Me convertí en el príncipe heredero del Imperio Mexicano

Capítulo 42: Crisis en California IV

'¿Príncipe heredero?'

No lo creo.

Si es príncipe heredero, no es el sucesor del emperador. ¿Acaso una persona así se atrevería a entrar en medio de un campo de batalla?

No puede ser más que una mentira. Esos invasores solo dicen mentiras.

¿Cuántas mentiras nos han contado hasta ahora?

Con mentiras nos han quitado la tierra donde vivíamos, y en las misiones que nos llevaron bajo el pretexto de civilizarnos, destruyeron nuestro modo de vida y nos convirtieron en casi esclavos.

Es cierto que ese tipo grande es alguien importante. De lo contrario, no podría haber salido así, dejando este campo de batalla atrás.

"Te reconozco por tener el valor de llegar hasta aquí. Sin embargo, rechazo tu oferta de rendición."

Le dije al que afirma ser el príncipe heredero.

Él escuchó mis palabras y respondió sin cambiar su expresión.

"¿Qué crees que sucederá si la batalla continúa así? Mira a tu alrededor."

Cuerpos.

Casi todos son los cuerpos de nuestros compatriotas. Sí, debe ser difícil ganar. Eso lo sé incluso yo.

'Pensé que tendría unos dos o tres meses...'

Tenía un plan para luchar incluso contra ese ejército.

Era suficiente con dos meses para saquear todas las misiones en México y establecerse. Pero él, de alguna manera, llegó demasiado pronto.

El plan se arruinó por completo. Ahora no tengo más remedio que aceptarlo. Sin embargo,

"Preferiría morir aquí, matando al menos a un invasor más, que volver a ser un esclavo."

No es solo mi pensamiento.

De todos modos, si continúo así, moriré de enfermedad, moriré de hambre, moriré por trabajos forzados, o moriré en la calle después de ser expulsado.

Era algo que acepté desde el primer ataque a la zona de asentamiento.

"No serás esclavo. Si te rindes ahora, garantizaré la supervivencia de los civiles de tu tribu y una vida sin explotación. No mataré a los guerreros tampoco."

Es una mentira obvia.

"¿Crees que voy a creer esas palabras? ¿Ustedes, que ya han mentido decenas de veces?"

"¿Has pensado en lo que pasaría si todos ustedes mueren aquí? ¿Qué pasará con los niños, mujeres y ancianos que queden en tu tribu? ¿Acaso acordaron morir todos antes que convertirse en esclavos? ¿Los que liberaron recientemente de las misiones?"

En realidad, no es así.

Los guerreros se prepararon para la muerte, pero no todos los demás lo hicieron.

"¿Acaso estás amenazando con matar a todos nuestros compatriotas?"

"No, no haré eso. Pero si todos los hombres jóvenes mueren, terminarán enfrentándose al mismo destino."

"Al final, eso quiere decir que si no se convierten en esclavos, morirán. Ustedes siempre han sido así. He jurado que no me someteré más a tales amenazas."

Él me miró directamente a los ojos y dijo.

"Si ese es el caso, ¿por qué crees que me arriesgo y me detengo en una batalla que claramente puedo ganar? ¿Por qué vine aquí a hablar contigo, en lugar de simplemente matarte a todos y convertir a los que queden en esclavos?"