Me convertí en el príncipe heredero del Imperio Mexicano - Volumen I

Capítulo 12: Academia Militar I

El hecho de que el plan se haya desviado es algo malo, pero esperaba que de alguna manera se desviara. Las cosas del mundo no siempre se hacen a mi manera.

'De todos modos, no tenía la intención de ir a California directamente, y he traído a personas de confianza...'

Revisé el plan por completo. Rápidamente me ocupé de las cosas que había planeado hacer antes de entrar a la academia militar.

Primero, envié a las 2 personas a las que me habían pedido que educara a la universidad.

Diego Luis fue enviado a la 'Real y Pontificia Universidad de México', la más prestigiosa de México, y cuando verifiqué el currículo mientras pagaba la matrícula, me quedé horrorizado.

(T/N: Es la antecesora de la UNAM)

'No tienen facultad de administración, solo hay teología, derecho, medicina y bellas artes. Incluso la facultad de bellas artes no enseña el arte que tenía en mente, sino las siete disciplinas medievales de gramática, retórica y lógica.'

Entre todas ellas, la facultad de bellas artes parecía la más útil, así que envié a Diego Luis allí.

'Aún así, un tercio del currículo consiste en clases relacionadas con la religión, qué desperdicio de dinero. Eso debería enseñarse en la facultad de teología.'

En esa época, la mayoría de las instituciones educativas en México estaban dirigidas por sacerdotes de la Iglesia Católica Romana, y naturalmente, no podía evitarse que tuvieran un fuerte tinte religioso.

No pude enviar a Sergio Ortega, que estaba interesado en la tecnología, a la Real y Pontificia Universidad de México.

Al investigar, encontré que el 'Seminario Real de Minería', que existía en la época colonial, era lo más cercano en México a un lugar que enseñaba ingeniería y ciencias, pero cerró durante la guerra de independencia.

Le propuse a mi padre que la minería es una de las principales industrias de nuestro México y que, dado que las finanzas son un poco más holgadas, reabramos esta escuela. Así, envié a Sergio Ortega a la recién reabierta 'Universidad de Minería'.

'La secularización de la educación es algo que debe promoverse sin falta. Si no lo hacemos, la educación y la ciencia de este país no tienen futuro.'

Por ahora, no hay otra manera que aguantar, pero al ver que más del 30% del currículo de las facultades que no son de teología está relacionado con la religión, me frustré al tener que pagar la matrícula.

Por el desarrollo de la ciencia y la tecnología, esto debe hacerse en algún momento. Agregué un ítem al plan que decía 'secularización de la educación'.

(T/N: Se refiere a separar la educación de las influencias religiosas)

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Le asigné diferentes tareas a los cinco carpinteros que traje a la Ciudad de México.

"Ya les he informado sobre los proyectos que se llevarán a cabo en la Ciudad de México, pero, dado que yo, que originalmente iba a supervisar todos los proyectos, iré a la academia militar, les volveré a transmitir la información."

Aunque ya les había explicado en detalle durante los últimos cinco meses qué proyectos realizaríamos y qué estrategias planeábamos usar, ahora que no podría supervisarlo, decidí recordarles el contenido nuevamente.

"Emilio, deberás adquirir tierras en la región de Las Truchas, en Michoacán."

"Las Truchas, en Michoacán. Lo recuerdo."