidad de escondernos.

—Gracias, amor. Y gracias por todo el apoyo, por estar aquí. Este momento no sería igual sin ti.

—Este es solo el comienzo, Chloe. Nos esperan muchas cosas juntos, y me emociona pensar en todo lo que vamos a construir.

Nos quedamos en silencio por un momento, disfrutando de la cercanía, mientras mi corazón late con fuerza.

La ceremonia está a punto de comenzar, y todos empezamos a tomar nuestros lugares. Tess y yo nos ponemos las togas y el tradicional birrete, listas para este momento tan esperado. El doctor Ernesto, el jefe de nuestra generación, toma el micrófono y da unas palabras para iniciar la ceremonia. La emoción es palpable, y no puedo evitar sentir una mezcla de nervios y orgullo mientras me preparo para dar este gran paso en mi vida.

—Estimados estudiantes, colegas, familiares y amigos. Hoy es un día especial, porque celebramos el esfuerzo, el sacrificio y la dedicación de una nueva generación de profesionales de la medicina. Verlos aquí, de pie, preparados para enfrentar el mundo, me llena de orgullo. Cada uno de ustedes ha recorrido un camino de aprendizaje y perseverancia, y sé que están listos para llevar el conocimiento, la ética y la compasión a cada paciente que encuentren.