Me convertí en el príncipe heredero del Imperio Mexicano

Capítulo 19: Corporación II

Granja estatal cerca de la Ciudad de México.

Como se había prometido anteriormente, pensé en mostrar directamente el rendimiento de la cosechadora mecánica.

"Diputado Camacho, su influencia es realmente impresionante."

Él había traído a más de 20 terratenientes.

"Ja, no es nada. Más bien, tengo muchas ganas de ver la máquina de la que habló Su Majestad."

Parecía estar bastante emocionado.

Esta demostración la iba a dirigir Emilio.

Un técnico de la fábrica de Aceros Estrada se encargaría de operar la máquina.

Yo estaba presente con los terratenientes para observar sus reacciones.

Emilio comenzó su presentación.

"Estimados terratenientes, esta máquina permite cosechar cultivos como maíz y trigo de una manera muy fácil y rápida. Con la actual fiebre del oro, los campesinos están dejando sus tierras y causando muchos problemas, ¿verdad? ¡Esta es una máquina que hará que no los necesiten más! Ahora, se los mostraré."

Al finalizar las palabras de Emilio, el técnico puso en marcha el caballo.

El caballo comenzó a moverse hacia el campo de maíz, mientras la gran máquina se desplazaba lentamente.

Las afiladas cuchillas de la cosechadora mecánica comenzaron a moverse rápidamente y, en un instante, empezaron a cortar los tallos de maíz.

Al ver esto, los terratenientes emitieron murmullos de admiración.

"¡Oh!"

"Los tallos de maíz se están cortando en un abrir y cerrar de ojos."

Los tallos de maíz cortados se apilaron en la amplia plataforma de la máquina. Después de que el caballo avanzó unos 30 metros, se acumuló una buena cantidad de tallos de maíz, y el técnico que seguía a la cosechadora rápidamente ató los tallos en un paquete y los dejó caer al suelo.

Emilio comentó sobre esa escena.

"Los atamos así y los dejamos en el suelo por un momento; luego, podemos recogerlos todos a la vez más tarde."

Sobre la plataforma que se había vaciado en un instante, los tallos de maíz comenzaron a acumularse de nuevo, repitiéndose el proceso de atar y dejar caer.

"Un solo trabajador puede cosechar un campo de este tamaño."

"Y la velocidad es increíblemente rápida. Parece que se puede terminar en medio día."

Aunque los terratenientes no gestionan directamente las granjas, es imposible que no reconozcan la eficiencia de esta máquina.

Las reacciones de los terratenientes fueron bastante positivas. Emilio no perdió la oportunidad y dijo:

"Con esta máquina, una persona puede hacer el trabajo de cinco. ¡El precio de esta increíble máquina es solo 200 pesos! Además, para los que están aquí hoy, ofreceremos un descuento del 10%, así que se las daré a 180 pesos cada una."

200 pesos es una suma considerable que equivale a diez meses de salario de un trabajador común, pero para los terratenientes presentes, es una cantidad insignificante.

'Ellos deben pensar que es bastante asequible. No podrían reducir el personal en cuatro personas ya que no solo contratan mano de obra durante la cosecha, pero si logran reducir de cinco a tres, pronto recuperarán su inversión y más.'

El costo de producción de la cosechadora es de alrededor de 120 pesos. No hay competencia, así que podría venderlas a un precio mucho más alto que 200 pesos, pero mi objetivo es difundir esto rápidamente por todo México.