Me convertí en el príncipe heredero del Imperio Mexicano - Volumen I

Capítulo 35: Presas y Riego I

Mi madre pronto entró en la oficina de Agustín I.

"Madre, ¿Cómo ha estado?"

"Hijo. ¿Por qué es tan difícil verte? El príncipe heredero no está en el palacio y anda vagando por aquí y por allá."

"Jaja, estoy trabajando arduamente por el imperio, madre. Lamento causarles preocupación."

"De todos modos, me gustaría que vinieras al palacio a mostrar tu rostro de vez en cuando."

"Sí, madre. A partir de ahora intentaré pasar más a menudo."

"En cualquier caso, ahora que tienes 22 años, deberías casarte. Tu hermano también está retrasando su matrimonio por ti. Deberías haberte preparado antes; con todo lo que andas haciendo, no has podido preparar nada."

'Ah.'

"¿Casarme?"

"Sí. Si eres el príncipe heredero del imperio, deberías casarte pronto y dejar un heredero."

No estaba equivocada.

'El heredero es importante.'

Aunque no se podría decir que 22 años es tarde, tampoco es una situación cómoda.

En esta época, las mujeres se casaban a partir de los 16 años, y los hombres, un poco más tarde, a los 18 años, lo que era lo común.

Se considera que la edad adecuada para casarse es entre los 18 y 25 años, así que si no me preparo pronto, es peligroso.

"Sí, tienes razón, madre. Ya es hora de que me case."

Mi padre también estuvo de acuerdo.

Mi madre sacó un folleto que había traído.

"Aquí he recopilado una lista de posibles parejas adecuadas para ti, échale un vistazo. También hay familias nobles de Europa."

'Espera, ¿se decide así a la pareja?'

Aunque al menos no lo han decidido y me lo han notificado, así que debería sentirme aliviado. Al revisar el folleto, había aproximadamente 30 candidatos, la mayoría eran hijas de familias del partido del emperador en el país, y algunas eran de familias nobles europeas.

'Es curioso que no haya ninguna familia real de Europa. ¿Significa eso que, aunque vencimos a España, todavía no estamos a ese nivel?'

Teniendo en cuenta su noble orgullo y la importancia que otorgan a la historia, parece que la familia Iturbide, que todavía está en su octavo año, no tiene el mismo estatus.

No mencioné este hecho, ya que solo lastimaría el orgullo de mis padres.

Suspiro-

"¿No hay nadie que te guste?"

"No, no es eso."

No me casé hasta la mitad de mis 30 años en mi vida anterior. No tenía gran interés en el matrimonio. Sin embargo, aquí debo hacerlo. Lo entiendo, pero...

'¿Es correcto decidir así?'

Mientras hojeaba el folleto, la madre habló con voz severa.

"¿Acaso estoy diciendo que encontraré a mi pareja de matrimonio? No estás pensando en eso, ¿verdad?"

La madre me miró con los ojos entrecerrados.

No es que tenga ese pensamiento. Sé que, dado mi estatus como príncipe heredero, no puedo actuar como quiera.

"No, no es eso... ¿Puedo tener un poco más de tiempo para decidir con cuidado?"

'Quiero encontrar a alguien con quien al menos pueda conversar un poco.'