'Ah, la terraza...'
Es la persona que vi al salir del salón de fiestas antes.
La había pensado como una actriz con una expresión aburrida en la terraza.
Su apariencia, al mirarla de cerca, se sentía aún más irreal.
"Mucho gusto. Soy Agustín Jerónimo de Iturbide."
No necesito decir mi nombre, pero como no sé cómo se hace esto en esta época, decidí presentarme de manera educada.
"Mucho gusto. Soy Cecilia Escalante."
Tiene una expresión algo indiferente. Como si no le gustara estar aquí.
'Es curioso.'
Puede sonar presumido, pero soy considerado uno de los mejores candidatos a esposo del actual Imperio Mexicano. Pude sentir esta realidad en la fiesta.
"¿Hay algo que no le guste? Si es así, podemos dejarlo para otra ocasión."
"No es eso."
Aunque ella dice que no hay nada que le desagrade, su actitud no es muy entusiasta.
No sé si es su personalidad o si no le agrado, pero de todos modos respondió sinceramente, así que pude continuar la conversación de alguna manera.
"Lady Cecilia, ¿puedo preguntarle sobre sus pasatiempos?"
"...Mi pasatiempo es leer. Exactamente, era leer."
'¿Era leer? ¿Significa que ya no lo es?'
Si esta actitud se presentara en una cita moderna, sería como dar por terminado el encuentro, pero en este caso, el hecho de que se haya organizado este encuentro ya significa que las familias han llegado a un acuerdo.
Es un encuentro con alguien que se casará a menos que haya una razón abrumadora para no hacerlo.
Pensé que había dejado de tener expectativas, pero parece que todavía quedaba algo en un rincón de mi corazón.
'Era de una familia republicana, pero, ¿en el pasado le gustaba leer?'
Nuevamente, guié la conversación hacia su familia, que es un gran terrateniente en la península de Yucatán, y hacia los campesinos y nativos que trabajan allí.
"Una nobleza dijo que estaba agradecida porque limpiar esas cosas sucias había mejorado la apariencia de la granja."
"...¿Cómo puede decir eso?"
La voz, que hasta hace un momento había sido relativamente amigable, se volvió fría.
'...¿Qué está pasando?'
Su mirada se volvió tan fría como su voz.
"¿Cosas sucias? Ellos también son personas."
Ella me miró con desprecio y habló con frialdad, pero yo sentí una especie de emoción.
"...Lo que dije no fue mío, solo repetí algo que escuché en la fiesta. Me pregunto qué parte te incomodó tanto."
La expectativa crecía.
"¿No es un indicativo de que tú también piensas de esa manera el hecho de que me cuentes ese tipo de chistes? Si las tratas de esa forma, algún día también lo lamentarás."
Ella empezó a elevar su tono, advirtiéndome cada vez más.
'Ellos también son personas.'
Esa no es una frase propia de la clase terrateniente del Imperio Mexicano de esta época. ¿Cuántas horas perdí escuchando tales cosas en la fiesta?
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Me convertí en el príncipe heredero del Imperio Mexicano - Volumen I
FantasySe convirtió en el primogénito del glorioso emperador Agustín de Iturbide, quien lideró la independencia de México. ¡Su reinado duró solo 10 meses! Huh... ¡En este caso, atacaré a Estados Unidos! Esta obra no es mía, pertenece a Pok Woo MI función...